En Laix, Guillermo pensaba en cómo le explicaría a Chiara todo lo que había sucedido aquel día en que vió que mara lo abrazaba. Pasó su mano por su cabello en signo de frustración, sabía que la italiana no le creería, la confianza que se estaba generando entre ellos se esfumó en tan unos pocos segundos, además el no la había llamado ni ido al Fundom para explicarle y es que quería encontrar una buena manera de explicar las cosas para que la chica le creyera.
– Guillermo te estoy hablando hace horas – el chico salió de sus pensamientos cuando Marcos elevó su voz para captar la atención del CEO. – Aquí están las planillas que me pediste.
– Bien – contesto con sequedad.
– No me digas que aún sigues enojado por lo que pasó el otro día con Chiara, olvídala y olvida lo que pasó.
El venezolano solo lo miro y es en ese momento que se le ocurrió una idea.
– Marcos, ambos iremos hablar con Chiara y le explicarás como fueron las cosas realmente.
– estás loco si crees que haré eso, Marcos Golden no caerá tan bajo.
– Ay Marcos, si no lo haces tendré que subir el video que supuestamente habías borrado en todos los dispositivos que tengo – Era mentira el ya no tenía aquel vídeo, pero podía conseguir que Marcos le creyera.
Golden estaba sorprendido– ese video no está Guillermo, cómo has dicho lo he borrado en todos tus dispositivos.
– Piénsalo, esto terminaría con tu posibilidad de recuperar tu puesto como CEO de Laix.
– No lo haré, el vídeo no existe más.
– Los computadores, celulares y tables no son los únicos que pueden guardar archivos, los pendrives cumplen la misma función.
Marcos estaba fulminando con su mirada al bailarín y este lo miraba de manera tranquila, pero triunfante.
Soltó un suspiro de resignación – Cuando iremos hablar con esa chica.
Guillermo sonrió – Mañana en la tarde.
El argentino salió furioso de la oficina por dar su brazo a torcer, en cambio el chico ya tenía un plan, iría hablar con Chiara en la mañana, ya si no le cree, llamaría a Marcos para que confiese la verdad.
(......)
21:00 pm y recién llegaba a su casa para cenar, esperaba que su mamá no la regañara por la hora.
– Mamá ya llegué – avisó
La madre de la italiana estaba hablando por teléfono, su voz era de angustia – Sí amor, estamos bien, Chiara acaba de llegar – La rubia emocionada se acercó y habló al teléfono.
– Ciao papà, come stai? – la madre de la chica le cedió el teléfono.
–Molto bene, ragazzina e tu?.
–perfetto come sempre.
Chiara volvió hacer esa niña que sonreía por todo sin necesidad de fingir y es que con su papá que extrañaba tanto, hacía olvidar todo lo malo que le había pasado, era como recargar sus energías.
–La mia vita, mi hanno mandato alla guerra iraniana, voglio che tu sappia che ti amerò per sempre e, qualunque cosa accada, ricorda che sarò sempre con te (Mi vida, me enviaron a la guerra de iran, quiero que sepas que te amaré por siempre y, pase lo que pase, recuerda que siempre estaré contigo)– la sonrisa de Chiara y la felicidad que sentía de hablar con su padre se esfumó, el terror de perder a la persona que más ama se apodero de ella, su padre iba ir a la guerra.
–No, rifiuta, vieni in Argentina proprio ora, lascia l'esercito per favore. (No, rehúsate, ven a Argentina ahora mismo, deja el ejército por favor.)– Rogó, su voz se había quebrado.
– Mia bellezza, è un onore per me essere nell'esercito, è il mio sogno, mi dispiace, ma non lo farò, e non è affatto facile. (Mi belleza, es un honor para mí estar en el ejército, es mi sueño, lo siento, pero no lo haré, y no es nada fácil.) – Su Madre puso una mano en su hombro derecho dándole fuerzas, Chiara le devolvió el celular a su progenitora y se fue corriendo a su cuarto, su día se había arruinado con aquella noticia.
Su padre siempre había querido ser militar y lo logro, pero sabía que el pacto de Italia con Estados Unidos era ayudarse mutuamente, la rubia sabía que en un momento su adorado padre tendría que ir al campo de batalla, claro que no era la primera vez, pero cada vez que su progenitor salía a combatir le invadía el temor de perderlo.
Su madre entre a la habitación – No seas una niña malcriada, ya estás grande y conoces bien el trabajo de tu padre – la rubia remaba lágrimas, tenía tanta impotencia con la indiferencia de su madre – además eso ha permitido que nosotras tengamos una mejor comodidad económica....
Se levantó bruscamente – ¿A que costó?, Siempre se la pasa lejos y cuando viene ha visitarnos siempre es porque se va al campo de batalla y ese temor de perderlo perdura en ambas, bueno más en mi que en ti por lo que siempre veo, el a nosotras no le importamos, ama más su trabajo que a su familia – soltó con rabia
– Estás hablando por la rabia – su madre se acerco ha golpearla una cachetada, la rubia la miro furiosa, ya estaba acostumbrada a los golpes que su madre le daba.
– No, puedo estar enojada y con pena, pero no hablo con la rabia y lo sabes, soy muy consiente de lo que digo y sabes, ya no me afecta tus golpes, ya me acostumbré, ahora quiero estar sola, me dejas por favor.
La madre de la italiana salió de su cuarto, el semblante que traía su progenitora no era la mejor, Chiara sufría ante la insertidumbre de perder al hombre que amaban. La madre de la chica se notaba la indiferencia a kilómetros, la pregunta era ¿Por qué?.
Sin duda la noticia a la rubia le había afectado demasiado, ella recordaba que cuando estaban en Italia su padre siempre estaba con ella y es que estaba en el servicio, pero podía volver a su casa ya que vivían en la ciudad que estaba en el regimiento, el la arropaba cuando se iba dormir, le preparaba comida en los días que estaba libre, salían ha pasear, siempre fue sobreprotector con ella hasta el día de hoy aunque ahora esté lejos, había pasado una infancia tan linda con el a su lado, pero eso cambio cuando se mudaron a Argentina por el trabajo de su madre.
Se acabaron los días en que estaba junto a su padre, lo extrañaba tanto, ella reclamaba por el tiempo que no pasaba con el, no porque fuera un mal padre todo lo contrario para ella su papá era un héroe.
Tomó su guitarra que estaba en su cama y empezó a afinarla, la inspiración había llegado a la oji-verde.
– si algo me gustaba..era dormirme en tus brazos...– Empezó a cantar y anotar la letra en una libreta.
Pasaron medio hora, su madre la interrumpió, diciéndole que mañana tenía escuela y tenía que dormir a lo que la rubia a regañadientes obedeció, se sentía más tranquila pues la música siempre lograba calmarla.
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Inexorable
FanfictionTodas las personas cometemos errores y detrás de esos errores siempre hay una explicación. Muchas personas ocultan sus errores para no ser juzgados por las personas que quieren además de no querer perderlas, es importante que escuchemos y comprendam...