CUESTIONES CON PAPÁ (Supernatural Fanfiction)

CAPITULO VI: HUYENDO

A pesar de la prisa por el asunto. Sam tuvo que dejar de correr al entrar de nuevo en la tienda pues lo último que necesitaba en ese momento era llamar la atención de algún guardia de seguridad que fuese a creer que corría porque tenía en mente cometer un robo a la tienda o algo por el estilo.

Así que solo se movió con grandes zancadas en busca de Dean y no tardó nada en encontrarlo. Estaba ya en una de las cajas, pagando por las cosas compradas e incluso coqueteando con la cajera pues le estaba sonriendo de esa forma tan cínica que para muchas podrá significar simpatía pero que realmente sólo significa 3 cosas:

1. Bonitas tetas

2. Lindo trasero

3. Las 2 anteriores, ¿Quieres que tengamos sexo?

Dean nunca iba a cambiar...

Como sea, ese no era asunto. Ahora tenían algo verdaderamente importante que atender, así que se aproximó a su hermano y le tomo del brazo antes de mirar a la cajera con su propia sonrisa falsa.

"Él te llamara..." le dijo y tiro, mejor dicho empujo a Dean para que avanzara con todo y el carrito de compras.

"¡Eh! ¡Ni siquiera me dio su número!" exclamó Dean muy ofendido, aunque la verdadera ofensa no era la chica - no estaba tan buena de todas formas. - sino que Sam se atreviera a arrastrarlo de ese modo. Él no era un maldito mocoso de pañales, era su hermano mayor.

El MAYOR y no al revés.

"¿Qué demonios, Sam?"

"Tenemos que salir ya."

"¿Porque?" Dean inmediatamente temió lo peor. "¿Hay demonios aquí? ¡¿Y dejaste a Jeff solo?!"

Sam se detuvo y mordió sus labios. No tenía ni idea de cómo decírselo a su hermano, él amaba su auto más... Bueno, más de lo que sería sanamente recomendable y decirle que ya no estaba iba a traer... El infierno en la tierra, no había mejor manera de decirlo.

"Dean, tienes que estar tranquilo ¿sí?" estuvo tentado a pedirle que le diera el arma que llevaba en el bolsillo trasero del pantalón pero hacerlo solo hubiera facilitado que Dean la sujetará.

"¿Tranquilo yo?" Dean sabía que si se lo estaba pidiendo expresamente, era porque algo verdaderamente malo estaba pasando y eso lo puso de los nervios.

"Sam, dímelo de una puta vez. ¡¿Que está pasando?!"

"Es el impala, es que..." Sam tuvo que cerrar los ojos para armarse de valor y poder decirle. "Es que no está."

La mente y el mundo de Dean se cerraron por completo.

"Que... ¿Qué dijiste?" pregunto, su rostro se había puesto más blanco que una hoja de papel y Sam temió lo peor.

Parecía que Dean iba a desmayarse o peor, a tener un ataque cardíaco.

"Tienes que estar tranquilo, es..."

"¡Dime que le paso a mi auto!" grito tan fuerte que varias personas en la entrada de la tienda se les quedaron viendo.

Sam se sintió muy abochornado, como un niño al que regañan en público por haber hecho algo malo.

"Dean, nos miran" murmuro.

"¡Y una mierda!" le grito de nuevo.

Sam supo entonces que no habría poder humano que hiciera a Dean mantener la calma y además, él no había hecho nada con el auto como para que le estuviera gritando de esa forma.