Enamorarse de un Asperger

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Mantener una relación amorosa es uno de los mas grandes desafíos al que se podría enfrentar una persona y es un desafío aún mayor para una persona con Asperger y para quien es pareja de un Asperger.

Por otra parte, la gente con Asperger puede sentirse atraída por alguien con un perfil o aptitudes similares, en vez de por una persona neurotípica, o por alguien con cualidades totalmente opuestas a las suyas.

Pero a pesar de ser un verdadero reto en cualquiera de los casos, existen ejemplos de personas con Asperger que han logrado mantener relaciones duraderas.

Una relación en la que existe un miembro con síndrome de Asperger, sea del tipo que sea, es posible si se toma en cuenta que ambos deben tener la disposición de afrontar ciertas dificultades.

Ambos miembros en la relación, el Asperger y el neurotípico deben aprender a flexibilizar sus rutinas y a crear un espacio para dos, así no se sentirán invadidos sino que compartirán un mundo en el cual ambos son dueños.

En una relación amorosa, los hombres con Asperger suelen ser muy honestos, leales y trabajadores, serán fieles y permanecerán con su pareja elegida para toda su vida. Darán y ofrecerán el amor de la manera que les sea posible.

Si sus parejas entienden el Síndrome de Asperger van a ver que esta entrega se llevará de una forma pragmática.

Entre otras cosas, la relación de pareja con una persona que tiene síndrome de Asperger, mejora sustancialmente, cuando se eliminan convencionalismos sociales, que para el miembro con Asperger son muy difíciles de ejecutar o se perciben como intensas.

Por ejemplo todo mejora cuando se elimina la obligación de tener que socializar con la familia o las amistades de la persona neurotípica.

Igualmente, muchas mujeres que son pareja de hombres con síndrome de Asperger explican dinámicas similares en sus relaciones: un inicio de la relación intenso que tras un tiempo da lugar a un marido distante y abstraído en sus intereses.

Hay muchas personas con Asperger, no todos, que tienen cierta dificultad para demostrar afecto a la persona que aman, lo que causa frustración en la pareja.

Pero para ello se puede utilizar el siguiente remedio: pedir afecto. Los Asperger no siempre entienden el momento en el que es más indicado demostrar afecto, por lo tanto, si se pide afecto explícitamente, es posible lograr esos abrazos y ese cariño que tanto se desea.

Cuando por un motivo u otro empezamos a flaquear, a huir de ocasiones señaladas, al principio con enfermedad, “me duele la cabeza” o “creo que me he resfriado”, y más adelante con un simple “no me apetece”, “no quiero”, nuestra pareja es probable que se sienta defraudada, decepcionada o simplemente no entienda el cambio.

‪Por todo esto, cuanto antes se acepte que la persona con un/a Asperger de pareja está en el espectro y nunca va a salir de él, antes se podrá llegar a acuerdos respetuosos, que mantengan la relación en su estado óptimo, creando un entorno de felicidad para ambas partes.

El Asperger hace esfuerzos de socialización puntuales por su pareja y es extremadamente leal y entregado siempre que no suponga un desgaste insoportable.

Si el neurotípico acepta que su pareja nunca cumplirá con sus expectativas sociales todo el tiempo, la persona con Asperger podrá cumplir el papel ocasionalmente y tendrá más confianza para pedir la ayuda que necesite en esas ocasiones.

Del mismo modo, cuando la persona Asperger vea el esfuerzo y sacrificio de la persona neurotípica, es muy probable que entienda que el neurotípico necesita participar en eventos sociales.

En ese instante la persona con Asperger se mostrará con mayor receptividad a la socialización, a trabajar en conjunto, para la satisfacción de ambas partes.

De hecho no se puede obviar que también hay aspectos positivos peculiares que poseen los sujetos con Asperger y que aportan a la relación.

Por ejemplo, al ser más inteligentes de lo normal, pueden resolver los problemas más rápido, así también pueden optar a buenas carreras profesionales, aportando en la economía del hogar; son puntuales, meticulosos y exigentes en el trabajo ganando el respeto de los jefes y teniendo un menor riesgo de despido.

También, como no se atan a una vida llena de reglas, pueden ser grandes pensadores y tener una buena comunicación con su pareja; al tener dificultades para mentir tienden a ser mucho más fieles que las parejas neurotípicas.

Resulta que con el tiempo son frecuentes pequeños desencuentros en la pareja y malentendidos, porque la persona neurotípica no tiene en cuenta las necesidades del Asperger y el Asperger no puede continuar con el nivel de esfuerzo que supone complacer las exigencias sociales del neurotípico.

En el inicio de la relación es común que se hagan mil esfuerzos por satisfacer a la pareja neurotípica, porque desean poder mantener el nivel de sociabilidad y normalidad deseado por la parte neurotípica.

El esfuerzo cuesta mucho a la persona con Asperger y puede llegar a desencadenar migrañas, mal humor u otras somatizaciones.

Con el tiempo las dificultades se acumulan y ya no es posible mantener ese esfuerzo constante. Se trata de un nivel de presión interna muy elevado para la persona con Asperger y, con el tiempo, les deteriora y deteriora el vínculo con su pareja.

La comunicación y la reciprocidad emocional son los ingredientes clave, para mantener una relación que funcione y si uno de los miembros de la pareja es incapaz de dar, o incluso de comprender la necesidad de comunicación y el intercambio de emociones, entonces es casi seguro que la relación va a ser dificultosa.

La aceptación permite tomar medidas, para restituir la falta de atención emocional, que la persona neurotípica considera, que ha estado sufriendo.

Algunas parejas son capaces de atribuir los problemas al síndrome de Asperger y dejar de culparse el uno al otro, así que pueden llegar a funcionar bien, si ambos entienden sus diferencias y trabajan para desarrollar una forma de comunicarse diferente y mejor.

La consecución de este objetivo dependerá de la relación que tenga la pareja, del nivel de compromiso y de la aceptación total por parte de ambos de la presencia del síndrome de Asperger.

No hay que olvidar, sin embargo, que hay muchas personas con Asperger, no todas, que tienen cierta dificultad para demostrar afecto a la persona a la que aman, entre otras cosas porque los Asperger no siempre entienden el momento en el que es más indicado demostrar afecto.

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