JHON DIPRI

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En el pueblo de Telluride, colorado se realiza cada año la fiesta en honor al pavo real, ¿extraña celebración no? lo que la hace mas extraña aun es que si bien es cierto, la fiesta es en honor al "pavo real" pero ¿adivinen que? la comida para esa celebración son los pavo reales, ¡Estúpidas tradiciones!.

Como en todo pueblo, este tipo de celebraciones viene acompañado de muchas actividades entre ellas: montada de toros, tiro al blanco, como olvidar las peleas de borrachos ¡esas son las mejores! y el evento más esperado; Los fuegos artificiales. Una vez terminada la celebración, todos los habitantes regresan a sus hogares acompañados de sus familiares ya que al día siguiente los niños tienen que ir a sus escuelas y los padres a sus trabajos, rutina normal para una vida normal, por lo general estas celebraciones eran un éxito total, todas excepto esta celebración.

Todo pequeño pueblo tiene sus secretos y Telluride no era la excepción, a lo lejos del campo entre el bosque yace una historia perturbadora y es la razón por la cual los pobladores de dicha localidad no se atreven siquiera a mencionarlo o ha pasearse por esa zona. "Coleccionista", es una interesante palabra para describir a una persona que "colecciona" cosas, es cierto, es normal que como humanos coleccionemos todo tipo de cosas; pero Jhon Dipri no era ese tipo de coleccionista.

Se dice que en el siglo XV, muchos sucesos rodearon al pueblo de Telluride; desde animales degollados hasta desapariciones de personas, esto ocasionó que los habitantes del pueblo permanecieran dias y dias encerrados en sus casas por el miedo a que algo les pudiese pasar.

Sam Danford, era un periodista que trabajaba para el Boston Globe uno de los periódicos más famosos de los Estados Unidos, se graduó de la universidad de Boston a los 25 años de la carrera periodismo; En su profesión, Sam era uno de los mejores cubriendo noticias e investigaciones; un talento que sin imaginarlo, le traería un infierno encima.

-"Ring, ring".

-¿Hola?

-¿Sam?, es Jessica.

-¡Jess! Hola, ¿cómo estás? yo...iba a llamarte pero... escucha lo que paso anoche....

-Sam, no es momento para hablar sobre eso ¿está bien?, olvídalo ¿si? solo llamaba para avisarte que scott quiere que cubras una noticia en un pueblo llamado Telluride, en colorado.

-¿Telluride?, ¿Qué mierda es eso? nunca escuche sobre ese lugar, ¿Acaso está en marte? suena como a tallarin chino.

-No lo se Sam, por favor solo...empaca tus maletas y ve.

-Esta bien Jess, solo espero que podamos conversar sobre lo que paso anoche.

-....Adiós Sam.

*Cuelga el teléfono*

¡Carajo!, Telluride ¿eh?, seguramente algún granjero idiota golpeó a su mujer por engañarlo con su cuñado.

A la mañana siguiente Sam subió sus maletas al auto y antes de llegar a su destino decidió pasar por una gasolinera para cargar combustible y comprar unas golosinas para el largo viaje que le esperaba; una vez cargado el tanque siguió su camino por la carretera 66, una carretera muy poco transitada por las personas ya que tiene fama por los accidentes atroces que en ella han sucedido.

Tras horas y horas de viaje mientras se acercaba al KM 15, Sam logra ver un enorme cartel, no muy visible ya que estaba algo sucio y sus letras casi desvanecidas era como si ese pueblo estuviese abandonado, sin mantenimiento ni infraestructuras, de repente el clima cambió; las nubes se oscurecieron y el aire era espeso, ningún alma deambulaba por la zona; Sam se sintió intrigado por saber que le esperaría al llegar al pequeño pueblo y lo que más le preocupaba era saber que nunca antes había escuchado sobre él y tampoco aparecía en el mapa, no sabía a lo que se enfrentaria.

Eran las 6:25 pm, casi anochecía y Sam seguía conduciendo , luego de varias horas de viaje comenzó a sentirse cansado y  entrecerrando los ojos el sueño le invadió cuando de repente una silueta se le apareció en medio de la carretera; Sam reaccionó de inmediato y freno lo más rápido que pudo, esto provocó que el auto de Sam saliera de la carretera.

Sam se bajó del auto; asustado y furioso por lo que había sucedido; para su sorpresa, no encontró a nadie en la carretera esto solo le provocó más enojo.

¡Hijo de puta! , ¡En donde estas! -Exclamaba a gritos.

Cerca de aquel acontecimiento vivía un granjero quien al escuchar el impacto acudió a brindarle auxilio a Sam.

-¿Estas bien hijo, te hiciste daño?

-¿Acaso le parece que estoy bien?- Preguntó irónicamente.

-Esta bien, de acuerdo; tengo un kit de auxilio en mi auto, espera aqui ire por el.

Sam se sentó en una roca a la orilla de la carretera, aun en shock no podía creer  lo que había pasado; de la horrible muerte de la que se libró.

-¡Aqui esta! 

-Dejame vendarte la cabeza. - Dijo el granjero.

- Oiga, muchas gracias de verdad no tiene que hacer esto, pero gracias.

- No hay porque agradecer, te libraste de un horrible accidente; dime, ¿que paso?.

-No lo sé, lo único que recuerdo es haber visto a un idiota cojeando, su rostro era algo extraño parecía como si estuviese cortado.

El anciano guardó silencio. ¿Un hombre de cara cortada? jeje, el golpe seguro te afectó hijo, no hay ningún hombre con la cara cortada aquí - Declara mientras sus manos temblaban.

-Estoy seguro de haberlo visto,-Dijo Sam.

-Listo, ya está - Dijo el anciano; El vendado solo te cubrirá por poco tiempo, sería bueno que visitaras al médico del pueblo el tendrá los medicamentos necesarios para que no se infecte tu herida.

-Muchas gracias Señor, en verdad no sé qué hubiese pasado si no me hubiera asistido. Ya se hace tarde y debo seguir mi camino, le agradezco nuevamente por su ayuda.

-No te preocupes, por suerte vivo cerca, ve con cuidado y trata de no dormirte en el camino.

- Le aseguro que tendré los ojos muy abiertos esta vez, tenga una linda velada.

-Lo mismo para ti, ¡Bienvenido a Telluride!.





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⏰ Última actualización: Jun 18, 2020 ⏰

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