Al otro lado de la Puerta [Eunhae]

Capitulo 2

Hyukjae.

Donghae veía con recelo el plato de ramen que tenía entre mis manos. Le habia ofrecido compartir el plato, por qué no tenía otro. No había esperado tener una llegada repentina y mucho menos la suya.

—¿En el corea de 1880, no existe el ramen?.

Miró como sorbía los fideos entre mis labios. Se quedó mirando mis labios mientras los sorbía.

—No es eso, es solo que los fideos son de la más alta calidad. Y por lo que dices estos fideos al ser instantáneos han de ser de una bajísima calidad.

Me encogí de hombros, sino quería pues ahí él. Más para mí.

Mi teléfono sonó entre mis pantalones, con parsimonia los saque de ahí para responder. Trague antes de hablar.

—¿Diga?.

—Hyuk, ¿Vas a tardar en venir?. JongWoon y los chicos ya están aquí.

Me ahogue con el agua que estaba bebiendo. Donghae se asustó, pues inmediatamente comenzó a acariciar mi espalda. Le sonreí en agradecimiento antes de contestarle.

—¿Era hoy Junsoo?.

—¿Que día creías que era?. Hyukjae salimos temprano de la clase hoy por qué el profesor dijo que nos centrarámos en el proyecto. ¿Pusiste atención siquiera?.

Suspiré mirando a donghae. Claro que lo había hecho, pero con los recientes acontecimientos lo había olvidado por completo.

—Junsoo, realmente no puedo ir el día de hoy. Estoy realmente ocupado.

—¿Con que hyukjae? ¿Cuidando que choco no se orine en la sala?. ¡Hyukjae la calificación final está en juego!.

—Junsoo, en verdad que no puedo. Pasaron muchas cosas.

—No se que sea más importante para ti que el proyectó.—Colgó molestó.

Suspiré cansado. ¿Por que tenía que pasar esto en este preciso dia?.

Donghae me miraba con curiosidad. Sus ojitos cafés brillaban curiosos.

No había pasado ni un día, y ya me parecía la cosa más adorable del mundo.

—¿Pasó algo malo, señor hyukjae?.

—Dificil de explicar.

—Entiendo.

Se acomodó en su lugar incómodo, removiéndose continuamente en éste.

—Bien, busquemos una forma para hacerte regresar a tu época. ¿Tienes alguna idea?.

Se quedó pensativo. Hacía pucheros, mientras pensaba y se rascaba como un pequeño gato. Sonreí por lo tierno que se veía pensando.

—No tengo idea.

—¿Que estabas haciendo antes de venir?.

Se sonrojo levemente, mientras se debatía entre contestar o no a mi pregunta.

—E-estaba en mi habitación con mi señor.

—Oh.

Ahora entendía la forma de su reaccionar.

—¡No es lo que tú piensas!. Estábamos durmiendo, nada más.

Me reí divertido.

—No estaba pensando en eso, pervertido.

Su rostro paso de un leve sonrojo, a un carmesí total apoderándose rápidamente de esté.

—Bien, ¿Después que hiciste?.