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Despues de un par de dias deseando volver a la famosa tienda, se encontraba ingresando al lugar, oliendo el aromatizante sutil de flores frescas y admirando los vestidos expuestos en el salón.

La mujer que había asesorado a su prometida se acercó a él con una sonrisa, reconociendolo.

- ¿Min Yoongi, cierto? Estuviste aquí la semana pasada.

- Así es, vengo por el diseño de mi traje.- respondió tranquilo, tratando de mantenerse sereno.

Pero de sereno no tenía ni un gramo. Sus manos picaban por volver a tocarla y sudaban un poco. Había estado emocionado por volver a ver a Jennie durante los ultimos dias y todos habían notado un cambio en su humor, desde su socio hasta Wendy, la cual se atribuyó el fantastico humor de su marido y le sonreía de vuelta.

Usar de pretexto su disgusto por los trajes ya exhibidos y su capricho porque Jennie le hiciera uno desde cero había sido su arma secreta.

Mientras caminaba detras de Hyeri saludó a Woojin, aquel que trato de ayudarlo lo maximo posible en su cita anterior aunque fue imposible. Yoongi parecia altamente distraído ese dia y ningun saco, pantalon o camisa parecían de su agrado.

Por suerte tuvo la maravillosa idea de proponerle una cita con la diseñadora y jefa para que pudiera diseñarle un atuendo que de verdad le gustara. Y Yoongi podría besarle los pies por ser un genio.

Caminaron por un largo pasillo blanco impoluto y mientras seguía a Hyeri no pudo evitar pensar que Wendy había hecho el mismo recorrido buscando un diseño con el cual llegar al altar.

Era una pena que el tuviera otros motivos para hacerlo pero ya era tarde para arrepentirse. No lo hizo cuando Jennie se escapó de sus brazos y con una mirada atrevida le guiñó el ojo, como invitandolo a volver. No lo haría ahora, cuando la chica abría la puerta y dejaba ver a una hermosa castaña pintando, dibujando y creando diseños, muy concentrada y viendose mas adorable que nunca.

Un ligero vestido blanco, su cabello largo con ondas y su labial color durazno serían su fin. Podría verla fijo por horas y nunca se cansaría.

Tragó cuando ella se dio cuenta de la presencia de ambos y le asintió a su empleada para que se retirara. La vio morderse el labio y dejar sus lentes de lado, se levantó para saludarlo.

- Bienvenido. -saludó incomoda y viendo el piso. Arregló un poco la falda de su vestido y le tendió la mano.

El pelinegro rodó los ojos divertidos.

- ¿Así me recibes? -preguntó arrogante y sonriente.

- Así recibo a mis clientes. -respondió cruzando los brazos y ligeramente molesta.

- Pues, yo no soy un cliente normal, ¿cierto? -con cada palabra se acercaba un poco mas a ella y finalmente ambos estaban frente a frente, rozando sus narices y mirandose a los ojos.

- Claro que no, eres mi ex y estas buscando un traje para casarte. -dijo acida. Yoongi se tensó al sentir su malestar pero ninguno se alejó, en su lugar, se acercaron mas y sus pechos se tocaron.

- ¿Que nos pasó, Nini?

El rostró de Jennie se quedó en blanco. Hacía años que no escuchaba ese apodo, aquel que solo su ex podría decirle. Adoraba escucharlo cuando su voz estaba ronca por recien despertarse en la mañana o cuando gemía en su oído de gozo.

Tuvo un par de recuerdos que pasaron muy rapido por su mente y volvió en si, Yoongi la abrazaba fuerte por la cintura. Sus manos se sentían pesadas y su cuerpo tambien, como si ambos cargaran con el peso de un secreto sucio que lastimaría a muchos si se revelaba.

don't you forget about me | yoonnieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora