Ciel entro a la morgue no era sorpresa para él que esta pareciera deshabitada cuando en realidad su jefe Undertaker se encontraba circulando por ahí, lo conocía tan bien que no más entrar reviso los depósitos de cadáveres esperando encontrar lo en uno de estos, estaba tan tranquilo que no sintió cuando el albino llego detrás de él.
– Oh ya llegaste, earl - dijo asustando al de ojos bicolor.
– ¡AAAAHHH, UNDERTAKER HAS RUIDO PERO NO ME LLEGUES ASÍ! - gritó molesto.
El shinigami comenzó a reír como desquiciado, amaba asustar a Ciel por eso siempre aprovechaba lo distraído que podía llegar a ser para asustar lo, aun que estando a tan corta distancia pudo oler algo que le desagrado por completo, el shinigami sabia perfectamente que el instituto a donde el menor iba tenía un demonio como profesor pero el olor que este desprendía no era como el que ahora sentía, asqueado por el olor se alejo con rapidez de él.
– Hueles bastante desagradable - dijo molesto el de ojos verdes.
– ¿Pero de que hablas si me he bañado después de la practica?
– Pero se te pegaron tus compañeros ¿no?
– Sí.
– Entonces debe ser por ello, entre mis pertenencias hay perfume rocía te de este - dijo y continuo segundos después - debo salir vuelvo luego.
Luego de decir aquello le revolvió los cabellos en un gesto cariñoso y se fue, una vez el menor solo busco el perfume del cual el de cabellos plateados había hablado, no entendía el comportamiento de su jefe muchas veces antes sus compañeros de esgrima se le habían acercado de tal forma que dejaban sus peculiares olores en él pero el otro nunca se quejaba, y de repente ¿su olor era lo bastante desagradable para que se molestara? No lo entendía en lo absoluto.
Dos horas habían pasado entre las constantes dudas de Ciel hacia la actitud de Undertaker, dos de las cuales se la paso revisando cuerpos no era de sorprender le ver un cuerpo sin vida, por alguna razón nunca lo había sido y él que no lo fuera hacia que les personas lo vieran como alguien raro todas las personas, excepto su familia y su jefe quien al conocer lo le pregunto si no era sensible pues lo que llegara a ver podía afectar le, el menor le comentó su situación y el otro de inmediato pensó "tan imperturbable como antes ¿seguirás siendo el mismo pequeño earl?"
El hecho de que a pesar de haber reencarnado Ciel no había cambiando a el shinigami le fascinaba, siempre había tenido una extraña fascinación por él y el hecho de que ya no estuviera un demonio de por medio le hacía pensar que podía llegar hacer lo quisiera con esa perturbada y deseable alma, fue ese el mayor motivo por el cual lo había contratado sin pensar en demasía.
...
Las cosas habían sido así hasta que esa tarde en donde el albino puedo oler su despreciable olor sobre el pequeño ex conde, el olor de Sebastian Michaelis estaba en cada centímetro del alma de earl y eso lo hacia rabiar, que el demonio volviera a aparecer podría hacer que toda esa confianza que el menor le brindaba desapareciera causando que sus planes se fueran por el inodoro algo que evitaría a toda costa. Hastiado por su situación decidió tomar algunas medidas.
– ¡Odell! - gritó furioso.
– ¿Si? Diga me, señor - dijo un joven castaño desde la puerta de la oficina.
– Quiero que busques, toda la información importante sobre una persona.
– ¿Sobre quién?
– Sebastian Michaelis, es un viejo amigo y necesito saber que ha sido de su vida estos años.
Dijo el shinigami, sí Sebastian quería volver a tener esa alma no se la entregaría tan fácilmente Undertaker le mostraría a quien Ciel pertenecía en verdad, de eso no cabía duda.
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Me Perteneces
Fanfiction(continuación de la historia de Pinetree5) Luego de que el alma de Ciel le fuese arrebatada a Sebastian sin siquiera haberla probado, el ex mayordomo decide buscarla hasta por lo más recóndito del Inframundo para luego enterarse que dicha alma reenc...