T°1- Capítulo 33

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WILLIAM'S POV

Le había confesado todo a Daniela. Ella estaba llorando, con todo su maquillaje corrido y su ropa desalineada. Daba igual.

Ella siempre se veía perfecta.

En un momento me abrazó. Se sentía fantástico, hasta que ella se separó unos segundos, me pidió perdón y luego...

-Te quiero.- Dijo Daniela. Sus ojos seguían cristalizados, pero al mismo tiempo tenía una pequeña sonrisa es su rostro que nunca antes la había visto.

Pero esa no es la verdad. Ella seguramente me ha dicho ese "Te quiero" como amigos o por pena.

Lástima que yo no lo siento como ella lo siente.

-Yo también, Dan. Eres una muy buena amiga.

DANIELA'S POV

-Yo también, Dan.- Dijo Will mientras me sujetaba la barbilla.- Eres una muy buena amiga.

¡ ¿ A M I G A ? !

Supongo que no siente lo mismo que yo. Será mejor olvidar esto.

-¿Dan?- Llama mi atención William, sacándome de mis le pensamientos de desilusión.

-¿Si?

-Te tengo una sorpresa, pero está en mi auto. ¿Vienes?

-¡Claro! Solamente déjame pagar la cuenta.- Dije mientras me dirigía al mostrador donde se encontraba Manuel ordenando unas cosas.

-Hola, te vengo a pagar la cuenta, ¿Cuánto es?- Dije sacando mi cartera.

-No seas boba, la casa invita, ve tranquila. Nos vemos.- Dice Manuel dejando ver sus hermosos dientes y encantadora sonrisa... pero no tanto como la del recepcionista. Esa sonrisa era olímpica. Créanme.

-No, dale, te tengo que pagar, aparte te dejé un océano de lágrimas en la mesa.- Queda de más decir que no fui la única que lloró.

-Shhh. Adiós, nos vemos luego Daniela.

-Adiós Manuel, hasta pronto, Gracias.

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Nos dirigimos al auto de William y el al llegar sacó del baúl un estuche grande. Me sonaba conocido de algún lado pero no sabía donde.

-Mira, se que es tarde ya, pero hoy, luego de levantarme fui hacia el departamento en el que vivíamos Sol y yo. Me acordé que ella hacía patinaje artístico y me parece que tú hacías patinaje artístico, ¿Te gustaría ir a un parque a patinar?

-¡Me encantaría!- Dije dando saltitos.- pero, ¿cómo sabías que yo hacía patinaje artístico?

-Es que sol tiene un cuerpo muy parecido al tuyo, las piernas, todo.

-Eres todo un detective. Ahora vamos.

Subimos al auto y él manejó hasta un parque, ya estaba todo oscuro, la única luz que había era la de los faroles. Daba igual, mañana no tendría que hacer nada, más que esperar a los llamados de mis entrevistas de trabajo... ah y casi me olvidaba, me tengo que juntar con Marco y Pau para hacer una maqueta para la Universidad. Pero eso más tarde, todavía tengo seis días.

¡Y damas y caballeros, así se posponen eventos como una verdadera vaga como soy yo!

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William me ayudó a ponerme los patines. Algo raro pasó es ese momento. Nuestras manos rozaron. Sentí un hermoso cosquilleo en todo mi cuerpo, fue fantástico y luego de eso, los dos nos miramos, pero no dijimos nada. Fue un siencio que bastó más que mil palabras. Al segundo retiramos nuestras manos, como nuestras miradas.

Patiné un poco, William no, porque no sabía, pero el me sostenía de la cadera, ya que si bien yo solía hacer patinaje artístico, ya me olvidé y era como empezar de cero. Aparte, me encanta la sensación que tengo cuando Will me agarra de la cintura. Me da seguridad.

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-¿Tienes hambre?- Pregunta William luego de sentarnos en una banca.

-Ahora que lo dices, un poco.

-Venga, vamos a mi casa, llama a Ángel y si quieres a tu prima, podemos pedir pizza.

-Está bien... Voy a pensar lo de Antonieta, pero acepto tu oferta

-Genial.

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Antes de entrar al apartamento de los chicos fui a buscar a Angie y a Antonieta.

-¿Daniela?- Pregunta Antonieta al verme.- ¿Podes venir a mi cuarto?

-Está bien...

-Mi madre me dijo que me tenía que volver a Argentina.

¡ESTO ES UN SUEÑO HECHO REALIDAD! (Claramente esto lo estaba gritando en mi interior)

-¿Por qué?

-Porque mi mamá se dio cuenta que yo fumo, no se cómo y quiere que vaya así puedo dejarlo.

-¿Fumas?

-Sí, un paquete al día.

-Eso es demasiado, Amanda. Espero que puedas recuperarte.- Tal vez ella no era la persona a la que más quería, pero ella era mi familia, y no quiero sufrir pérdidas.

-Gracias, y perdón si fui una molestia, pero me cuesta admitirlo, estaba celosa.

-¿Celosa de qué?- Pregunté con asombro.

-De que vos estés cumpliendo tu sueño, todo te sale fantástico y a mi no. Supongo que era una especie de venganza o algo contra vos y tu vida.

-Está bien Amanda, ¿Queres ir a comer pizzas en el departamento de los chicos?

-No, perdón, pero tengo que descansar, mi vuelo sale mañana temprano.- Dice mientras agarra su pijama.

-Está bien, no pasa nada.

-¿Daniela, te puedo pedir un último favor?

-Claro.

-¿Me puedes llevar al aeropuerto?

-Sí. Duerme bien. Adiós.- Dicho eso me fui al apartamento de los chicos a pasar un buen rato con Ángel.

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HOLAAAAA
No se pueden quejar, como cinco capítulos en menos de una semana. Además, en Argentina, en este preciso instante en el que estoy escribiendo, son las 7:05 am.
Todo por querer ganar una apuesta con mi mamá.
Igual no estuve totalmente sola, mi celular, una botella de jugo y Netflix me acompañaron toda la noche.
Joda! Me quede charlando toda la noche con una amiga hasta ver el amanecer. Coolísimo.

Así fue Daniela a las entrevistas de trabajo. (Foto de arriba)

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Besitos,
Julieta.

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