15. ¿AHORA QUÉ HAGO?

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CARMEN

¿Qué está pasando?, ¿Acaso son recuerdos?, ¿Pero de quién son?, siento una extraña sensación en todo mi cuerpo, tristeza es lo único que siente mi pecho, un vacío irracional que se expresa con lágrimas en mis ojos.- ¿Pero por qué me abandonas?, tú prometiste amarme para siempre.- Volteo a mirar lo que parece ser mi mano entrelazada con la de otra persona.- No te vayas por favor Vlad, mi mundo se derrumbará si tú no estás en él.- Subo la vista a la cara del individuo, que extrañamente parece opaca, cosa que no me deja distinguir sus rasgos.

- Sabes que no puedo quedarme, te harán daño y tu pérdida no la toleraría.- Jaló su mano de la "mía".- Y sin importar que pase de ahora en adelante, mis sentimientos por ti nunca cambiaran ni aunque pasen mil años.- Se acercó a mí y plantó un tierno beso en la comisura de "mis" labios.- Juro que después de que esta tormenta se tranquilice, iré a buscarte en cualquier lado que te encuentres.- Giró con una mirada triste en sus ojos y su larga capa cubrió desde su espalda hasta sus pies.

- El problema es que ahora que no estarás será como estar muerta en vida y mis días carecerán de sentido.- Dije bajo, sin poder controlar mi boca, no era mi idioma pero podía entender lo que se decía perfectamente, pareciera como si esto ya hubiera pasado y no pudiera cambiar el rumbo de esta escena. Finalmente retumbaron las pezuñas de un caballo mientras, me alejaba de aquel hombre.

***

Desperté, seguía con lo ojos cerrados, subí mis dedos hasta que tocaran mis mejillas, inmediatamente sentí como estaban húmedas indicado que estaba llorando en sueños, intenté girar un poco mi cuerpo para retomar mi descanso sin importar la extraña situación por la que mis globos oculares pasaban ya que mi deseo de seguir durmiendo era más fuerte, pero un peso muerto me lo impedía, un brazo yacía en un costado de mi cuerpo, esta sensación provocó que abriera mis ojos lentamente, ¿Cuál había sido mi sorpresa al encontrarme cara a cara con Velkan?. Mi reacción no fue la que pensé que sería, no pude evitar ver su rostro con una expresión de melancolía, que a la vez se combinaba con reconforte, los rayos del Sol que entraban por la ventana hacían que apreciará con más claridad a Velkan, sus rasgos finos se veían más bellos con la relajación que se mostraba cuando dormía, me acurruqué más en sus brazos para poder seguir durmiendo, pero algo que me puso alerta no me dejo: Velkan estaba ardiendo, era extraño ya que él siempre tenía una temperatura corporal muy baja, casi helada. Me levanté con cuidado de la cama, intentando no interrumpir su sueño, pero mis esfuerzos fueron inútiles.

- ¿A dónde vas?.- Su peculiar acento resonó por todas la habitación, haló de la pijama que me había regalado la noche anterior.- Espera un poco más, es muy temprano para que una joven dama y además dormilona, se levante.- Quedamos en una posición más comprometedora, en donde mi trasero rozaba su entrepierna.

Intenté mantener la calma, sin embargo, podía sentir como un calor abrasador se apoderaba de mis mejillas.- Velkan.- Intenté sonar lo más normal que pude.- No puedo seguir acostada, estás hirviendo.- Intenté levantarme discretamente para no hacer algún movimiento impertinente que pudiera aumentar más mi nerviosismo e hiciera que a Velkan le surgieran más "problemas", pero nuevamente me acostó en su pecho.- En serio, me estás preocupando, tú nunca te comportas así.- Sonó una pequeña carcajada juguetona desde mi nuca, sentía como su aliento chocaba en mi cabeza.

- Querida mía, ¿Tienes idea de en cuánto tiempo no duermo tan placenteramente?.- Giré todo mi cuerpo para observar su reacción.- ¡Han sido siglos!.- Tomé esa respuesta a metáfora y me levanté, pero esta vez Velkan no me recostó, me acorraló entre la cama y su cuerpo. Sus brazos y piernas hacían una pequeña cárcel, en donde mi cuerpo quedaba en medio de él.- ¡¿Por qué es que no te puedo tocar como me gustaría hacerlo?!, ¡Estás tan lejos y al mismo tiempo más cerca que nunca!.- Su tono de voz era melancólico, rozó su dedo índice contra mi mejilla, sus uñas estaban largas de una forma puntiaguda por lo que al hacer contacto con mi piel, un escalofrío agradable había recorrido mi espina dorsal. Mi corazón palpitaba a mil por hora, nunca creí que Velkan se comportaría de una manera tan atrevida, que no me molestaba en lo más mínimo, pero me sorprendía al haberme tomado desprevenida y con la guardia baja.- Si tan sólo pudiera...- Acercó su cara a la mía, lentamente, ya preveía lo que pasaría a continuación. Su cara mostraba una sonrisa pícara y lujuriosa, una sonrisa incitadora al pecado, una sonrisa que dejaba ver sus colmillos inmensos.- Tal vez lo deseas tanto como yo.- El rubor que presentaban sus mejillas, que tenía desde que lo miré cuando desperté, lo hacían ver más perversamente atractivo.- Si tú quieres lo haré.- Tomó mi cuello por un lado y acercó mi semblante al suyo. Yo realmente no estaba preparada para eso, ¡¿Por qué quién está preparada para dar su primer beso?!.- Mi querida Lleana...- De un momento a otro se desplomó encima de mí, aplastando toda mi existencia con su cuerpo.

FUERA DE LUGAR (EN PROCESO DE EDICIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora