Capítulo 12: ¿Pesadillas?

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Madrugada del 07 de mayo, 2019.

Verónica.

Doy un respingo abriendo mis ojos cuando un trueno se escucha por toda la habitación, mi respiración es un poco inestable e imágenes borrosas pasan por mi mente.

—Siento que nos siguen—susurro, pero Lucia se ríe suavemente.

—Estas paranoica—dice y yo niego.

Me levanto intentando no despertar a Alexa, la cual esta roncando a mi lado, quien lo diría, miro a las demás profundas y hago una mueca, creo que bebieron la suficiente, sobre todo Jessica, si así fueron sus 17 no quiero imaginar sus 18. Camino con cuidado abriendo la puerta, el frio del piso me hace estremecer.

Distintas emociones recorren mi organismo cuando recuerdo lo que paso hace al menos tres horas, Louis y yo decidimos hablar del tema luego ya que era imposible con tanto ruido y personas ebrias, nos encargamos de cuidar a todos y estar pendiente de la casa, todo acabo a las 3 de la madrugada y apenas son las cuatro.

Recorro el pasillo viendo los cuadros con fotografías, bajo las escaleras en silencio, y un relámpago hace que me quede muy quieta en medio de la sala, odio la lluvia, me abrazo a mi misma sintiendo como mis vellos se erizan, el miedo comienza a burbujear en mi interior. Giro hacia la cocina y camino poco a poco cuando escucho susurros, frunzo mi ceño deteniéndome antes de entrar.

—Lo sé, ya lo sé, no te alteres, calma—dice una voz suave, abro mis ojos al reconocerlo.

Me asomo un poco viendo la espalda de Louis, doy un paso al frente confundida.

—Cariño no va salir nada mal, ve a dormir, es demasiado tarde—susurra y ladeo mi rostro.

Noto como sus ojos conectan con los míos por el reflejo del vidrio que da al patio, su cuerpo se tensa y yo entro por completo, se gira apagando su teléfono.

—Deberías estar durmiendo—dice sin dejar de mirarme.

—Tu igual—susurro mirando de reojo su mano, donde sostiene con fuerza su teléfono.

—Estaba ayudando a una amiga, le paso algo y necesitaba un apoyo—explica, yo asiento.

—Esta bien, no tienes que darme explicaciones siempre—sonrío yendo a la nevera, saco la jarra de agua y me sirvo— ¿Ana?

—Si—asiente y mi estomago se revuelve.

Bebo el agua junto a una pastilla, la lluvia cae con agresividad chocando con las ventanas, el sonido hace eco por todas partes y mis manos tiemblan ligeramente.

—¿Pesadillas? —susurra de repente, yo me acerco.

—Un poco—asiento, él estira su mano acariciando mi mejilla y yo cierro mis ojos.

—¿Tienes miedo? —pregunta, abro mis ojos chocando con su mirada.

—No me gusta la lluvia, ni los truenos, ni nada referente a eso—explico.

—Creo que no tenemos eso en común, ya que yo amo la lluvia—dice sonriendo.

—¿Por qué?

—Me recuerda mucho al caos interno que las personas viven—dice bromeando.

—Poético—me burlo.

—¿Quieres que te acompañe? —sonríe sin dejar de acariciar mi mejilla.

Asiento sin decir nada y el baja su mano rodeando mi cuerpo en un abrazo, suelto un suspiro intentando sentirme en casa, pero no lo logro, ¿algo está mal en mí? ¿Por qué no puedo sentirme cómoda estando en sus brazos? Seguro es porque son sensaciones nuevas, jamás me había abrazado.

Vela por Lucia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora