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Narra Pilar

La nieve ya he cesado, pero en las calles aún permanecen los rastros de lo sucedido ayer al igual que en nosotros dos sigue esa complicidad que hemos adquirido al pasarnos todo el día de ayer haciendo las "pases" según Purre.
Su mano entrelazada con la mía es un gesto tan simple, pero tan perfecto que pareciera detener el tiempo de la misma manera que sinto cuando me mira a los ojos. A nuestro alrededor la gente parecer llevar mucha prisa por una de las avenidas más famosas de la cuidad. Las carteleras de luces de led anuncian tantas cosas que me es difícil concentrarme en una sola, pero al parecer a mi novio no le sucede lo mismo, ya que se detiene en seco en plena Broadway.
- Amor, qué haces?
Pregunto cuando le veo mirar fijamente uno de los carteles.
- Sacamos boletos para verla?
Me pregunta refiriéndose a clásica obra del "fantasma de la ópera"
Le miro sonriente.
- Si tú quieres, sí..
Accedo.
- Vamos y luego almorzarnos donde tú gustes.
Negocia como si eso fuese necesario conmigo. Sigo sus pasos sorprendiéndome ante su habilidad para ubicar la boletería del teatro y escuchar hablar en inglés me parece demasiado sexy, eso es algo totalmente nuevo..
Estoy tan distraída escuchándole que cuando se da la vuelta para enseñarme los boletos me toma por absoluta sorpresa.
- Primera fila! Exclama emocionado y inevitablemente comienzo a reírme de él. - Qué?? No es un buen sitio o qué?
Comenta preocupado haciéndome reír aún más.
- Claro que es un buen sitio, guapo.
- Entonces?
Él presiona.
- Me río porque esta viviendo lo que tus fans viven cuando compran boletos para conciertos y consiguen estar en primera fila.. tal vez no estés muy acostumbrado porque en España todo el mundo te invita a sus obras de teatro o conciertos y te dan buenos sitios, pero hoy por primera vez creo que estás experimentando la adrenalina que se siente cuando consigues ese tan ansiado buen puesto que querías.
Explico mientras salimos de la línea de la compra de entradas.
Repentinamente, Purre me abraza por la cintura y pega su frente con la mía.
- La mejor adrenalina que experimento es contigo, aunque debo admitir que si me he emocionado un poco con eso.
Dice avergonzado haciéndome reír.
- Me he dado cuenta, es la función de las 6pm, no?
Cuestiono.
- Sí, almorzarnos? 
- Sí, y después vamos a cambiarnos y regresamos.
- Perfecto, elige el restaurante entonces. Me pide cuando ya volvemos a caminar hacia la calle principal.
- Para almorzar te llevare a una de las mejores pizzerías de la ciudad, ya luego para cenar veremos.
Propongo divertida y soy yo quien le guía ahora. Estamos llegando a la esquina de la calle donde se encuentra la pizzería, cuando Purre se detiene haciendo que yo haga lo mismo.
- Qué sucede ahora? Cuestiono y llevo mi mirada hacia dónde está la suya y él está observando el escaparate de un local de cosas para bebés. - Purre, vamos.
Insisto y intento jalar de su brazo para se mueva, pero niega y me mira.
- Entremos.
Me pide y ahora es él quien prácticamente me arrastra hasta que entramos al local.
- Qué quieres hacer aquí?
Cuestiono siguiéndole por los pasillos de la tienda.
- Comprar unas cosas.
Indica y sigue hasta que llegamos al área de recién nacidos.
- Te has vuelto loco?
Cuestiono entre risas, pero al verle agarrando unos pequeñitos zapatitos color rosa y otro color azul, mi corazón se detiene al igual que mi risa.
- Son hermosos, no?
Me pregunta mostrándomelos y no puedo más que sonreírle.
- Si.. mucho.
- Quien crees que llegue primero? Emma o Matteo?
Cuestiona y al nombras a Emma levanta dos zapatitos color rosa y al nombrar Matteo levanta los azules.
- No lo sé... ni siquiera sé que tan pronto puedan llegar.
Confieso y por algún motivo se sonríe.
- Llevamos los dos.  Sentencia y se acerca a mi oído. - Y en cuanto a tu comentario.. con lo bien que estamos haciendo la tarea, creo que llegará pronto.
Me susurra haciendo que mi cuerpo entero tiemble.
- Vamos? Me estás poniendo muy nerviosa..
Confieso entre risas y él asiente.
- Paguemos esto y vayamos a comer. Propone y seguimos caminando, pero por algún motivo vuelve a detenerse. - Crees que debamos comprar un test? Me pregunta de la nada haciéndome reír.
- No! Avanza de una vez, me muero de hambre.
Me quejo entre risas y sin que él se lo espere me cuelgo de su espalda haciendo que deba cagarme hasta la caja registradora.
- Glotona..
Se queja entre risas.
- Es tu culpa que muera de hambre. Me defiendo y vaya espetáculo que le estamos dando a la cajera del local. - Déjame que me baje. Le digo bajito y con cuidado él se agacha para que pueda apoyar mis pies en el suelo.

Ahí va Purre de nuevo con su sexy inglés desconcentrándome, pero no.. esta vez de verdad, necesito llegar a la pizzería..

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