⸙ ꪊꪀꪮ

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—Ya lo sé, pueden irse. Estaré bien. —Gruñó con frustración cuando sus padres lo abrazaron, su madre dejó un beso en su mejilla y su padre le apretó el hombro.

—Te queremos, cuidate mucho y no causes problemas. —Ambos adultos se fueron de allí en el carro dejando a Jeno junto al bus escolar que lo llevaría al famoso campamento. Apretó la correa que colgaba de su mochila y se dispuso hacer la fila para subir, una chica con el logotipo del campamento en su camisa, tacho su nombre de la lista y le permitió subir dándole una gran sonrisa de bienvenida, acto que por supuesto Jeno ignoro y continuó con sus pasos hasta llegar al fondo del bus donde tomó asiento junto a la ventana.

   Unos minutos pasaron hasta que alguien carraspeo a su lado, Jeno le dirigió su mirada al chico de cabello rosa y rostro definido que lo miraba fijamente allí parado.
El chico miró la mochila perteneciente del pelinegro que ocupaba el asiento de al lado y luego volvió a mirar a su dueño.

   Quito su pertenencia y le permitió al atractivo chico sentarse a su lado. Jeno estaba totalmente sorprendido el chico era demasiado bonito, y no dejaba de mirar con disimulo esos labios tan rosados como su cabello. Él podría jurar que jamás había visto a alguien tan hermoso o por lo menos no en persona. El chico parecía un ángel con su piel tan pulida y ese aura de puresa que irradiaba. Pero su expresión era seria.

—¿Te gusta lo que ves? —el peli negro se sobresalto al ser descubierto, y volteo el rostro de vuelta a la ventana aunque el chico no lo había mirado—Lo tomaré como un si. —Jeno se mordió el interior de su mejilla y raprimio una sonrisa.

   El camino fue largo pero tranquilo. Jeno se había quedado dormido en el hombro ajeno sin saber y al llegar este tuvo que carraspear de nuevo.

—Llegamos. —El peli-negro levanto su cabeza y parpadeo despacio para luego mirar al chico a su lado. Nisiquiera se acordaba endonde estaba, ver el rostro de ese chico fue suficiente para volver a la realidad, creyó que había sido un sueño, que no había un chico jodidamente hermoso sentado junto a él, pero se frotó los ojos con sus manos y para su sorpresa este estaba allí mirándolo con curiosidad.

   No le gustaba nada tener que ir a ese campamento, el amaba pasar el tiempo con su familia de viaje. Pero sus padres decidieron darse un tiempo para ellos dos solos y lo enviaron allí.

   Todos comenzaron a bajar, el lugar era grande rodeado de bosque y más, se podía notar un letrero grande con las direcciones del lugar en forma de mapa y también como una lista de lugares, luego había unas flechas que indicaban los sitios.

    Jeno estaba entre los demás estudiantes escuchando sin interés alguno lo que los mayores decían, unos chicos se quejaban y otros y hacían alboroto. Volteó buscando con la mirada al lindo chico con cabello rosa y cuando lo encontró este le hizo una señal para que lo siguiera o eso quería creer Jeno, porque sigilosamente salió de ese montón de estudiantes y con pasos apresurados alcanzó al extraño chico solo un par de pasos atras.

—¿No deberíamos volver? —Preguntó bajo detrás de él.

—Van a ir a la piscina primero y luego los harán en parejas para compartir cabaña. —El chico camino hasta llegar a un lago y se sentó frente a este debajo de un gran árbol, siendo seguido por Jeno quien sin decir palabra alguna se sentó junto a él. —Pero si quieres volver, puedes hacerlo.

—¿Como sabes lo que harán?, ¿Vienes seguido?

—Todos los años. —Jeno hizo una mueca ante eso, si él no aguantaba una vez, no podía creer que ese lindo chico viniera todos los años. Ambos se quedaron mirandose fijamente, el chico sonrió y Jeno juro que podría morir ante esa expresión tan encantadora.

—¿Te gustan los dulces?—Este lo miró confuso pero asintió en respuesta y siguió con la mirada lo que hacía, sacó de uno de sus bolsillos un pequeño dulce, abrió el envoltorio y clavando nuevamente sus ojos en Jeno se lo metió a la boca, de manera lenta y un tanto provocadora. El peli-negro no entendía lo que hacía hasta que el chico se acerco a él, tomó su cuello con una de sus manos y lo acercó suavemente.

    Jeno se dejó llevar posando sus manos en la cintura del chico, y cuando ya estuvieron muy cerca recibió gustoso los labios contrarios besándose dulcemente con el chico que acababa de conocer y del cual no sabía nada, nisiquiera el nombre. Abrió la boca y le dio paso al jugoso dulce creando un roce de lenguas que le encanto. Él de cabello rosa se distanció un poco y sonrió de nuevo, el dulce era de sabor a cereza, pero sus labios eran el mejor sabor que Jeno hubiera probado antes.

—Mi nombre es Jaemin. —Susurro mirando los labios ajenos.

—Jeno. —Al pronunciar esas palabras ambos conectaron de nuevo miradas y sonrieron gustosos.

Tal vez ninguno supiera con exactitud lo que pasaba, pero les gustaba, y mucho.

SEXUAL TEMPTATION ⸙ Nomin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora