You don't own me.

Capítulo 1

Hace un día nublado, son las 6:00, comienza el primer día de instituto. Kat se levanta y se dirige a la ducha. Repasa todas sus instrucciones y se repite varias veces a sí misma que sólo serán 3 meses. Se viste con algo discreto, algo que tape todas sus marcas, y repasa la información del sobre. 

 Alex Blackmore, 17 años, 2ºB.

-Está bien Katerina, actúa como una más -se dijo a sí misma.

7:00 bajó la escalera de su apartamento y salió al exterior. 

Caminó por las calles de ese pequeño pueblo, observando el paisaje y estudiando el comportamiento de los humanos, había mucha gente en la calle, algo que le resultaba extraño para la hora que era. Muchos de ellos parecían adolescentes, como ella y parecían dirigirse al mismo lugar. 

Llegó al enorme edificio en el que pasaría sus próximos 3 meses. Aún le faltaba media hora para entrar, así que se dirigió a la cafetería de enfrente. 

-Un descafeinado con leche y una cucharada de azúcar por favor - le pidió Kat a la camarera. Enseguida le sirvió - Gracias. - y se dirigió a una pequeña mesa apartada en una esquina del local.

Su mirada se dirigió a un pequeño grupo de personas. Cuatro chicos y una chica. Dos de esos chicos parecía gemelos, ambos tenían pelo rubio y  rizado, ojos verdes y la misma sonrisa, se podían diferenciar uno de otro en la forma de su nariz, uno la tenía picuda y delgada, y el otro la tenía más chata y ancha, ambos vestían unos pantalones negros y camisetas simples, una morada y otra azul. Otro de ellos era alto, pelirrojo y parecía sacado de una revista adolescente, vestía unas bermudas surferas y camiseta de tirantas. La chica era también pelirroja, también alta y tenía un aro en el labio y una raya en la ceja, vestía una camiseta de Nirvana larga y unos pantalones vaqueros rasgados. Y por último, aquel chico moreno, con ojos verdes, vestido con una camiseta deportiva aparentemente de algún equipo y unos vaqueros rasgados. También lucía un aro en el labio, y diferentes pendientes en la oreja derecha.

Estaban hablando aparentemente de la vuelta a las clases y de las pruebas de lacrosse para ingresar en el equipo.

-Yo creo que este año te tocará ser capitán -le dijo uno de los gemelos al chico moreno.

-No sé yo Will, este año hay muchos alumnos nuevos y muchos de ellos parecen interesados en entrar en el equipo -dijo el chico moreno con una media sonrisa.

-Venga ya Alex, sabes que eras el mejor de nuestra promoción, solo eras superado por aquellos de dos cursos por delante - dijo el otro gemelo, el de la nariz puntiaguda -, me duele decirlo, pero tengo que admitir, que cuando se trata de Lacrosse, nadie te gana, eso si no hablamos de baloncesto, donde ya sabes que Will y yo te daríamos una paliza - todos se rieron y le dieron una palmadita en la espalda a Alex.

¡Alex!, ¿será este el chico? Parecía un chico normal y corriente, no sé por que Matt piensa que es especial, pero bueno, una misión es una misión, a pesar de lo desagradable y aburrida que sea. 

Katherine siguió observándoles espectante y pendiente a la conversación. 

-Estaría bien ir al Notredame pub por la noche y echar  allí unas partiditas de billar -dijo la chica - ¿qué pensáis chicos?

-SÍ, -dijeron los dos gemelos a la vez - necesitaremos pasarlo bien y contarnos los cotilleos después del primer día de clase. ¿Qué opinas Jake?

-Por mi de acuerdo, siempre y cuando no me toque jugar en el equipo de Ana -dijo el chico sacado de una revista sonriendo y echándole una miradita a la chica que estaba con ellos. Ella le respondió con un pequeño empujón amistoso.

-¿Y tú Alex? -dijo Ana.

-No sé, tengo cosas que hacer, quiero entrenar para las pruebas de lacrosse y tengo que ayudar en casa -dijo Alex removiendo la cuchara de su taza.

-¡Venga ya, lo pasaremos bien! Has estado entrenando todo el verano, no te hace falta practicar más - insistió uno de los gemelos, el que creo que se llama Will.

-Bueno, está bien, intentaré sacar algo de tiempo e ir, pero no prometo nada -dijo finalmente.

-¡BIEN! Entonces... ¿Allí a las 8:30? - dijo la pelirroja mirando a todos mientras recogía sus cosas -Perfecto, me voy ya que no quiero llegar tarde el primer día, luego nos vemos -se despidió con un gesto con la mano y abandonó la cafetería.

No tardaron mucho antes de que los demás recogieran sus cosas y se levantaran de sus asientos, ninguno de ellos se percató de mi presencia. Tomé nota de todo lo que habían dicho: 8:30 Notredame Pub, tiempo antes, campo de Lacrosse.

Recogí mis cosas y me dirigí al instituto.