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Battleon, Greenguard

Justo después de colgar la holo-llamada con Jacobo, tuve una llamada entrante de Alia, ya tenía dos llamadas perdidas, seleccioné la opción de contestar holo-llamada y un holograma de ella apareció en mi mesa de la cocina que uso como un pequeño comedor.

–Justo estaba por llamarte –preocupado–. Sabes algo...

–Cáleum, soy yo –dijo una mujer tocando la puerta algo asustada–. ¿Me dejas entrar por fa?

–Sí, un segundo –respondí levantándome del pequeño sofá– ¿Quieres algo de tomar, Twilly?

–Está bien –respondió mientras se bajaba de mi hombro y corría hacia mi refrigerador–. Perdón, es que necesito estar haciendo algo, estoy muy nervioso.

–En ese caso, te pido un chocolate caliente por fas con bombones en la mía –al mismo tiempo, desactivaba las defensas de mi dormitorio y abría la puerta–. Pasa Alia. A Alia prepárale una con crema batida por favor.

–Enterado.

Alia sin pensarlo me abrazó con mucha fuerza, parecía que se me cortaba la respiración, y sin pensarlo mucho, la abracé de vuelta. Al ver su rostro, estaba lleno de espanto, miedo y confusión, así que la llevé al sofá y la senté. Yo me senté a su lado y la miraba temblar, parecía completamente impactada así que le acariciaba la espalda y la abrazaba tratando de tranquilizarla.

Después de un rato y una llamada de mis padres, me fui a mi cama, y tomé una de las mantas dobladas, la de color azul con delineado blanco, la traje y cubrí a Alia con ella, me volví a sentar y se recargó en mi hombro. Twilly terminó las bebidas, nos las trajo en tazas de porcelana transparente, envueltas en unos trapos anaranjados que encontró en la cocina. Después dio un largo bostezo, y al notar esto, le ofrecí un espacio de mi cama para que pudiera descansar, se lo merece. Pero el simplemente tomó un cojín del sofá, lo colocó en el suelo y ahí se recostó. Regresé con Alia y volví a sentarme junto a ella.

–Esto es mucho por digerir ¿verdad? –pregunté.

–No tienes idea –hablaba muy rápido–. ¿Cómo rayos estás tan calmado?, ¿qué no tienes miedo?, ¿por qué esto?, ¿por qué ahora?, ¿cuál será la maldita excusa ahora?

–Oh, yo me refería al chocolate caliente –bromeando, después de darle un trago a la taza–. Pero también esto es grave.

Alia colocando su frente en mi hombro, volvió a abrazarme con fuerza. Coloqué mi bebida en la pequeña mesa quedándome con el pañuelo, se lo entregué para que se limpiara sus lágrimas. Dio un trago al chocolate y me volteó a ver.

–Oye, ¿sabes algo de Jacobo, Gravelyn o algo de Nadia? –preguntó un poco más calmada.

–Nadia está a bien en un lugar desconocido con sus padres –di un trago al chocolate–. Jacobo está encerrado en la torre, pero Gravelyn y Xavier no sé nada.

–Oh... –respondió Alia preocupándose–. Tal vez Nadia sepa algo de Xavier.

–Ya sé, hagamos una holo-llamada grupal –comenté al mismo tiempo que sostenía mi cubo–. "Oye Vicky. Llama a todos los miembros de Negocios Internacionales."

–Llamando a todos los miembros de "Negocios Internacionales" –respondió una voz de mujer robótica.

La primera en contestar fue Nadia, seguido por Xavier y después Jacobo. Pero la única en no contestar a la llamada fue Gravelyn.

–¿Vosotros vieron las noticias? –preguntó Xavier tratando de emitir calma.

–En efecto, Xavi, ni idea de lo que sucede. –di un sorbo a mi bebida.

Los 13 Señores del CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora