05 | 😈

34 1 0
                                    

————————

DINERO, FAMA Y...
BIG BOSS

————————



—————————
Habiendo hecho un largo vieja en un Jet privado ya se encontraba en el lugar que esperaba tener éxito.

Estando mas que dispuesta con lo por venir, se había sentado en el centro de la mesa vip, del hotel Caribeña, hablando explícitamente sin vergüenza alguna, con sujetos de alto poder sobre las franquicias que poseían.

Ya teniendo su atención, comenzó hablar de lo que ellos adoran y son unos tiburones para los negocios.

—Y...digame, señorita Graham ¿Como es que llegó a este mundo de negocios?

El señor Theodore la miro sobre sus lentes, cauteloso en sacar la mayor información sobre la muy repentina aparición de semejante mujer.

—Vera, Theodore, no le mentiré. Empecé con pequeños negocios de almacenes que mi padre dejó en mi nombre algunos, claro, para ver con cual experimentaba una polémica económica. Si me preguntan que como es que surgió tanta fama, yo no voy a alardear —Keren vio un brillo de incredulidad en todos los hombres quienes la rodeaban—, fueron años de pensamientos administrativos para alcanzar la perfección.

—¿Acaso no fue otra cosa, señorita? —le preguntó otro tipo, Paul, quien sonrió con falsedad antes de beber un sorbo de la copa de vino.

—No, señor Carlos, tengo justificaciones que mi negocio es limpio y mas allá de sano, si es lo pienso que usted cree. Entiendo que no quieran invertir en algo tan fresco y de moda —ella comenzó a guardar los pequeños bocetos que había dejado en la mesa— Loachard Corporation ha donado un 12% en la construcción del centro comercial municipal y con los otros productores seré capaz de llevar este gran proyecto. Sin su ayuda.

Con solo nombrar la compañía que está colapsando los medios por sus buenos productos y crecimientos en el tiempo, los hombres quedaron estáticos en su lugar. Se miraron las caras sorprendidos. Era mas que difícil tener una colaboración con la modesta compañía y ese proyecto de sorpresa tenía una donación.

Keren había dado en el blanco.

—Si me disculpan... —ella estaba apunto de irse. Ya contaba los segundos hasta que un hombre levantó su mano en señal de detenimiento.

1, 2, 3...

—No, por favor, vuelva a su asiento.

Los 6 hombres comenzaron a murmurar dándose miradas cómplices.

—Keren, eh, señorita. ¿Su apellido cual es en realidad? Político, digo.

—Muy pronto seré de O'connell —objetó con una actuación de desconcierto que le quedaba de maravilla— ¿Por qué esa pregunta repentina?

Dos hombres se pasaron la mano por su cabello. Theodore se quitó los lentes para frotar sus ojos.

«¿Como no nos dimos cuenta antes?», se preguntaban constantemente.

—Disculpe, ¿por qué no lo usó antes?

—Aun no me he casado, ¿no? Me gusta usar mi apellido, es mi naturaleza.

—Es que, vera... —Robert, el robusto de todos, puso sus manos sobre la mesas— El que llegara hablando por nuestros nombres en vez de apellidos nos pareció una broma de su parte, hasta que empezó hablar de sus eventos y propuestas hacia nosotros...

También te gustarán

          

—O sea, resumiendo, nunca me tomaron en serio —le cortó, replicando.

Para ellos la situación se estaba volviendo apretada, ya no tenían por donde entrar para convencer a las muchacha. Mientras que internamente Keren estaba festejando al lograr su objetivo, ponerlos contra la espada y la pared.

—No, no —habló esta vez Douglas—. Solo que no la comprendíamos como tal.

—Que yo sepa, ustedes se reúnen aquí hablar de negocios, señores. Por lo que tengo entendido nadie sabe donde ustedes se ubican y que una chiquilla hubiera llegado antes ustedes con propuestas a un lugar tan privado ¿No creen ustedes qué esto no era un juego?

—No puede guardar información así, señorita Graham, eso es lo que queremos decir —Theodore aun no se dejaba doblegar en humillación— ¿Si yo firmo cuanto seria mi porcentaje benéfico?

Theodore tenia una estrategia de rechazo.

—Si va a tomar el formato A, como se vio en el contrato, usted como individuo tendría un 6.8% de ganancias por clasificación de franquicia hispana. Así que sería 20 millones de dolares, cada trimestres. Es algo...asequible.

—¿Y grupal? —preguntó Evan, se veía como el mas joven de todos, pero tenia 38.

-Lean, señores, ¿si?

Cada quien agarro una copia que tenían en frente, que no habían tocado en toda la reunión. Todos alzaron sus cejas.

—Esto es...muy inesperado, Keren —soltó Drake, esté si era el mas joven, teniendo 34 años de edad.

Keren sonrió, ya los había pescado. Unos inmensos tiburones.





—————————

Alex O'connell, buen hombre y gran trabajador, se encontraba platicando de sus angustias emprendedoras con su hermano, Allan. Teniendo los dos un ambiente tenso al no llegar una conclusión de acuerdo a sus ideales, ninguno se amoldaban al otro.

-¿Haz leído la revista donde te idolatran? Dizque, Magnate joven. Pffs, se llevarían una gran decepción a ver que no me puedes convencer - Alan golpeo con su mano los papeles- ¡Esto no me sirve!

-Si lo llevas a la base de complementos faltantes, por supuesto que sí sirve.

Alex rascó su frente impaciente, ya presentía una futura migraña.

Keren llegó totalmente llena de felicidad al despacho. No se molestó en tocar, nunca lo hace, siempre le gusta llegar de sorpresa siendo espontánea.

-¡Tengo todas las firmas, Alex!- a paso rápido se abalanzó sobre el para abrazarlo.

-Estoy orgulloso de ti, preciosa. Tardaste mucho - se separaron sin antes ella darle un beso tronado en la mejilla.

-No hice una cita pero, al principio creyeron que era una prostituta, asco, ah...- notó la presencia de Allan- Hola, tú.

-Hola, tu -se levantó para abrazarla, Keren puso distancia dando dos pasos atrás - ¿Que?

-¿Estabas intentando explotar la mente de mi Alex, otra vez? - ella trato sonar lo mejor indignada posible, pero se notaba que era un teatro.

-¿Que harás, me pegaras? Ven, pues - le puso la mejilla izquierda

Eso era una tentación para ella, tenia mucho tiempo sin golpear. Ya sentía el hormiguero en sus manos, las frotó para darles calor. Lo miró desafiante.

-Te demandaré.

Rieron los hombres, ella se cruzó de brazos.

Esas fueron las primeras palabras que los dos recibieron cuando la conocieron, en cada reunión que iban ellos, ella estaba ahí, cada cena, cada baile, cada evento importante.

JacobDonde viven las historias. Descúbrelo ahora