Capitulo 20

4 2 0
                                    

Estiro mis brazos hasta tocar la cabecera de mi cama, siento como mi cuerpo cruje un poco dejándome una sensación agradable. El sonido de los parajillos cantando me relajan lo suficiente como para no querer ni abrir los ojos, por lo que me giro hacia mi derecha y así poder seguir durmiendo, pero cuando mi mano se enreda en un cabello ajeno y siento cierto movimiento no tengo otra opción que despertarme.

Al abrirlos lo primero que veo son unos iris violetas rodeados de blancas pestañas, su cabello blanquecino cubre parte de su rostro aun adormilado. Sonríe mostrándome los dientes mientras se acurruca contra mí, paso uno de mis brazos sobre su cuerpo y la dejo estar un rato así.

—Buenos días —susurro. Siento un leve apretón en el brazo, hace poco aprendí que quiere decir "igualmente".

Espero unos minutos mas antes de levantarnos, me estiro nuevamente y veo como ella me imita. La ropa que lleva puesta es solo una playera negra de manga larga, al ser mía le queda algo grande y ancha por lo que casi le llega a las rodillas, es cómico ver como las mangas cuelgan hacia abajo desde sus manos. Me levanto y ella sigue mis pasos hacia mi armario, hoy el clima es frío así que opto por una sudadera azul marino y unas medias negras, ademas de mis botas de estampado militar, para ella escojo algo parecido, lo único diferente son los colores que están invertidos.

Rebusco entre mis cosas hasta dar con unos zapatos de piso que tenia desde hace años, se las doy esperando que le queden.

—Voy a darme una ducha, quédate aquí y cámbiate, no tardo —pido, revolviendo su cabello.

Corro hacia el baño y me desvisto con rapidez, mis músculos se relajan cuando me cae el agua caliente, lastimosamente no puedo disfrutar esa sensación el tiempo suficiente porque si tardo demás comenzara a impacientarse, incluso podría llegar a llorar. Termino en tiempo récord y salgo ya vestida hacia mi cuarto.

Ella ya esta sentada en mi cama con el cambio de ropa, esta cepillando su cabello con tanta tranquilidad que no parece ser aquella niña asustada de hace semanas. Sus heridas han sanado lo suficiente como para que pueda caminar, pero aun siente un poco de dolor, ademas de las cicatrices psicológicas que le han dejado, son tan profundas que solo permite que yo la toque, lo que es un martirio al momento de que le revisen las heridas.

—Necesito ir al pueblo por unas cosas ¿Me acompañas? —me cruzo de brazos esperando su respuesta.

Duda un poco pero al final acepta, se que no le gusta salir pero detesta que me aleje de ella por mucho tiempo por lo que evito salir con regularidad, pero admito que deseo ver a Ryder, no solo porque lo extrañe sino también para saber si han descubierto el ultimo cuerpo que deje.

—Toma, ponte estos —le ofrezco unos lentes de sol, ella se los pone sin rechistar.

Últimamente he leído cosas sobre el albinismo, por lo que se que su piel es sensible a los rayos de sol intensos, y por suerte el clima en Eclipse es siempre frío, con el cielo nublado casi todos los días. Pero en su caso es aun peor, ya que al estar encerrada por no se cuanto tiempo es aun mas sensible, no puede salir sin lentes de sol o ropa que le cubra todo el cuerpo, y según la enfermera, ella poco a poco podrá exponerse al clima de Eclipse.

—¿Ya te decidiste por un nombre? —me acerco a ella para poder atar su cabello en dos coletas bajas, pero me detengo al ver como niega con la cabeza y detiene mis manos—¿No te has decidido?

Ella niega nuevamente apuntando hacia su cabello, solo cuando lo hace de nuevo y suelta una de las coletas logro entender lo que me quiere decir.

—¿No quieres coletas? —ella asiente—¿Entonces?—con los mechones sueltos hace el intento de una trenza—. Bien, trenzas serán.

Blue (Danzando con la muerte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora