4.-Hay que limpiar esto.

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Lloró, toda la noche, no le abrió la puerta a Tania y se quedó comiendo galletas hasta muy tarde mientras acariciaba a Hunter que le limpiaba la cara con lamidas asquerosas.

Se había sentido tan bien al inicio.
Quería sentir más, eso que nunca nadie le contaba u leía, eso que los jóvenes con los que nunca se juntaba solían gritar en clases cuando el docente no estaba.

Quería... ser tocado y no tener que experimentarse solo.
Estaba actuando desesperado pues en sus novelas románticas decía que cuando se deseaba algo pasajero ... la forma de pedirlo era directa y si quería algo romántico... tomaba demasiado tiempo. Las citas por Internet eran un fracaso que solo lo hacía sentir peor.

Por todas esas cosas juntas ahorraba con desespero por una cura, y justo ahora aparecía esta persona en su vida que le hizo olvidar sus temores por varias horas. Louis era el primero que ... no lo veía como un freak y le agradaba eso.

Se sentía muy bien tener alguien con quien confiar lo que sea y quería más.
Su paciencia, en cadenas, de pronto se mostró alborotada con el primer beso que dio aquella noche.

Lloró, porque recordaba a cada instante que lo había arruinado.

A pesar de haber escuchado tantas cosas durante el trascurso de su vida, aun no entendía por qué las orientaciones sexuales eran algo con lo que tenías que nacer para sentirte orgulloso.

Nada del tema tenía sentido, no estaba tan informado pero no le importaba y sentía que le enloquecía pensarlo. Tan mal se veían las cosas?

El terror lo invadió por minutos. Qué iba pasar si algún día atrapaba la cura a su ceguedad y lo que veía no le gustaba? Sería el fin? No quería odiar a nadie. Sacudió la cabeza varias veces tratando de sacar esa idea y pensamiento de :'Mejor me quedo así.'






El martes despertó desesperado por lo tarde que su alarma le había dicho que era.

Se vistió con lo que supuso correcto y al oír el claxon del auto fuera de su casa...sudó. Incluso había olvidado darse una ducha.

Tomó a Hunter y abrió la puerta respirando hondo, gracias al viento fuerte, el perfume que caracterizaba a Louis llegó a su ser.

Ojalá sus ojos no se vean como los de un pez desp-

"Hola. Estás bien?
Parece que... estuviste llorando."

Joooder, necesitaba usar lentes aunque eran muy incomodos . "No, vamos."
Una mano en su pecho lo inmovilizó. "Vamos."

"No quería hacerte llorar, yo-"

"Louis."

"Está bien pero no podemos ir."

"Qué? Por qué?"

"Tu... tu saco está sucio. "

Las mejillas le ardieron, ayer después de aquel beso ... no pudo evitar hacerlo y no recordaba donde había dejado aquello con lo que limpio el fluido. Quizá y se lo había puesto "..."

"Está bien, no pasa nada. Solo vayamos por un saco nuevo y a la escuela. "

Asintió dejándose guiar y con la vergüenza de su alma se mantuvo en silencio ignorando los comentarios de Louis sobre el clima.

Louis no le debía nada pero algo esperaba de él.



El Tacto De Los ColoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora