Esencia

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Siempre poniéndome delante del resto para recibir la bala.

Siempre aguantando los maltratos porque otro salga sin nada.

Siempre intentando ser fuerte sin soltar ninguna lágrima.

A veces me pregunto cuánto realmente aguantaré, cuánto más necesito para preocuparme de mí.

Yo me doy cuenta, no crean que no es así, pero no puedo permitir que otros carguen ciertas cosas.

A veces, muchas de ellas, se van a mi espalda casi automáticamente sin previo aviso.

Ya no sé si reír o llorar por el aprovechamiento de las personas, los suspiros salen buscando alivio.

Mis lágrimas caen, sin que nadie las vea... Una vez más.  

Entre letras desordenadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora