Capítulo 3

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Entre a mi pieza y cerré la puerta con llave para que mi padre no entrará, después de lo que hizo no lo podré ver más con ojos de hija, ahora lo veré  como el monstruo que es, ahora lo único que quiero es a mí madre, yo se que ella me ayudaría con todo esto y me protegería  de mí padre, me protegería de los monstruos que hay dentro de mí, me protegería de mí  misma.

Me tiré sobre la cama y no pude evitar soltar un par de lágrimas, extraño tanto a mí madre, no puedo superar su muerte que fue hace dos años atras, aveces me siento culpable de que ella se fuera, prácticamente fue mí culpa pero no puedo hablar sobre eso ahora, sería  torturarme aún mas. Miré la hora en la pantalla de mí celular y ya eran la seis de la tarde lo que significa que tengo que ir a trabajar ya que mí padre no trabaja así que yo mantengo la casa, lo único que no pago es la escuela ya que tengo una beca por buenas calificaciones, otras de las razones por la cual se burlan de mí. 

Trabajo en un pequeño café, la dueña es una señora muy agradable que me conoce muy bien ya que era amiga de mí madre. trabajo aquí hace tres meses y me esta resultando bien, aunque la paga sea poca me alcanza para comprar lo básico, la comida y cosas para mí.

-Hola April ¿Cómo estas hoy?- Preguntó Rose, la dueña del Café.

-Bien- mentí - ¿y tu como estas?-

-Excelente- dijo- hoy fue un día agitado así te espera mucho trabajo-

-Muy bien a trabajar se dice- dije con una sonrisa falsa

Entre a los cambiadores y me puse el uniforme de camarera que consistía en una polera blanca con un par de jeans viejos míos, me tomé el cabello en una coleta alta y salí a atender a una mesa que acababa de llegar.

-Hola ¿Que les ofresco?- le dije a una de las chicas que estaban en la mesa.

-Queremos tres cafés y tres trozos de tarta- dijo

-Se los traigo en unos minutos-

Fui hacia la cafetera y les prepare los cafés, luego corte los trozos de tarta y puse todas las cosas en una bandeja, la tomé y me encaminé hacia  la mesa.

-Miren, si la tontita tiene que trabajar- dijo Susan poniéndose en mi camino

La miré  y no le dije nada.

-¿Te comieron la lengua los ratones de tu casa?- dijo Vanessa

-¿Me podrían dejar pasar?- dije

-Eres tan estúpida April, todo el mundo te odia ¿no lo entiendes?- dijo Susan

La miré  y supe que decía la verdad, todo el mundo me odia, yo me odio, Rose me odia por arrebatarle a su mejor amiga, mí padre me odia por quitarle al amor de su vida, la escuela me odia, todos.

-Se queda callada por que sabe que tienes la razón- Le dijo Vannesa a Susan

-Es una estúpida- dijo y dio vuelta la bandeja con los cafés, luego tomó un pedazo de tarta y me lo puso en la cabeza, sonrió y se fue riendo.

Tomé los pedazos de las tasas y levanté  mí cabeza para ver si la mesa que estaba atendiendo aún estaba pero no estaba, se había ido por todo el expectaculo anterior. Me levanté y Rose me miró con pena, se acerco a mí y me hablo.

-Sí quieres puedes irte a casa cariño- dijo y sacó la tarta que estaba en mí cabello

-Gracias- dije triste

Tome mí bolso y caminé hacia mí casa que no estaba muy lejos de aquí.

Abrí la cerradura y abrí mí puerta, me asomé lentamente para ver sí  mí  padre aún seguía en casa, por esta vez tuve suerte ya que no se encontraba tirado en el sofa, eso significa que ya salió con sus amigos a beber.

The Only ReasonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora