Llévame a la cima... (Douglas Booth as Nikki Sixx)

1.48; Sueños.

Narra Tommy:

En absoluto era de las personas que disfrutaba ducharse con agua fría por la mañana, y menos si las ocho en punto marcaban el reloj de mi despertador. La noche no había sido mala para mi. Dormí como hacía mucho no lograba hacerlo. 

Y cómo no  iba a ser así, después de tener Gunner sobre mí jadeando mi nombre entre suspiros. Y como no me iba a despertar feliz después de haberla tenido debajo de mi abdomen, arañandome la espalda mientras la embestía de la forma más dulce que mi pelvis permitía.

- Aha, sueña, Tommy - Bufé para mi mismo después de tomar la toalla que colgaba del perchero fuera de la ducha.

Aquellos sueños húmedos habían dejado de ser recurrentes en  mi, por lo menos después de haber dejado de fantasear con la maestra de pintura en la secundaria.

Salí del baño con cautela mientras escuchaba el bullicio de mis padres en la cocina y mi hermana corría despavorida al baño.

- ¡Tardaste años Tommy! - La escuché gritar mientras cerraba la puerta detrás de ella -¡ Maldita se, no hay papel! - Reí para mi misma después de escucharla.

- ¡Mamá, Athena dijo una maldición! - La acusé burlonamente mientras cerraba la puerta de mi habitación detrás mío.

Dejé caer la toalla de mi cintura mientras buscaba una trusa en una pila de ropa limpia sobre mi cama. Lo demás solo lo tomaba de lo que se me iba cruzando sobre el piso de mi recamara. La mayoría de ropa limpia, solo que yo era bastante desordenado.

Alboroté mi cabello húmedo con un poco de crema para peinar untada sobre las palmas de mis manos, y listo, estaba preparado para ser un hombre productivo en un Domingo de Enero por la mañana.

Bajé a la cocina mientras el olor a pan tostado y café recién hecho inundaba mi sentido del olfato.

- El mío con mermelada mamá - Me senté junto a mi hermana mientras esta me rodaba los ojos con diversión. 

Mi atención estaba perdida en otra parte del mundo. Y lo noté después de que mi padre se sentara frente a mi con el periódico en la mano llamándome por mi nombre en repetidas ocasiones.

- Hijo - Habló un poco más fuerte. Lo miré sin apresurarme y algo distante - Tu madre pregunta si quieres huevos con tocino.

- Amm si - Pase una de mis manos sobre mi rostro - Y maple.

- Papá, no desperdicies saliva - Habló Athena mientras un bocado de pan asomaba en su boca - Está enamorado, wuuuu - Rió sin ironías en la voz.

Mi madre acercó un café caliente a la mesa y lo colocó frente a mi - ¿Es linda? - Me preguntó con una sonrisa sobre su rostro mientras yo me sonrojaba de más.

Y la recordé con aquel vestido de piel bailando a mitad de sus piernas. La recordé mientras miraba a Nikki sin darse cuenta de lo bastardo que era, o simplemente omitiendo esa parte de él. La recordé siendo tan autentica que me hacía vomitar de ternura.

- Sí - Hablé atontado y tomando un sorbo de café que me quemó hasta el alma. Me tragué el dolor y me levanté de la silla tomado mi chaqueta de cuero del respaldo.

- ¿No terminarás tu desayuno, hijo? -Habló mi padre en voz tranquila.

- Amm, esque tengo que ir a... - Yo si era idiota de verdad. Había olvidado pedir la camioneta prestada - ¿Papá, crees que podrías prestarme tu camioneta?

Me miró por un segundo sin entender nada - ¿Para que la necesitas, Tom?

- Nikki me pidió un favor - Diría una verdad  medias - Una amiga suya viene de Seattle y necesita que le ayuden con la mudanza.