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Capítulo 683: ¿¡Acaso eres Idiota Bai Hao!?

Después de volver a la Ciudad del Fantasma Gigante, Bai Xiaochun se tomó un tiempo para controlar sus emociones. No le gustaban las matanzas, pero después de todo lo que le había ocurrido en su tiempo como Bai Hao, se le había acumulado mucha ira y frustración por la injusticia de todo.
Por el bien de Bai Hao, había forzado al Clan Bai a pagar por sus acciones previas. ¡El linaje directo había sido extinguido por siempre!
Después de calmarse nuevamente, se quedó observando la deslumbrante pila de tesoros que había acumulado, y sus ojos empezaron a brillar intensamente.
Aunque en general no era una persona muy codiciosa, y no estaba demasiado apegada a las posesiones terrenales, en este momento estaba viendo un tipo de riqueza que la mayoría de las personas ordinarias no lograrían acumular ni con diez mil vidas. Era suficiente para que su corazón palpitara fuertemente.
Había incontables almas vengativas... un suministro aparentemente interminable de medicina de almas... un alma deva. Un sinfín de objetos mágicos reforzados espiritualmente. A medida que lo examinaba todo, suspiraba constantemente.
Lo más impresionante de todo eran los tesoros secretos que provenían de las reservas de los tres grandes clanes.
El Clan Cai tenía la estatua de jade espiritual, pero el Clan Chen y el Bai también tenían objetos similarmente valiosos. Por ejemplo, el tesoro del Clan Chen era una botella de jade color carmesí, dentro de ella había una gota de sangre que supuestamente podía permitirle a un alma muerta recuperar sus memorias de su vida previa y cobrar inteligencia. En esencia, ¡podría transformar a un alma en algo similar a un cultivador fantasma!
En las tierras desoladas, materiales preciosos como estos eran tan escasos como plumas de fénix o cuernos de qilin. Originalmente, el Clan Chen había planeado usar esa gota de sangre con su patriarca, después de que este llegara al nivel de semidiós y se le acabara la longevidad. Eso le permitiría al patriarca seguir viviendo como un cultivador fantasma y proteger interminablemente al clan. Lamentablemente, el patriarca del Clan Chen ya había sido encarcelado por la rebelión, y estos planes habían quedado inútiles.
Las reservas del Clan Bai contenían una vaina con semillas de loto de siete colores. Originalmente tenía siete semillas de loto, pero ahora solo quedaban dos. Quienquiera que consumiera una de esas milagrosas semillas se recuperaría completamente de cualquier herida. De hecho, incluso si el cuerpo fuera totalmente despedazado, esas semillas podían hacer que la persona regresara a su estado original, como si hubiera renacido.
¡La razón por la que el líder del clan y el patriarca deva se habían recuperado tan rápido de sus heridas tan serias era justamente estas semillas! Cualquiera de estos tres tesoros secretos bastaría para sacudir los Cielos y la tierra, y esto demostraba lo profundas que eran las reservas de los tres grandes clanes.
—Esos tres clanes sí que eran demasiado ricos... —pensó Bai Xiaochun a la vez que se lamía los labios. Luego levantó una tablilla de jade que contenía las fórmulas de conjuración de fuego de los tres clanes, desde llamas de un color a diecisiete.
Pero, a pesar de revisar profundamente a los tres clanes, no se encontró ninguna fórmula para llamas de dieciocho colores. Bai Xiaochun eventualmente quedó convencido... de que los tres clanes no tenían tal fórmula. De hecho, entre todos los clanes de nigromantes de las Tierras Desoladas, la fórmula para el fuego de dieciocho colores era una de las cosas más escasas imaginables.
—Ah, lo que sea. Solo tendré que esperar a una futura oportunidad de encontrar la fórmula. O quien sabe, quizás el método de Bai Hao pueda producirla eventualmente. —A pesar del hecho de que este montón de tesoros no contenía la fórmula, seguía estando muy emocionado.
—Sí que me gané la lotería esta vez. No creo que pueda acabarme todo esto, ni aunque lo intentara por toda mi vida... —A estas alturas, se dio cuenta que sí que disfrutaba de extorsionar a clanes tan ricos. Comparado a esta extorsión, robar sus campos de almas era algo prácticamente inútil.
—Definitivamente tendré que extorsionar más clanes si tengo oportunidad luego. —Estaba totalmente convencido de que este era el mejor camino a la riqueza. Pero unos momentos después, frunció el ceño y empezó a sentirse incómodo.
—Esperen un momento... son simplemente demasiados tesoros valiosos... Sí me los quedo yo todos, las personas seguro empezarán a llenarse de codicia... y el rey fantasma gigante probablemente tampoco estará contento... —Vaciló un poco, y observó un rato el montón de tesoros antes de tomar una decisión. —Los bienes materiales son geniales, pero mi pequeña e insignificante vida es la base de todo.
Un resplandor pasó por sus ojos, y recordó aquella vez en la Gran Muralla, algo que había hecho un magistrado de ciudad particular. Sus ojos se iluminaron gradualmente. Sacudió su manga y empezó a separar los tesoros del montón.
Terminó su trabajo cerca del anochecer, y entonces salió volando al palacio real sobre la estatua del fantasma gigante. Después de llegar, juntó sus manos respetuosamente y dijo en voz alta, —Bai Hao está aquí para solicitar una audiencia con su alteza el rey.
Silencio... se quedó allí de pie por el tiempo que tarda en quemarse un palillo de incienso. Hasta que se escuchó una voz solemne.
—Adelante.
El tiempo que pasó esperando lo llenó de nervios, así que finalmente suspiro de alivio. Su corazón palpitaba con fuerza, y murmuró consigo mismo que el rey fantasma gigante sí que disfrutaba de sus maquinaciones, luego suspiró al recordar cómo había sido darle bofetadas en la cabeza una y otra vez.
