Prólogo

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Impotencia. Rabia. Confusión.

Eso es lo que sentía en ese momento, además de un dolor horrible de cabeza por el estado de ebriedad en el que me llegué a encontrar la noche anterior.

Otra vez.

Había bebido hasta no poder más, tal y como llevaba haciendo varias semanas: beber, beber y beber hasta no acordarme de mi nombre si quiera.

Pero realmente a quien quería olvidar era a él.

Quería olvidar las primeras conversaciones que tuve con esa persona a la que consideraba tan especial. Quería olvidar nuestras primeras risas, nuestras sonrisas, nuestros besos, nuestros te quiero...

Quería sacar de mi cabeza a esa sonrisa que hacía que me olvidara de que, de vez en cuando, mi vida se volvía un desastre. Y era él quien hacía que todo volviera a la normalidad. Quería dejar de pensar en su dulce pero masculina fragancia. De lo bonitas que sonaban nuestras risas al juntarse..., en general quería olvidarme de él.

Pero no podía.

Dicen que solo te enamoras una vez en la vida. Y yo tenía claro que él fue esa "vez en mi vida".

Me gustaría buscarle, hablar con él, tenerlo cerca de mí, conversar sobre cualquier cosa como solíamos hacer, y siempre acabábamos besándonos...Pero no podía ser.

Ya no.

Intenté evitarlo, intenté estar a su lado. Pero no puedes ayudar a alguien a quien no quiere que le ayuden, así que no pude evitarlo.

Y él se fue.

Para no volver.

Y dolía, dolía tanto..., que pensaba que nunca dejaría de sentirme tan vacía, tan sola, tan...rota.

Pero después de un largo y frío invierno, llega la primavera. El cielo empieza a ser azul y despejado, salen las flores... Y te das cuenta de lo que verdaderamente tienes al lado.

Que muchas veces damos segundas, terceras, cuartas e incluso quintas oportunidades a personas que no se lo merecen. Y mientras tú estás ahí, esperando un cambio por parte de la otra persona, esperando que no vuelva a fallarte... Hay personas que están batallando por obtener 1 sola oportunidad contigo, solo que muchas veces, no somos capaces de darnos cuenta de ello.

Tal y como me pasó a mí.

Hasta que fue demasiado tarde...

Antes de que te vayasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora