"¿Qué estás haciendo aun acá David?" preguntó una Tamy curiosa observando embelesada las rosas rojas que le había regalado Bowie y que él había acomodado en su mesita de noche. "¿Acaso uno no puede preocuparse de la salud de las amigas?" le digo con una mirada coqueta. Tamy inclinó la cabeza a un lado, incrédula. "Bueno, está bien... me descubriste..." dijo Bowie. "Tam... Loquita... mira... yo sé que todo lo que pasó antes... pues como que pudrió todo entre nosotros... y... ni siquiera pudimos quedar como amigos... eso... eso siempre me ponía mal, es decir... arruiné todo de tal manera que no pudimos siquiera conservar nuestra amistad..." dijo muy arrepentido. "Bueno, lo que te dije ayer fue cierto, David. Yo no te guardo ningún rencor, para mi todo esta olvidado, todo quedó en el pasado" le dijo ella honestamente. "Espero que si... yo... quisiera al menos que quedemos como amigos... buenos amigos... tú sabes, después de todo lo que vivimos..." dijo mirándola pícaramente. Tamy se sobresaltó pues se dio cuenta que aún le pasaban cosas con él y ni siquiera se había acordado de preguntarme por Roger. Mientras David le hablaba ella lo miraba pensativa, ella no podía oírlo porque se puso a recordar toda su historia con él. ¡Que recuerdos! La de locuras que hicieron juntos, el como se volvía mantequilla en sus manos, en el poder de seducción que siempre tuvo sobre ella, en como eran fuego en la cama. Le parecía increíble que esa chispa se hubiera mentenido viva a pesar de los años... y eston era de parte de ambos...
Freddie me había traído a casa, la verdad yo estaba muy preocupada por Roger, no había dado señales de vida aún y eso me ponía mal, no podía evitar pensar donde estaría mi hermanito. También pensaba en mi amiga y en el hecho que pasaría la noche con ese hombre. "Freddie no sé si hicimos bien en dejar a Tamy sola en la clínica" le dije al entrar a casa. "Pequeña... sabes bien que no está sola..." me dijo mirándome con complicidad. "Yo sé... está el Bowie ese..." dije algo molesta. "Bueno pero ella está mejor y al menos tiene compañía. Ahora tienes que descansar tú ¿está bien? ¿Qué dices? Quieres que me quede contigo esta noche..." me preguntó y yo asentí. Ambos nos dirigimos al cuarto y nos recostamos. Él me tomó en sus brazos y me acariciaba la espalda. "Ven... trata de relajarte" me dijo dándome un tierno beso en la frente. Yo alcé la vista y nos quedamos un momento viéndonos a los ojos. "Gracias por cuidarme bebé... te amo" le dije y lo besé. Ese pequeño beso se fue tornando cada vez más y más intenso. Nuestros cuerpos podían sentir el deseo que brotaba por cada poro. Yo empecé a clavarle mis dedos a la espalda mientras me apegaba más a su cuerpo, podía sentir que se estaba excitando al tenerme tan cerca, pegadita a él. Freddie me besaba ahora con tanta pasión, como si hubiera estado esperando por este momento toda su vida. Sus manos bajaron por mi espalda y empezó a amasar mis nalgas eróticamente. Yo subí una pierna por encima de su cuerpo y pude sentir su dureza rozar mi abertura. Freddie metió sus manos por debajo de mi ropa interior y empezó a acariciarme de una forma que me encendía pues sus dedos jugueteaban allá abajo como si acariciara las teclas de su piano. Ambos nos fuimos desnudando mutuamente sin dejar de besarnos, el sentir nuestras lenguas juguetear era una de las cosas que me excitaba más de ese juego previo.
Por fin paramos de besarnos, Freddie bajó hasta mis pechos besando cada rincón de mi piel en su camino. Cuándo sentí su boca saborear mis pezones me sentí en la gloria, arqueaba mi espalda cada que los succionaba con placer mientras los masajeaba rítmicamente, yo sentía que no podía más, sentía que iba a explotar de placer en cualquier momento. Freddie paró entonces, pudo darse cuenta de esto y quería que lleguemos juntos al éxtasis. Se acercó a mí y empezamos a besarnos nuevamente, pero esta vez, sentía que poco a poco entraba en mí, esto hacía que me retorciera de placer y cuando las embestidas se hicieron más fuertes mis gemidos subían de tono. Esto calentaba mucho a Freddie que aumentó el ritmo de sus movimientos a la vez que gemía, hasta llegar dentro de mí con un gran grito de placer. Yo terminé exhausta, perdí la cuenta de cuantas veces llegué durante todo el proceso. Estaba feliz, dichosa, plena, estaba por fin en los brazos del hombre que siempre amé.
