Una semana, tres horas con cuarenta y millones de minutos, todos sumergidos de locura e inestabilidad emocional. Los días habían pasado y no había ni un solo rastro del omega pelirojo, lo cual provocaba cada vez mas incertidumbre en el cuerpo del alfa y, al mismo tiempo más tristeza en su parte animal
Los primeros días de ausencia Jungkook lo consideró como un juego ¿Quién no lo haría después de como lo trato esa belleza? El alfa dejó pasar los primeros días esperando pacientemente, ansioso pero lleno de diversión, imaginando posibles encuentros y posibles coqueteos para el omega de sonrisa cuadrada. Pero luego esa tranquilidad se transformó en preocupación, estando incluso, si es que era posible, más atento y receptivo que otros días. Esperaba que de algún momento a otro el chico apareciese con aquella voz, ni tan suave ni tan ronca.<<¿Qué pasa grandulón? ¿Ya no puedes vivir sin mi?>>
Casi de su altura, esbelto, cabello bien corto pero igual de llamativo con ese rojo que combinaba a la perfección con su sonrisa cuadrada y sus cuidadosos ojos.
Había recreado esa y muchas otras escenas antes de dormir, ya no sabía si era el o su propio lobo quien lo inducía a pensar en el omega casi a tiempo completo. Y así la preocupación pasó a una locura constante, siempre presente en los pensamientos del alfa, atacano e intentando debilitar esa fuerte coraza que tenía, pero aún no caía tan bajo.Pero claro que tampoco había mencionado como la corta visita del pelirrojo en su mísera vida había afectado tanto en su rutina, en especial a la hora de pasar desapercibido. Estaba tan preocupado de que el chico lo reconociera, tanto de vista como de olor, que comenzó a olvidar de a poco sus supresores de olor, eso haciéndolo mucho más llamativo a la vista de tanto alfas como omegas.
Otra de las estupideces que modificó en su rutina fue el no colocarse su larga capa marrón, dejando su cara completamente descubierta.Sólo le faltaba tener un cartel en la espalda que dijiera <Mirenme, soy el alfa que roba sus joyas, pero las devolveré, todas si quieren, solo denme a mi omega>
Los pocos, pero leales miembros de la manada estaban tanto felices como preocupados por el cachorro de cabellos castaños. Ellos aún no habían tenido la suerte de encontrar a una pareja, además que la forma que tenían de ganarse la vida era de todo menos aceptada. Era lógico que sintieran un poco de esa envidia sana, pero sobre todo estaban felices por el cachorro al que habían salvado de la calle años atrás.
Pero, después de todo el tiempo siguió cruelmente sin detenerse y, al pasar la primera semana, Jungkook había pasado del emocionante juego a la desesperanzada búsqueda sin descanso. Como había notado que el omega era un forastero, tenía muchos lugares donde buscar, ya sea dentro como fuera de la ciudad, y esto desesperaba al alfa más cada día.
De la segunda semana pasó a la tercera y finalmente Jungkook dejó de buscar, regresando a su cotidiana, pero segura rutina. Se encerró nuevamente bajo la gran capa y ocultó su olor hasta que fuese necesario. Rendido con la situación mandó a hacer una nueva navaja, con un cinturón especial para que nada ni nadie se la pudiera arrebatar.
Entre robos y risas con la manada, su lobo ya se había calmado lo suficiente como para volver a su rutina diaria sin emociones bruscas, lo cual no era malo del todo, pero, al final de cuentas el sabía que tampoco era bueno del todo.
Al finalizar de guardar todos los tesoros que había conseguido con su manada, el alfa decidió que ya era momento para volver a casa, pero, de un momento a otro su lobo lo golpeó fuerte dentro de si, quitándole el control por completo, para luego cambiar a su forma animal lentamente, sin ninguna intención de dañar a Jungkook.
Al estar listo el cambio, el lobo tomó sus pertenencias y las dejó detrás de un arbusto, así nadie podría llevarselas ni tampoco le molestarían en su viaje.
Jungkook estaba más que confundido, su lobo nunca tomaba el control sin su permiso, tampoco es como si el se lo negara, pero ahora, después de que su lobo no haya dado señales de vida en todo el día, le sorprende y le quita el control como si nada.
Como no podía hacer nada para impedirlo (y si lo tuviera tampoco lo haría) el alfa se dejó guiar por su animal hasta el lago más cercano. Disfruraba tanto al estar al contacto de la naturaleza, con el agua, la luna y su lobo como sus únicos testigos.
Como si fuese un golpe en la cabeza su lobo se sacudió rapidamente para esconderse en los arbustos, lo cual podría significar una sola cosa.
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Siempre fuiste tú <KookMin>
RandomTodos saben que encontrar a tu pareja destinada es el regalo más grande que la luna puede darte. Pero ¿puedes enamorarte de otro después de encontrar a tu destinado?