El Chico Come Galletas

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Hola a todos , hace tiempo escribí esta historia pero la narración pensé que era horrible y algunas partes necesitaban arreglo, quiero terminarla pero quiero que sea mejor para ustedes, y les guste leerlo.
Espero que les guste. ❣️
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Haruhi

Un pequeño rayo de sol entro por la ventana, mi vista se abrió de a poco para acostumbrarse a la luz, que extraño que se ilumine tan temprano, aun ni siquiera ha sonado mi alarma, aunque al ver junto a mi, el despertador no estaba, ¿lo habré movido anoche?, de todas maneras era mejor levantarme rápido. Me dirigí al cuarto siguiente donde dormía Misaki, y pude verlo en una nueva posición extraña durmiendo, con la almohada húmeda con saliva.
-arriba, levántate - le dije mientras sacudía su cuerpo para despertarlo, pero este no reaccionaba. Comencé a moverlo muy fuerte pero sólo se reía dormido. - ohhh que mala suerte, como Misaki no se levanta, tendré que ir a buscar un vaso con agua para despertarlo - me escondí tras la puerta, por lo que pude ver el salto que dio para levantarse gritando -¡Ya desperteee! - cambiándose rápidamente, sin darse cuenta que se colocaba cada prenda al revés - deja que te ayude- me acerque riendo, se veía muy tierno y divertido. Mientras Misaki se lavaba los dientes, fui al último cuarto, al abrir la puerta, el olor a trago salía de golpe, vi que estaba durmiendo, así que le deje un vaso con agua y una pastilla para el dolor de cabeza.

Luego de desayunar, fui a dejar a Misaki a su escuela, este año empezó la primaria, así que estaba muy emocionado, diciendo que iba a dibujar a todos los amigos que hiciera para mostrármelos.

Decidí dirigirme a la Preparatoria, no quisiera llegar tarde el primer día, creo saber lo que pasó con el despertador, así que tendré que comprar otro. Iba algo distraída, hasta que me saco de mis pensamientos un grupo de chicos paso junto a mi en la calle, eran 4 en total y vestían mi uniforme. Bromeaban entre ellos, uno de ellos tomó el paquete de galletas de otro y comenzó a correr, siendo perseguido por el dueño de las galletas. Cuando me di cuenta, habían cruzado corriendo sin ver, y un camión iba a pasar sobre el niño come galleta. Solo se escucho la bocina sonar, para cuando me di cuenta estaba sobre el chico al otro lado de la calle, no sabía que decir o como reaccionar, no soy buena en ningún tipo de situación que implique a otra persona, así que solo me levanto y le doy una curita - ten cuidado- le digo nerviosa y me voy rápido.

Tomoya

Hoy es nuestro primer día con los chicos, vamos un poco atrasados, ya que fueron a despertarme tarde  a la casa. Fuimos tranquilos a clases, hablando tonteras, Taka y Ryota  se reían solos atrás de nosotros. Ryota corrió quitándome mis galletas, así que fui detrás de él. En un momento escuché una bocina, volteé por reflejo y vi un camión frente a mi, quedé congelado, parecía que el tiempo pasaba más lento, hasta que recibí un golpe de mi costado izquierdo, cayendo de espalda al otro lado de la calle, al ver que fue lo que me chocó, vi una chica de pelo negro hasta un poco más abajo de los hombros respirando agitada, se veía muy asustada y nerviosa, me costó reaccionar, quise agradecerle, pero la chica fue más rápida, se levantó y me dio una curita - ten cuidado- me dijo con una voz algo temblorosa, siguiendo su camino rápidamente, no alcance a decirle  gracias, iba a correr tras ella, pero cuando me levante algo cayó, una billetera, la abrí para ver si tenía alguna identificación, viendo la tarjeta de la chica "Haruhi" era su nombre, y tenía la misma edad que yo, junto a esto, había una foto de dos chicos, uno que se veía como de nuestra edad y otro muy pequeño, el mayor se veía muy atractivo, supongo que podría ser su novio.
-lo siento mucho Tomoya, ¿estas bien?- vino Ryota corriendo y los chicos del otro lado.- sigo hermoso, no te preocupes- dije mientras peinaba mi cabello hacia atrás - esta bien, no le paso nada, vamonos- dijo Toru mientras se giraba con los chicos para continuar, conmigo gritando atrás.

