Volverse odiado

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Disclaimer: Los personajes de Naruto no son míos, son propiedad de Kishimoto. La historia tampoco me pertenece, es de College n Curls y fue beteada por Tamashitsumo.

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Volverse Odiado

Sasuke frunció el ceño mientras nadaba en el interminable mar de oscuridad que lo rodeaba. Su cuerpo se sentía liviano contra la marea negra y su visión era inextricablemente similar a cuando estaba despierto. Lo único diferente era que la única compañía que poseía era el sonido de su propia voz e incluso eso había llegado a ser tedioso. Le impresionaba cuán fácilmente uno podía cansarse de sí mismo. Suspiró, permitiendo que una fuerza invisible lo arrastrara. Poco a poco trató de concentrarse solo en sentir, era la única forma de mantenerse cuerdo cuando estaba encerrado en su propia mente.

Cada célula de su inconsciente mente vibraba simultáneamente y le permitía sentir de formas en las que no podía cuando estaba despierto. Cuando estaba consiente, la oscuridad era la misma, pero su cuerpo no era suyo, era torpe y francamente inútil ¿para qué diablos estaba Konoha manteniéndolo con vida? Preferiría morir antes que permanecer tan inepto como lo era actualmente. De todos modos, no valía nada para ellos sin sus ojos. Él gimió cuando su cuerpo comenzó a retraerse y la marea a su alrededor disminuyó hasta desaparecer.

Poco a poco, la oscuridad retrocedió hasta volverse gris. Al principio era algo diminuto, pero poco a poco el negro comenzó a desvanecerse hasta que estuvo rodeado por nada más que una suave luz amarilla. Parpadeó, inseguro de si lo que estaba viendo era real o no. Se sentía real, casi como si hubiera mirado la misma luz durante años y aún... se sentía mal. Debajo de él, la marea en la que había estado flotando se había convertido en algo suave y sólido. Sus dedos agarraron lo que se sentían como sábanas.

Trató de mover los dedos de sus pies, los cuales generalmente estaban entumecidos, pero respondieron bien al intento. Se incorporó alarmado de poder mover con tanta libertad su propio cuerpo. Miró hacia abajo a esas manos que eran rosadas, suaves e inocentes, era como si nunca hubieran sostenido un kunai contra la garganta de un hombre que suplicaba por su vida. Sorprendido, miró sus piernas que estaban enredadas en las sábanas de color azul oscuro y se sorprendió al encontrarlas libres de las cicatrices que sabía que deberían estar allí.

—Sasuke —una voz suave llamó y sus ojos se dispararon a la figura en la entrada—. Ya es hora de que despiertes dormilón.

La figura permaneció allí serenamente con una brillante sonrisa en su rostro mientras se secaba las manos en el borde de su delantal color canela. Su cabello negro, idéntico al suyo, caía por la espalda de la mujer y se balanceaba incluso con los más pequeños movimientos. Se quedó sin aliento cuando abrió los ojos y los ojos negros del clan Uchiha le devolvieron la mirada.

«Madre» pensó, su aliento quedo atrapado en su garganta y casi se asfixió.

Su madre notó su incomodidad y cruzó la habitación hasta que se sentó junto a él en el borde de la cama. El calor irradiaba de ella cuando se inclinó más cerca con una mirada pensativa en sus ojos y puso una mano en su frente. Ese olor a lavanda y vainilla envolvió sus sentidos, causando que la piel se le erizara.

—Sasuke, ¿estás bien? ¿Te sientes enfermo hoy? —preguntó, bajando su mano desde su frente para acariciar su mejilla.

Abrió la boca para responder, pero no salió ningún sonido, su expresión amable cambió a una de genuina preocupación. Ella se inclinó más cerca y el olor se hizo más fuerte.

Volverse una UchihaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora