Taehyung despertó sintiendo agradablemente cálido, envuelto en mantas además de los brazos de su esposo, sonrió viéndolo, el increíble rostro de Hoseok era iluminado por los rayos de sol que atravesaban las cortinas, permitiendole apreciar los rasgos tan distintivos de su rostro, se estiro un poco para besar los suaves belfos ajenos comenzando a acariciar la mejilla de Hoseok
-Buenos días Taetae
Sonrió porque el mayor tenía esa costumbre de hacerse el dormido
-Buenos días Hobi~~ te he dicho lo hermoso que eres?- mientras hablaba acariciaba con parsimonia el cabello negro del mayor
-Me lo dices todos los días, cada que puedes, y sabes que eres aún más hermoso que yo -el más joven sonrió avergonzado
-No es cierto Hobi, tu eres aún más hermoso
-Ya, bien, tu ganas, tu eres mas hermoso, ahora vamos a desayunar - el menor puchereo al menos hasta que su esposo lo cargo en brazos llevándolo a la cocina, mientras permanecía en sus brazos y el ligero movimiento de los pasos que daba movían su cuerpo se dio el tiempo de apreciar cuán feliz era al lado de Hoseok, aunque llevaban pocos meses de casados podía decir que su vida era perfecta, tenia un esposo amable, trabajador, cariñoso, atento y caballeroso, no podía pedir nada mas que eso.
Al llegar a la cocina bajo de los brazos de su amado y comenzo con la preparación del desayuno mientras el mayor se ocupaba de encender la cafetera y buscar la vajilla que usarían, al final preparó unos simples rollitos de huevo, algo rico y ligero, durante el transcurso del desayuno miraba al mayor cada dos por tres, recordando la noche que tuvieron ayer, cuando su esposo le hacía el amor con suma delicadeza y dedicación.
-Voy a gastarme si me sigues mirando -bromeó
-Es que es imposible no mirarte, es como estar en un museo y no apreciar el arte
-Exageras Taetae- limpio su boca y dejo sus cubiertos sobre el plato- Iré a cambiarme, debo ir al trabajo
-Está bien Hobi, deje tu traje acomodado en el armario, lavare los trastes por lo mientras
-Gracias precioso, no tardaré
El mayor desapareció tras la puerta de la cocina, comenzo a lavar los trastes mientras tarareaba una canción, se sentía plenamente feliz, nunca pensó que pudiera llegar a este punto de felicidad pero aquí estaba, siendo un hombre casado, joven, en la plenitud de su vida, con una casa hermosa y un marido ejemplar.
El día comenzó a transcurrir con normalidad después de que Hoseok se fue a trabajar, se ocupó de limpiar su alcoba, lavar la ropa sucia, preparar su comida, mandarle mensajes a Hoseok para decirle que se cuidara, aspirar la sala, planchar la ropa, ver televisión un rato y preparar la cena, en eso consistía su rutina de toooooooooodos los días...