Lo Que Fue Nuestro Fin. [KARMALAND/Mangelito]

Capítulo Unico.

La tarde empezó a caer y con ella la voz de sus compañeros dejando presente el silencio por un largo rato, hace un par de horas se habían reunido toda ahí y como es su buena costumbre pelearon, bromearon y rieron juntos hasta esa hora.

Ya habían designado a que bunker iría cada uno y la misa improvizada de Rubius había terminado, los suspiros y miradas nerviosas junto a esas sonrisas en sus rostros que temblaban llenaron el lugar.

— pues nada chicos — hablo primero Luzu planeando la espalda de Alex suavemente — Qué pase lo que tenga que pasar, solo quiero decirles que ha sido un honor para mi estar a su lado. — se dio la vuelta y emprendió camino hacia el pueblo pues planeaba invitar a un par de habitantes a su bunker.

Alex se despidió de manera silenciosa y le siguió junto con Auron pues ellos tres habitarian el bunker bajo la montaña del castaño.

— Bueno, andando — Vegetta le sonrió a Rubius y este le asintió viendo como se iba camino a su propio bunker junto a Fargan y Willy.

Rubén se acercó hasta Mangel y le entendió la mano que cuando chocaron lo tomo y lo atrajo hasta el en un abrazo.

— Es seguro que volveremos a vernos ¿Cierto?

— segurísimo mi Rubiuh — sintió como el nombrado lo apretaba más y él le devolvió el gesto.

Cuando se separaron se sonrieron con miedo y el peliblanco le dio la espalda para correr y así poder alcanzar a su grupo.

El pelinegro suspiro y se fijo en el sujeto a su lado quien observaba perdido algo entre sus manos.

— Lolito — le llamo y el nombrado pareció reaccionar guardando lo que antes miraba y colocaba su atención ahora en el — sigueme. — casi susurró y recibió una sonrisa en respuesta.

En silencio y bajo la leve llovizna que empezaba a caer ambos partieron hasta el Bunker de Mangel que estaba de vecino a la casa de Alex, antes de entrar por la montaña se detuvo a ver a quien lo seguía y tomo una de sus manos entre las suyas.

— ¿Recuerdas lo que había aquí?

El de la cólera se fijo en todo su alrededor con una sonrisa ¿Cómo olvidarlo?

— nuestra primera casa.

— Qué mejor fin que volver a el inicio ¿No?

Ambos se rieron y se adentraron camino al bunker.

Al llegar el pelinegro le hizo un recorrido por el pequeño espacio y el ex alcalde le escucho en cantado y con atención.

— supongo que si igual no saldremos traje de esos cigarros que te hacen dar viajes — mencionó a son de broma cuando terminó el recorrido.

— sabes que no fumo pero si igual moriremos será mejor que me pases uno — se rio siguiendole la corriente.

Luego de aquello volvió lo que parecía sobrar ese día, el silencio, lo cual en ellos no era nada común.

Ambos se juntaron en uno de los rincones del lugar y recibieron también el mismo mensaje de alerta.

Laboratorio: 30 minutos para el impacto.

Suspiraron y guardaron los móviles.

— te imaginas que si de todas maneras moriremos ¿No sería mejor ver todo el espectáculo? — mencionó sonriendo triste el de la coleta.

— si estoy a tu lado no me importaría hacerlo.

— al ladisimo — susurró riendo.

— al ladisimo por siempre mi niña.