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Aldana presionaba sus dedos sobre la campanilla de su boca provocándose horcadas regresando el desayuno que minutos había ingerido en la cafetería. Sus ojos lloraban y una fina capa de sudor mojaba su frente.
Limpio su mano y su boca con el papel higiénico antes de salir del compartimento.
Ander la observó salir del baño. Su rostro no expresaba otra expresión de la que no fuera sorpresa y decepción. Aldana trató de sonreírle esperando que no se haya dado cuenta de lo que ella hacía minutos atrás.
—¿En serio?— pregunto con decepción. El miedo de Aldana en aquellos momentos se había hecho realidad.
— ¿Que, ahora me estás stalkeando?— pregunto en modo de defensa.
— Necesitas hacer algo, Ana— dio dos pasos acercándose a Aldana— por que esto, esto es demasiado.
— De ninguna forma— Aldana se acercó al lavamanos y abrió la llave— le dirán a mis padres, y a los profesores, y después todo sabrán que estoy loca— Aldana lavo rápidamente sus manos.
— Vamos, estarás bien.— Ander trato de acercar a Aldana, pero ella retrocedió. Tomó su mochila y trató de salir del baño pero fue detenida por Ander.
— Yo no te dije nada cuando empezaste a drogarte, te quejabas de Guzmán y te comportas igual que el.
— No voy a ver cómo destruyes tu vida.
— Está bien— Aldana retrocedió mientras lo miraba a los ojos— entonces sal de ella.
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El cuerpo de Aldana se encontraba cubierto por un hermoso vestido azul marino que su madre había comprado especialmente para aquella gala que acontecería aquella noche, la cual claramente su familia había donado miles de euros para poder tener su cara en varias revistas de España.
Habían pasado varias horas desde su pelea con Ander, se encontraba bastante arrepentida, pero aquellos no haría que ella se disculpara, ella no se metía en su vida ni en sus problemas, en cambio el si.
Aldana observó como a la gala de adentraban Carla, Polo y Christian, y detrás de ellos Lu. Habían pasado varias semanas desde su último encuentro y aquella no parecía molestarle al chico, aunque tampoco era que le importara demasiado a ella. Aldana sabía que Polo no dejaría a la marquesita por ella.
Le dio un trago más a su copa antes de sus compañeros se acercarán a saludar. Ella respondió con una sonrisa en su rostro de igual forma que ellos lo hacían.