Haruhi

Llegué a clases y para mi suerte nos dieron tiempo de presentarnos, así que no empezaban las clases, me esforcé en llegar rápido, ya que el tobillo me duele mucho, tal vez me lo doble al empujar al chico, con la adrenalina comencé a sentir el dolor más tarde. Tome un asiento en el rincón de atrás, nadie me miraba o hablaba, supongo que es mejor así después de todo, tomé un libro para leer un rato y en la entrada se hizo mucho bullicio, al mirar me sobresalte, estaba el grupo de antes, y el chico come galletas saludaba a todos muy enérgico, se iba acercando a mi puesto mientras saludaba a quien estuviera frente a él, así que salí del salón sin que me viera, no se como debería hablarle. Fui al baño para revisar el tobillo, lo tenía algo rojo, lo moje un poco y salí, iba mirando el suelo cansada hasta que algo se detuvo frente a mi, al mirar pude notarlo.
-¿sigues viniendo a la escuela? - me miró con indignación, con sus manos en las caderas. - déjame pasar- dije mientras intentaba pasar por el costado pero su hermano se puso frente a mí. Isabella y Jean los conozco desde pequeños, aunque han cambiado mucho. Ambos son extranjeros, al ver su cabello rubio y ojos azules lo puedes notar.
- ¿ya tienes otro a la vista? - dijo Isabella mirándome por sobre el hombro, no quise prestar atención y intente pasar por el lado de Jean, pero este me empujó, normalmente me sostendría, pero el tobillo me fallo y caí contra la basura, se acercaron y los vi distraídos, así que le di una patada en los hombros a Jean para apartarlo y le tire la basura que primero tome a Isabella, saliendo corriendo. Di unas vueltas y encontré la azotea, decidí entrar, así no me encontrarían, me quedé mirando por las rejas que envolvían el lugar, pudiendo ver como había gente paseando por todas partes, creo que no importara que este fuera. Al parecer hoy no es mi mejor día, aunque todo se puede arreglar, podía intentar evitar a esos dos viniendo acá, el tobillo lo vendare al llegar a casa y el despertador lo comprare en mi segundo empleo, solo debo ver cuando dinero llevo hoy, comienzo a buscar mi billetera en mis bolsillos y no lo encuentro, intento mantener la calma, tal vez la deje dentro del bolso, no pasa nada, iré y revisaré, todo estará bien. Fui al baño para limpiarme, había caído en basura así que me manche un poco, al salir del baño apareció el chico galletas frente a mi.
-¡te encontré¡, sabía que te había visto- se veía muy contento, aunque yo no supe como responderle - te quería agradecer por evitar que me volviera un guapo aplastado, te quería invitar por un helado a la salida, ¿quieres? - me sorprendió mucho, me puso algo feliz que me invitará, pero lamentablemente estoy ocupada luego de clases - lo siento, no puedo, pero gracias- pase por su lado y me fui a clases.

Tomoya

¿Escuche bien? Se negó a un helado, no pensé que eso fuera posible, es decir, es un helado y gratis, pensé que sería lo mejor, supongo que tendré que buscar otra manera de agradecerle, además se me olvido devolverle su billetera. Intenté buscarla en los recesos para hablarle, pero para mi mala suerte cuando terminaba la clase, ella desaparecía, así que la última opción es buscarla a la salida.
-oigan chicos, hoy no me iré con ustedes, lo lamento, por favor no lloren - tome las manos de Taka y Ryota mientras miraba a Toru - ¿a que viene esto? Es raro que te vayas solo, ¿iras a comer a algún lado? - me pregunto Toru con los brazos cruzados - puede que pase a comprar algo- no podía decidirme en ir por comida o dulces, podrían ser ambas - esto era obvio, bueno nos vemos luego- Taka suspiro y se despidió al igual que los chicos, ahora a llegado el momento...

¿amar algo mas que a la comida? (reescrita) One Ok Rock Tomoya KankiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora