¡Por Laksmi, que si este chico se pone más capas de potingue, va a tener que usar martillo y escoplo para desmaquillarse!
Mueve la pierna de manera constante. Eso me irrita. Creo que está nervioso porque esta es una gran oportunidad para él.
—¿Qué miras? —me dice—. ¿Me queda mal? —Alabama se señala el rostro.
—No —respondo yo reclinado sobre el sofá que hay al fondo del camerino—. Si tu intención es que nadie te reconozca, es un camuflaje perfecto. Sigue así y serás como las estatuas vivientes de la avenida comercial.
—¡Calla, balbes! —Sigue aplicándose colorete—. Tú no lo entiendes. En la tele, el maquillaje tiene que ser más exagerado a causa de los focos.
—Perdona —respondo—. ¿No tendría que haber alguien aquí maquillándote?
—Bueno...—Parece dudar—. Esto es un ensayo de puertas abiertas, no es el evento final, así que pensaron que no hacía falta llamar a los maquilladores.
—Entonces, ¿por qué te maquillas tanto?
—¡D'uh! Porque asisten algunos de los directivos de la cadena a ver la programación de la gala y quiero que mi número no esté en la lista de los prescindibles de última hora. ¡Debo lucir perfecto!
La puerta se abre como si le hubieran pegado una patada los GEOS. Hasta los espejos del tocador tiemblan. Es esa amiga escandalosa de Alabama que nos ha recibido al llegar. Creo que se llama Regina.
—Alabama, amor —le dice—. Ya está. No más maquillaje, parecés de cera. —Alabama se mira preocupado al espejo—. A todo esto, ¿a cuánta gente invitaste al ensayo? Esto semeja tu funeral.
—¿Por qué lo dices? —pregunta él.
La respuesta llega enseguida. Una figura diminuta pasa entre las piernas de la mujer y derrapa por el suelo.
—¡Este va a ser mi camerino cuando sea una roquera famosa! ¿Verdad, mamá?
Una corpulenta mujer aparece a las espaldas de Regina.
—¿Este cuchitril? ¡Como tu futura representante, me opongo! —sonríe.
La niña echa unas risillas y luego se abalanza sobre Alabama.
—¡Alabama!, ¡vas a salir en la tele!
Alabama la coge en el aire.
—¡Mneme, Alcina! ¿Qué hacéis aquí?
—Venimos a darte ánimos —exclama la niña.
—Si no es la gala.
—Bueno, tenía que recoger a Mneme de clase de guitarra aquí al lado, así que pensé en venir al ensayo abierto y hacer ovaciones para manipular la mente colmena de la directiva del canal. ¿No decías que iban a estar presentes?
—De verdad —Alabama sonríe—, estáis en todo.
—Eso sí, queridas, con sentido —replica Regina—. Esto no es Disneyland Paris. —A Mnemosine—. Pórtate bien, pequeña.
La niña levanta una ceja en su dirección. Tiene carácter.
—Encantada de verte otra vez, Regina. Por favor, no prejuzgues a mi niña —alega Alcina.
—Sí, qué bueno veros, Alcina. Por favor, procura que tu niña no agarre la pierna de nadie y la use de guitarra eléctrica otra vez.
Duelo de miradas, duelo de titanes. ¿No se llevan bien? No, todo lo contrario, son amigas. Aunque hay algo más, algo que no consigo descifrar.
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Realidad modulada (Libros 1 y 2)
FantasyDefraudado con el mundo, Moses, un cuentacuentos con alma de filósofo, decide suicidarse una noche de invierno. Mientras se hunde en el frío lecho del río, el misterioso Hombre Polilla, la criatura que habita en sus sueños, le pregunta: «Moses Gent...