•When night falls• [EDITANDO]

25·

Ese día Riam sintió que su corazón se estremecía no sabía exactamente la razón por la cuál aquel dolor se mantenía dentro de ella.

-¿Por qué me siento así?- Respiró profundamente intentando calmar a su mente y corazón.

De repente el llanto de la pequeña Dalai hizo que dejara de pensar. -Mi amor, has despertado, no llores, mamá está aquí- la tomó en sus brazos para luego alimentarla. -Mi pequeña Dalai...extrañas a papá ¿verdad?- sonrió mientras acariciaba una de sus manitas.

-¡Hija!- la voz de su madre hizo que quitara los ojos de Dalai que ya estaba dormida en su cuna.

-Mamá, pensé que aún descansabas ¿sucede algo?- preguntó curiosa.

Su madre se veía nerviosa y algo pálida. -Hija.....yo...-

-¿Por qué estás tan nerviosa mamá?- Se acercó a ella preocupada.

-Hija, Il...Ilhoon.....- Sus palabras no fluían por completo.

-¿Sucedió algo a Michael? Mamá no me preocupes más de lo que estoy-

-Mira- La señora Lee le entregó el diario a Riam en sus manos y ésta procedió a observar, aquella portada reflejaba una foto de un accidente de avión y a un costado se encontraba escrito el nombre que ella jamás se imaginó leer.

-¡Mamá....ésto tiene que ser broma!- dejó caer el diario de sus manos, su cuerpo quedó perplejo.

-Riam, querida hija, debes ser fuerte- habló en un susurro su madre.

-¡No! Michael prometió volver, estar juntos con nosotros mamá- sus lágrimas aparecieron dejando salir todo su dolor que había estado sintiendo hace rato. 《"Quiero que la mujer que amo sea feliz"》 aquel pensamiento surgió en un instante.

-¡No! ¿Por qué lo hizo mamá? El quería que sea feliz, él quería que sea egoísta mamá, pero no puedo hacerlo, él es la persona a quién amo-. Su madre la abrazó mientras intentaba dar palabras de aliento.

Sin embargo una llamada hizo que se separaran. Sólo bastó unos minutos para que Riam se colocara una que otra prenda. -Mamá tengo que ir, ¿Puedes cuidar a Dalai por mí hasta que regrese?- Quizo sonreír a su madre, ella sólo asintió.

-Cuídate hija, me gustaría ir contigo, sé que es doloroso y también sé que serás fuerte-.

Riam salió de casa sin antes darle un pequeño beso a su bebé y a su madre.
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-¿Usted es la esposa del señor Jung Ilhoon? - cuestionó aquel señor encargado del lugar.

-¡Sí, soy yo!-

-Lamento por la pérdida señora Jung. ¿Cree que puede acompañarme? Necesito que me firme unos documentos para la entrega del cuerpo de su esposo-

Riam siguió al señor que la había atendido cordialmente. Mientras firmaba aquellos papeles las lágrimas volvieron a salir.

-¡Lo siento!- se disculpó ante la persona que estaba frente a ella.

-No se preocupe-

Aquel ambiente se volvió tan tenso y vacío para ella, su mente iba divagando entre sus recuerdos pero de un momento a otro una llamada la trajo a la realidad.

-Hola- se apresuró a tomarla.

-Hola, ¿Cómo se encuentra la viuda del momento?- Esa voz, aquella voz que la había atormentado desde que era joven había vuelto después de un tiempo.

-¿Qué quieres Alice?-

-¡Vaya! Al menos no me has olvidado Riam, parece que el destino quiere que nos volvamos a encontrar-. Rió con ironía.- Me pregunto ¿Cómo has tomado la pequeña sorpresa que te di, querida Riam?-.

-¿A qué te refieres?- cuestionó nerviosa.

-No me sorprende que sigas siendo una ilusa.....pero bueno....me refiero a la sopresa de tu querido esposo. ¡Ay! Pero qué mala soy, no te he dado el pésame.-

-¿Qué?...¿Qué quieres decir con eso?-

Riam no entendía, su cabeza estaba por estallar.

-Riam, Riam....te lo voy a decir con simples palabras..... Quité de tú camino al que se llamaba ser tú esposo, ¿Acaso no recuerdas que mi vida fue un infierno por tu culpa? ¡Hiciste qué él hombre al que amo se alejara de mí por ir tras de ti!...Ahora yo estoy por devolverte todo lo que me has hecho...sufrirás como yo lo hice, y sabes ¿Qué? No volverás a ver a tú hija nunca en tú vida...-

-¡Alice! No te atrevas a lastimar a mi bebé, por favor.- suplicó tras el teléfono mientras se apresuraba en ir a casa.

-Muy tarde Riam- colgó la llamaba dejándola angustiada, llamó a su madre pero ésta no las tomaba eso hizo que su preocupación aumentara.