Ya era de madrugada y Brian y Roger seguían bebiendo y hablando. "Bueno ya basta de sufrir... si ella quiere estar con Freddie o con quién carajos le cante, pues que lo haga... total, lo nuestro no va más y hace mucho que ya no era lo mismo, era cuestión de tiempo nada más... bueno, ya hasta aquí llegué... creo me voy a largar de viaje y mandaré a la mierda todo de una vez por todas..." dijo Brian tajantemente. "Pe... pero tú no nos vas a dejar ¿Verdad Bri?" preguntó Roger intrigado. "Es decir... lo que haya pasado entre ustedes no tiene nada que ver con..." empezó a decir pero Brian lo interrumpió. "¡No seas estúpido Roger! ¿Cómo me puedes decir eso? Yo no me puedo quedar acá porque sería demasiado humillante ¿No entiendes? ¿Qué es lo que va a decir la gente? ¿Te imaginas el escándalo? ¿O lo que diría la prensa de espectáculos? Oh, el gran Freddie le quitó la novia de hecho. Uy de seguro le pusieron los cuernos. Ay el pobre Brian seguramente se quiso matar por ella... ¡No voy a permitir que se burlen de mí! ¿Entendiste? ¡Nadie me va a tener lástima!" exclamaba a gritos. "No digas eso Bri... Nadie se va a burlar de ti y nadie te tiene lástima... te equivocas ahí... eso te lo aseguro..." le dijo Roger. "Encima nada de lo que suponen es cierto. Si supieran por qué en realidad me quise tirar de ese maldito puente hace meses... si supieran que..." dijo pero se calló de inmediato. "¿Bri? ¿Es que acaso no fue por los problemas que ustedes dos tenían?" preguntó Roger. "Olvídalo Rog" respondió Brian de forma cortante. "No... nosotros somos amigos Bri y a mí me interesa saber lo que te pase..." respondió Roger. "¡Ay por favor Rog! ¿Yo? ¿Tu amigo? No me hagas reír. ¡Si tu amiguito es Freddie! A ti te interesa solo lo que piense él o lo que haga él..." dijo agitando las manos y dándole la espalda. "¡Eso no es cierto Bri! Yo también te considero mi amigo. ¿Cómo puedes pensar que no me interesa lo que te pase? Me interesa... y mucho" dijo Roger poniéndole una mano en el hombro.
Brian le quitó la mano del hombro casi de inmediato. "Mejor me voy" dijo inesperadamente, cogió su abrigo y salió de la salita apresuradamente. Roger fue tras él extrañado. "¡Bri, espera!" gritó y lo cogió por el brazo. Brian se detuvo y Roger pudo ver las lágrimas que amenazaban correr por sus ojos. "Pero... ¿Qué sucede Brian? Dime... somos amigos... ¿Es que no me tienes confianza?" le pidió Rog tomándolo por los brazos. Brian miraba al suelo, aguantándose las ganas de sollozar. Roger le buscaba la mirada pero era inútil, Bri no quería (o quizás no podía) hablar ahora. "Brian... cuéntame... ¿Qué pasó? ¿Qué pudo haber pasado para que hayas querido...? No entiendo... pensé que era porque ustedes dos tuvieron un gran problema... ahora me dices que no fue así... déjame ayudarte, quiero saber..." le aseguraba Roger mientras Brian trataba de reunir fuerzas para hablar y no quebrarse. "Hay cosas que es mejor no saberlas Rog..." solo atinó a decir conteniendo el llanto. "No... no Brian. Yo no creo eso... yo creo que te va a ayudar decirlo. Creo que lo que no has logrado soltar es lo que te está lastimando demasiado y yo no quiero que nada te pase ¿Ok?" le dijo. Brian ahora lo miraba atentamente. "Cuando me enteré que habías tratado de hacerte daño me dio mucha rabia, Bri. Y sabes bien que en ambas oportunidades estuve para ti, traté de cuidar de ti y de estar al pendiente de lo que necesitaras. Tú eres mi amigo y me preocupé mucho, pero no puedo hacer nada si te encierras en tu mundo y te regusas a contarme. Ahora me dices que hay cosas que es mejor no saberlas y yo... yo no entiendo a qué te refieres... quiero entender y quiero ayudarte... déjame estar para ti por favor... yo te quiero Bri..." dijo y en eso pasó algo inesperado, algo que nadie se lo hubiera imaginado ni en un millón de años. Brian no pudo resistir más, sin dejar de mirarlo a los ojos, empujó a Roger contra la pared cogiendolo por las solapas de su saco y le estampó un beso. Fue un beso corto pero apasionado, Roger no tuvo tiempo de reaccionar y cuando Bri dejó de besarlo, exclamó algo agitado: "Te lo dije... ahora no hay vuelta atrás. SI habían cosas que eran mejor no saberlas..." se dio media vuelta y se dirigió a la salida diciendo: "Adios, Rog". Roger se quedó inmóvil, no atinó a decir una sola palabra y parecía que hasta le faltaba el aliento. ¿Pero qué acaba de pasar? - se preguntaba. Brian acababa de besarlo, si, pero... él no había hecho nada para evitarlo... ¿Por qué? ¿Es que acaso...? No... Eso no podía ser... o.... ¿Si?
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Las Palabras de Amor
FanfictionSecuela de mi primera historia "Es realidad o solo una fantasía" que acabó de forma trágica y triste. Esperemos en esta segunda parte los personajes tengan por fin un final feliz. Disfruten. También escrita en primera persona para que cualquiera de...