Lamentablemente... esa emoción era algo que tenía que enterrar en lo profundo de su corazón. Aunque fuera diez mil veces más atrevido de lo que era realmente, jamás se atrevería a volver a hacer tal cosa.
Después de calmar sus ideas, puso una sonrisa aduladora en la cara y entró rápidamente al gran salón para toparse con el rey fantasma gigante que estaba sentado solemnemente en su trono.
—¿Volviste? —dijo fríamente el rey—. Sí que causaste un escándalo.
No se veía ni molesto ni contento, y por sus palabras, era imposible saber si estaba elogiándolo o criticándolo.
Bai Xiaochun estaba confundido y nervioso. Ahora que el rey fantasma gigante había recuperado su base de cultivo, era un ser completamente aterrador. Bai Xiaochun no podía sacudirse la sensación de que... con solo una palabra mal dicha, el hombre se enfurecería y lo ejecutaría.
Sin embargo, estaba bastante seguro de saber cómo lidiar con esta versión del rey fantasma gigante, y puso una mirada de emoción tan increíble en su cara, que casi parecía que deseaba poder venerarlo.
—Tal y como lo predijo Su Alteza, los tres grandes clanes rebosaban de riquezas. Almas vengativas, medicina de almas, objetos mágicos, tenían demasiadas cosas como para siquiera contarlas... Sin embargo, en vez de entregarlas, intentaron desafiantemente engañar a su humilde servidor.
—Lamentablemente para ellos, vine a visitarlo a usted antes, y gracias a su inconmensurable favor real, obtuve bastante inspiración y pude ver a través de sus pequeños planes. ¡Hasta logré adueñarme de los tesoros secretos en sus reservas! —Por la mirada en su rostro y la manera en la que decía las cosas, parecía que realmente le estaba dando todo el crédito al rey fantasma gigante.
El rey fantasma gigante no mostraba ninguna expresión, pero había un ligero rastro de irritación en sus ojos. Estaba claro que se estaba volviendo ligeramente inmune a los poderes de la adulación de Bai Xiaochun, aunque aún la disfrutaba un poco.
—Olvidémonos de los Clanes Bai y Chen por un momento, —prosiguió Bai Xiaochun—. El tesoro secreto del Clan Cai es completamente sorprendente. Es una estatua de jade espiritual, de tres metros de altura y extremadamente misteriosa. Emite una luz que sobrepasa hasta a los Cielos, y posee energía espiritual, del tipo más escasa aquí en las Tierras Desoladas. — Mientras hablaba, seguía viéndose increíblemente emocionado, pero también se tomaba el tiempo de evaluar secretamente la reacción del rey fantasma gigante. —En cuanto es expuesta, toda el área circundante de 3.000 metros se llena con una energía espiritual increíblemente fuerte. Si se usa a gran escala, puede sustentar a un clan entero, si se usa de manera individual, ¡contaría como un tesoro precioso para el cultivo personal! —La expresión facial de Bai Xiaochun era extremadamente vívida, y usaba gestos dramáticos para hacer énfasis en sus palabras. Por la manera en la que la describía, era obvio que esta estatua de jade espiritual era completamente única.
Aunque el rey fantasma gigante no había visto nunca esa estatua de jade espiritual, la descripción de Bai Xiaochun la hacía sonar increíble. —Hm. Sí, si lo que dices es cierto, entonces esa cosa sí que es sorprendente.
Sin embargo, a pesar de sus palabras, su rostro se mantuvo completamente inexpresivo.
Bai Xiaochun había estado evaluando las reacciones del rey fantasma gigante durante este tiempo, y después de esta respuesta, decidió dar un paso adelante y bajar su voz.
—Su humilde servidor ya colocó la estatua de jade espiritual en uno de sus patios secundarios señor. Siéntase libre de estudiarla cuando quiera.
Los ojos del rey fantasma gigante finalmente se abrieron ampliamente, y luego una gran sonrisa apareció en su rostro. Esta era la primera vez que le mostraba tanta calidez a Bai Xiaochun. Estaba claro que lo que acababa de hacer Bai Xiaochun lo había dejado muy satisfecho, y hasta se le quedó viendo abiertamente de manera halagadora.
—Este pequeño bandido... —pensó—. Sí que sabe qué decir y cómo decirlo. No solo es habilidoso, también generoso... De paso, sabe cómo comprender lo que otros piensan. —En este momento, la opinión del rey fantasma gigante con respecto a Bai Xiaochun solo mejoraba con cada momento. Pero entonces recordó algo repentinamente y se aclaró la garganta. —Oh cierto, escuché que la esposa del antiguo líder del clan Chen es supuestamente una belleza sin igual, y tiene un físico perfecto para asistir al cultivo...
Antes de que pudiera terminar su frase, Bai Xiaochun sonrío como a sabiendas a pesar de estarlo maldiciendo por dentro. —Su Alteza, ya he llevado a la Sra. Chen a uno de sus patios secundarios. Puede estudiarla cuando quiera señor...
El rey fantasma gigante golpeo de inmediato el posabrazos con su mano. Sus ojos abrieron para verlo ferozmente y rugió, —¡Imprudente! La Sra. Chen es la esposa del antiguo líder del clan, y yo soy uno de los cuatro reyes celestiales, ¡un majestuoso semidiós! ¿¡Cómo podría yo hacer tal cosa!? Si se divulgara algo así, ¿¡qué crees que pasaría con mi reputación!? ¿¡Acaso eres idiota Bai Hao!? ¡Saca a la Sra. Chen de aquí en este instante!

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