Todo empezó una noche de alcohol y humo, cruzamos miradas pero nadie decía nada, se reía de mis babosadas, mientras una buena vibra se creaba, llegó el momento de partir, se marchó, solo me dejó un beso en la mejilla de recuerdo, pasaron las horas y los días, hasta que un día recibí una llamada desconocida, no alcance a contestar, así que decidí volver a llamar para averiguar de quién era ese número, y era ella, al principio no reconocí su voz, después de un par de palabras supe quién era, entablamos una conversación, ella no paraba de reír, y yo de sonrojarme, era increíble que estuviera hablando con ella, poco a poco fui ganandome su confianza y ella la mia, era una química muy buena y rápida la que teníamos ella y yo, todo era lindo, nos frecuentabamos mucho, todas las noches hablábamos por teléfono de cualquier cosa, llegamos al punto de contarnos hasta lo que no debíamos, cuando ella necesitaba de mi, me marcaba, cuando yo la necesitaba, le marcaba, siempre estuvimos el uno para el otro, todo la magia pasaba por teléfono, escuchar su risa boba era lo mejor para mí, no había momento que no quisiera estar hablando con ella, hubo un momento dónde la notaba distante y cortante, fue ahí donde dije "la estoy cagando", empecé a tomar mi distancia, no le escribia tanto, ya no la frecuentaba tanto, decidí que era lo mejor si quería seguir teniendola cerca aún que sea atraves de un celular, atraves de una foto, atraves de un recuerdo, tengo que confesar que las veces que recuerdo todo lo que hacíamos me hace extrañarla un poco, por qué es alguien importante, es alguien muy genial, es muy cool, es todo lo contrario a mi, es esa persona que dices como me cae mal, pero no podemos dejarla ir, quisiera que alguna vez podamos hablar otra vez, sin mencionar que siempre espero tu llamada.