-Por favor, qué no le pase nada a mi bebé y a mi madre- susurró para ella misma.

-¡Mamá!- entró desesperada viendo que su madre estaba terminado de quitar la soga de sus pies.

-¡Hija!- habló angustiada.

-Mamá ¿Dónde está Dalai?-

-Esa mujer la tiene, pero Takuya fue a rescatarla.

-¿Takuya?- De repente el sonido de un disparo hizo que se alteraran.

-¡No! ¡Mi bebé! Mamá llama a la policía, e intenta resguardarte.

-Hija..-

Riam no escuchó a su madre apresurándose a llegar a la habitación dónde estaba su bebé.

-¡Takuya!- exclamó al ver a Takuya sangrando mientras que su bebé lloraba por el estruendo que había ocasionado el disparo.

-¡Riam!- sonrió levemente a la chica que aún estaba en la entrada de la habitación.

-Creí que no vendrías Riam- sonrió

-¿Por qué no?- cuestionó mientras se dirigía a pasos corto hasta la cuna de Dalai.

-No te atrevas a dar un paso más Riam...o prefieres que arrebate la vida de la niña, ¡tú decides!-

-Alice, por lo que más quieras, deja a mi bebé, ella no tiene nada que ver con lo que ha pasado...- sollozó.

-¡Exacto! Pero ésta niña es el centro de felicidad de la persona qué hizo miserable mi vida- Alice se acercaba con arma en mano hacia la cuna de la bebé.

-¡No, por favor! Tú me quieres a mí, deja a mi bebé, ella es inocente.-

El llanto de la bebé fue calmando al ver el rostro de la mujer quién la observaba con cierta ternura , eso hizo que perdiera por un instante su arma y de un momento a otro Takuya se adueñara de ésta a su vez la sujetaba por la espalda.

-¡Suéltame imbécil!- exclamó mientras trataba de zafarse del agarre tocó la herida que  había provocado al chico anteriormente.

Aquel toque provocó que Takuya se moviera bruscamente y jadeara de dolor  soltando el arma la cuál Alice estaba por agarrar. En ese transcurso Riam tomó a la bebé y con cuidado se dispuso a mantener a salvo a Dalai.

-Te dije Riam, nunca debiste meterte en mi camino, por eso serás infeliz tal cuál lo he sido yo- pronunció cruelmente  dirigiendo aquella arma hacia ella.

-¡Riam!- Takuya se interpuso entre ambas cubriendo por completo con su cuerpo a la chica que sostenía a su hija.

Riam abrazó fuertemente a su bebé sin dejar de observar la silueta de Takuya que había caído frente a ella.

-¡Takuya! ¡Noooo! ¿Por qué lo hiciste Alice?- gritó con impotencia al verlo sobre el suelo.

-Yo...yo...no...¡Takuya mi amor!- corrió hacia él.

De pronto agentes de la policía llegaron al lugar llevándose a Alice detenida por el acto cometido.

Riam entregó a Dalai a su madre y fue en busca del chico quién aún esperaba ver y decir sus últimas palabras a la persona a quién amaba.

-Takuya ¿Por qué hiciste eso?- susurró para él.

-Porque quise protegerlas tal cuál le prometí a Ilhoon que lo haría...Riam, perdóname por todos los errores que cometí en el pasado, sobre todo por no haber luchado por ti y cumplir lo que prometí. Quiero que sepas que hasta mi último día te seguiré amando.- habló débilmente para ella. -Te amo...te amo, nunca lo olvides, cuida de Dalai- Takuya no podía mantener su mirada fija a ella cada vez sentía que su cuerpo se quedaba sin fuerzas y por más que trataba de no cerrar los ojos le fue imposible, lo último que pudo decir fue un 《"Lo siento"》 llevándose consigo aquella imagen del hermoso rostro afligido y lleno de tristeza de la chica que siempre amó.

-¡Takuya! ¡No me hagas ésto! ¡por favor!- Tomó del débil tacto del hombre aferrándose a su cuerpo y entre sollozos pudo volver a pronunciar aquellas palabras que hace tiempo no la decía frente a él, aquellas que para ambos tenían un gran significado -Yo también te amo Takuya, por favor no me dejes de nuevo, no ahora- Riam sintió que la mano fría del joven decayó de la suya, su cuerpo se quedó intacto al ver que aquel hombre cerró por completo sus ojos en señal de redención lo cual provocó que ella hundiera su rostro sobre el cuello de él dejando salir todas sus lágrimas que al parecer eran interminables.

Desde aquel día Riam ya no es la misma chica que solía ser, sonreía poco y si lo hacía era por su pequeña Dalai ya que era la razón de ser y por la que debía salir adelante como comienzo de una nueva vida.

-FIN-
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