Adrinette en abril

23.- Revelación del traje de banana

Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 278.

23.- Revelación del traje de banana

Adrien se levantó antes que ella, se vistió, y se puso a preparar el desayuno. Mientras esperaba a que el café subiera y la tostadora escupiese sus tostadas, peló una banana y la mordisqueó distraído, apoyado en la encimera de la cocina revisando los mensajes de su móvil. Nada interesante, nadie aceptándole como modelo, tendía que buscar un plan B o su economía se iría a pique en pocos meses.

Marinette salió del cuarto, en pijama y bostezando, cansada porque se había ido a dormir demasiado tarde de nuevo. Adrien la reñiría por estar trabajando demasiado, pero necesitaban ingresos extra. Se detuvo a observar a su flamante novio distraído con el móvil comiendo una banana, las comisuras de sus labios se curvaron hacia arriba y su barbilla tembló al tratar de contener una carcajada que, a su pesar, huyó de su garganta sobresaltando a Adrien.

—¿Qué?

Ella trató de hablar entre risas, articulando palabras incomprensibles a medias, tomando aire con dificultad y con las lágrimas asomando.

—Marinette, ¿qué es tan divertido?

—Es que... he tenido una revelación —logró pronunciar de manera entrecortada.

—¿Querrías compartirla conmigo?

—Acabo de darme cuenta de que tú... —musitó echándose a reír de nuevo. Adrien enarcó una ceja esperando a que continuase—. Que tú eras el del traje de banana.

»Banana Noir.

—¿De verdad? ¿Ahora? ¿Después de seis años?

Ella asintió incapaz de seguir hablando, imaginando al perfecto y elegante Adrien Agreste dentro del traje de banana. Si alguien llegase a saberlo jamás se armaría un gran revuelo.

—Muy bien, ratoncita —musitó él divertido—. Disfruta de tu descubrimiento, encontraré algo vergonzoso de lo que reírme el próximo día que prepares el desayuno.

Fin

Notas de la autora:
¡Hola! Esto es, sin duda, lo más absurdo que he escrito nunca. Había pensado en reescribirlo, pero al final lo dejé tal cual.