Capítulo 20: Deseo

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Empiezo a besarle con más fuerza y lo impulso hacia mí, obligando a Singto a que suba a mi cama. Él interrumpe mi beso y gruño, frustrado. Me lanza una mirada intensa.

-¿Qué estás haciendo, Krist?

-No lo sé, solo cállate y ven aquí- sujeto la nuca de este hombre y lo acerco a mi boca. 

Sus labios duros y  gruesos me abren.Su lengua penetra mi cavidad oral.De repente, él controla el beso y yo solo puedo dejarme llevar por él. Me rodea con sus brazos y su olor almizcle me rodea.Gimo de placer y él, animado por mi sonido, empieza a abrir los botones de mi camisa de pijama. Me acaricia con sus manos y el calor explota por cada poro de mi piel.

-Me vuelves loco desde el primer día que te vi. No puedo ni quiero alejarme de ti-  susurra  mientras besa la curva de mi cuello. 

Un estremecimiento recorre mi piel y de un impulso lo giro en la cama, quedando encima yo de él. Le quito rápidamente su camisa y así, Singto  Prachaya,  queda semidesnudo y excitado sumiso a mí. Lo miro y me sorprendo una vez de lo guapo y arrebatador que es este hombre.

Su torso es definido y su piel morena brilla por su sudor ante lo que estamos haciendo.Sus ojos me miran con atención y se muerde su propio labio. No puedo evitar deshacer su mordida con mis propios labios y hacerlo yo mismo. 

Este hombre  me hace sentir cosas que nunca pensé que un ángel como yo podría vivir y provoca un deseo en mí difícil de controlar. 

Ya ni lo intento.

Por ello, a pesar de ser consciente de que mis dos hermanos están en esta casa, acerco mi mano temblorosa al bulto duro que choca con el mío propio. Lo acaricio y Singto ,después de cerrar los ojos , suelta un suspiro.

Bajo la cremallera de su pantalón  y con su ayuda al levantar su cadera, logro deshacerme de esta prenda tan molesta. Así , solo viste  su bóxer. Un momento de timidez me sacude, pero se va rápidamente cuando él, levanta mi cara y me susurra:

- No tenemos que hacer nada para lo que  no estés preparado.

Nos miramos, yo buscando la verdad en sus ojos y Singto , transmitiéndome claramente un único mensaje:

Estoy aquí.

Así, mi mano baja por su ropa interior y mientras me besa, logro rodear con sus manos el tronco de su pene. Singto se vuelve loco y muerde mis labios. Yo suelto un respingo, separándonos  y él, impaciente nos gira otra vez y vuelve a besarme con pasión.

Bajo más su bóxer , y empiezo a tocar una gruesa vena que va desde su glande hasta su base y Singto, de manera brusca pone una de sus manos encima de la mía y me enseña a acariciarlo de arriba a abajo.

Cuando él ve que ya pille el truco, en voz baja me suelta:

- Un poco más rápido y fuerte. No me vas a romper.

Me sonrojo , pero inmediatamente le hago caso. Tengo ganas de complacerlo. Singto posa su cabeza en la curvatura de mi cuello, mientras gime cada vez más fuerte y muerde mi hombro para después darle una lamida.

-Toca mis testículos también y hazlo con cuidado.

Así lo hago y Singto inmediatamente suelta un gemido ronco y largo que mí solo me calienta mucho más.Su orgasmo me sacude y lo beso con ahínco y desesperación.





Nos miramos en silencio, sin saber qué decir. Tengo claro que no me arrepiento de lo que acaba de pasar, pero sé que debería.

 Singto interrumpe mis pensamientos .

-No deberíamos haber hecho esto aquí. Es un milagro que tus hermanos no nos pillaran, pero me encantó.

Bajo la vista tímidamente , pero inmediatamente la levanto al escuchar lo siguiente que suelta:

- Ahora me toca a mí.  

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