CAMBIOS.

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Poché:

Ya había pasado una semana desde que me quedaba con Dani, ningún día fue igual, siempre nos la pasábamos de lo mejor, siempre había risas, y siempre se creaba una anécdota para contar. Era domingo, recién nos habíamos despertado, en realidad Karen nos despertó, mientras desayunábamos, Karen siempre nos contaba alguna historia, de su vida, o de sus novelas, que siempre siempre veía, cuándo casi terminábamos, Mafe nos dijo que la lleváramos a su trabajo, no le gustaba dejar el auto en el estacionamiento, no era precisamente el lugar más seguro ; terminamos y nos subimos a arreglar, como siempre, con música, para éste punto, nos prestábamos nuestra ropa, sudaderas, pants, zapatos, tenis, lo que nos hiciera falta para completar nuestro outfit. Nos montamos al auto y Dani condujo hasta el trabajo de Mafe, teníamos que pasarla a buscar a las 6:00 pm, Dani no quiso que nos devolviéramos a la casa, así que decidimos ir a casa de Alejo, que no quedaba nada lejos, , así que le avisamos que íbamos para allá...

-Majo ¿tu quieres que paremos a comprar cosas para comer, o las compramos en casa de Alejo?

-Prefiero en la casa de Alejo, es mucho más barato.

-Bueno.

Me quedé unos minutos en silencio, ¿pueden creer que llevaba una semana viviendo con ella y nunca le dije que me decían Poché? si, así de distraída puedo llegar a ser...

- Oye, ¿a ti nunca te dije como me decía todo el mundo verdad?

-Pues Majo ¿no?

-No puede ser, soy de lo peor, o sea, si me dicen así, pero, me dicen Poché.

-¿Poché?, ¿Cómo así? Cuéntame la historia.

-Básicamente mi hermanita me puso así, María José era un trabalenguas para ella, ¿y que se le ocurrió en su cabeza de 1 año? claro, Poché.

-Ahora que lo mencionas, a mi casi nadie me dice Dani, sólo mis papás y Karen, a mi todos mis amigos me dicen por mi apellido, Calle.

Y así fue como pasamos de decirnos Majo y Dani, a decirnos Calle y Poché. Llegamos a la casa de Alejo, él se independizó hace casi 1 año, desde que lo conozco nunca le ha gustado vivir con su mamá, yo lo acompañé a ver el apartamento, lo ayudé a mudarse y a que no fuera tan difícil para él, apenas llegamos nos recibió su perrita, Kala, hace no mucho la había rescatado, Calle y yo desde el instante en el que la vimos sabíamos que estaba embarazada, pero Alejo se convenció de que no, y era la persona más necia de todo el planeta, así que nadie lo iba a convencer ; vimos una película mientras esperábamos a que fuera la hora para recoger a Mafe, platicamos con Alejo como 2 horas, le ayudamos a hacer su comida, comimos y no nos quedaba nada que hacer, así que le dijimos a Alejo que le fuéramos a hacer un ultrasonido a Kala..

-Vamos Alejo, y si está embarazada nos debes algo, si no, nosotros te vamos a deber lo que quieras.

-No Poché, no está embarazada, ya me hubiera dado cuenta.

-¿Tienes algo mejor que hacer?

-No mucho la verdad.

-Bueno pues sube a Kala, súbete tu y vamos a una veterinaria.

No le quedó de otra más que subirse, Kala era una pug, así que desde siempre ha sido un burrito con patas, pero no se veía como todos los pug. Cerca de allí había una veterinaria, Calle conocía al veterinario, y aunque estábamos dispuestas a pagar con tal de que Alejo se diera cuenta del estado de Kala, el veterinario se ofreció a darnos la consulta gratis, aún había personas buenas...

-Efectivamente, Kala está embarazada.

La cara de Alejo fue lo mejor que nos había pasado a todos, literalmente había visto a la muerte.

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⏰ Last updated: Jul 21, 2020 ⏰

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Ella y yo.Where stories live. Discover now