C A P Í T U L O 4: I N F I L T R A D O

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La brisa marina era algo que le gustaba mucho a Taeyong, puesto que le recordaba aquellos paseos que solía dar junto a su madre a orillas de la playa. Le recordaba aquellos momentos en los que había sido feliz antes de que aquel virus N acabara con todo lo bueno que él conocía. Pero no podía ser injusto...aún había momentos de felicidad, sobre todo cuando se encontraba junto a sus amigos, su familia, a pesar de que se encontraban expuestos a situaciones de peligro casi siempre, solían encontrar momentos para sonreír juntos.

Cuando Taeyong se volteó, dándole la espalda al mar, observó caminar hacia él a uno de los motivos por el cual jamás era capaz de sentirse solo y miserable, y el causante de la mayoría de sus momentos de felicidad, Jung Jaehyun.

_ Te perdí de vista en cuanto pisamos esta ciudad _ dijo el castaño, apoyándose frente al barandal junto al mar. En realidad, no había estado buscando a Taeyong, pues sabía perfectamente donde se encontraba.

_ No puedes estar ni un minuto sin mi, ¿verdad Jung? _ dijo Taeyong sonriéndole al castaño.

_ Un minuto sin tí, para mi es como una hora.

_ ¿Haces eso a propósito, verdad? el ser tan cursi..._ articuló, el mayor, ocultando su rostro entre su sudadera negra. Ante el comentario Jaehyun no pudo evitar reír.

_ Me gusta ver tus reacciones _ dijo, y luego llevó su mano hacia el cabello de Taeyong, el que ya no era blanco platinado, sino que ahora era de color castaño muy oscuro, casi negro _ me gusta como se ve de ese color. Aunque todos los colores se ven bien en ti.

_ El otro llamaba mucho la atención _ comentó Taeyong_ y no podemos darnos ese lujo en esta misión.

_ Me di cuenta. No sé cómo haremos para estar una semana aquí sin ser descubiertos..._ musitó el castaño.

Porque sí, el asunto estaba jodido. De eso se habían percatado kilómetros antes de llegar a Busan, cuando descubrieron que había un montón de policías y guardias custodiando los alrededores de la zona, y apenas si habían podido zafar de ellos pasando inadvertidos.

_ Solo debemos tener cuidado con los hombres de Yunho. Y teniendo en cuenta que tu propio hermano no te reconoció la última vez, creo que podemos lograrlo.

_ Bueno...no nos veíamos desde que yo tenía más o menos doce.

_ ¿Alguna vez...has extrañado a tú familia? _ preguntó Taeyong.

_ Jamás _ respondió sin titubear _ sé que es algo desconsiderado de mi parte decirlo, pues sé cuánto extrañan ustedes a sus familias, pero...no puedo sentir por ellos nada más que repudio.

_ Nunca me contaste que fue lo que te hizo escapar aquel día _ dijo el mayor, mirando a Jaehyun _ ¿Algún día lo harás?

_ No es algo de lo que me guste hablar realmente..._ musitó.

_ Está bien, no puedo obligarte si no quieres. Pero... sabes que a mi puedes decirme lo que sea, ¿verdad?

El castaño miró en dirección a Taeyong, y se acercó lentamente, hasta que sus labios se hallaron muy cerca del oído de este.

_ ¿Lo que sea? _ articuló, a lo que el mayor asintió mostrándose atento a lo que estaba por decir Jaehyun_ Tengo ganas de cogerte.

_ No cambies así de tema _ dijo Taeyong, alejándose unos centímetros y mostrándose algo nervioso repentinamente _ ¿A-aquí? _ titubeó luego, provocando que una sonrisa escapara de los labios de Jaehyun.

_ Aquí mismo podrían vernos...pero si a ti no te molesta, tampoco a mi_ contestó.

_ Estás demente. No lo haré aquí _ espetó Taeyong, para luego carraspear.

ZONA 127 (Neo Zone)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora