datoom ⋆｡˚✩‧₊⋆ woosan

boy45

San volvió a apagar su celular, abrazando sus piernas mientras acariciaba la cabeza de pelusa.

Las pesadillas en las noches se habían vuelto comunes. Su madre le había dicho que el caso de Mia iría a juicio, aún así, no había un culpable aún, esperaban por los exámenes médicos, la chica había muerto antes de informale a sus padres

Sus manos temblaron, no sabía que hacer, tenía miedo, pensar con claridad se le hacía cada vez más difícil. Se sentó a la orilla de la cama, viendo por la ventana las nubes grises, el día amenazaba con llover.

— San — Llamó Yoon, asomando su cabeza por la puerta — Se qué es algo tarde, pero ¿No iras a la escuela?, debo ir a la galería hoy, puedo llevarte —

Los ojos de San picaron, unas cuantas lágrimas cayeron de sus ojos, secandolas rápidamente con sus temblorosas manos. Asintió.

— Bien, no tardes mucho cariño — dijo suavemente antes de volver a cerrar la puerta de la habitación.

San se puso de pie, viendo su uniforme. Mordió su labio inferior con fuerza, no podía dejar de culparse. Secó nuevamente sus lágrimas para vestirse, cuando estuvo listo tomo la bufanda que Wooyoung le regaló, colocandosela para luego tomar sus cosas y salir de su cuarto.

San caminaba por los pasillos, todo parecía tranquilo, todo parecía normal, ¿Nadie lo sabía?, miraba a los chicos que pasaban por su lado, intentado reconocer la silueta del chico, sería imposible.

Cuando llegó a su salón busco con la mirada a Jongho. Estaba sentado en el banco que compartían, todo parecía más gris. Se acercó hacía su amigo, Jongho al verlo se puso de pie, caminando hacía él, sin esperarlo el menor tomo su muñeca, arrastrandolo fuera del salón.

— San — dijo cuando ambos estuvieron en el pasillo — ¿Qué pasa?, no contestabas los mensajes ni siquiera las llamada — San bajo la mirada, sin saber que excusa usar.

— Lo siento — susurró.

— ¿Qué pasó el viernes?, estabas con el director, — jongho tomos los hombros de San, buscando su mirada, San la desviaba .

— ¿No lo sabes? — San miró al chico con ojos brillantes. Jongho negó, confundido. El pecho de San comenzó a subir y a bajar con pesadez, controlando sus ganas de llorar — Bien, luego hablamos, debo hacer algo antes — San corrió por el pasillo para subir las escaleras, Jongho gritaba su nombre para intentar detenerlo. El menor se vio inquieto.

— Malditasea San, ¿Qué piensas hacer? — murmuró el chico, dirigiéndose al salón de sus amigos, entrando apresuradamente. Ellos al verlo entrar lo miraron confuso.

— ¿Jongho? — Hongjoong lo vio susurrando algo a Mingi y a Yunho al igual que a Wooyoung, estos rápidamente se pusieron de pie, saliendo del salón, Jongho también le hizo una señal al pelirrojo, para que saliera.

— ¿Que demonios pasa? — preguntó Wooyoung de mal humor, cuando Jongho vio a Hongjoong llegar se dispuso a hablar.

— San vino a la escuela —

Wooyoung abrió sus ojos desmesuradamente.

— ¿Dónde ésta? — preguntó Yunho, con la intensión de ir al salón correspondiente. Jongho lo detuvo, negando.

— Recuerdan el viernes, cuando dije qué San estaba con el director cuando llegó al salón.— todos asintieron, Wooyoung comenzaba a inquietarse cada vez más — Bien, creo que algo anda mal, San estaba diferente hoy, debemos buscarlo, me dijo que debía hacer algo antes de esfumarse, tengo un mal sentimiento — susurró esto último.

— No perdamos más tiempo — dijo Wooyoung con la preocupación calandole los huesos.

— Hola, ¿sabes dónde está Jong bum? — preguntó San, el chico frente hizo, lo que parecía, buscar con la mirada —
— ¿Jong bum? — San asintió, las palmas de sus manos sudaban, mientras miraba a su alrededor con insistencia.

— Oh, allí está — dijo dándole una señal con la cabeza. San miró al chico a unos metros de él.

El chico sonreía y reía con sus amigos, tal ves se equivocaba. ¿Como podría estar sonriendo después de todo lo que hizo?, ¿Estaría enterado sobre la muerte de Mia?. Esas preguntas vinieron a su mente.

— ¿Estas seguro que él? — preguntó San, sin apartar la mirada del chico.

— Sí, lo estoy, cursamos el mismo año — el chico miró a San extrañado.

— Gracias — San caminaba en dirección al chico mientras quitaba su bufanda.

— ¡San! — escucho la voz de Wooyoung gritando su nombre a sus espaldas, con su corazón desaforado. Pero eso ya no importaba, con cada paso que daba su pulso se hacía mas rápido, lo único que recordaba de Mia era su labio roto, su camisa rajada, las marcas en su cuello y muñecas.

— San, ¿Qué haces? — Wooyoung lo giro hacía él, San se zafó de su agarré, con lágrimas acumuladas en sus ojos. Wooyoung intentó tomar sus manos.

— No me detengas, pase lo que pase, no me detengas — susurró antes de alejarse del chico. A Wooyoung no le dio tiempo de responder.

— Jong bum — vocifero San, el chico se giró hacia San, su sonrisa se esfumó, era una señal, el lo sabía, el chico lo había visto. Pero antes de que este pudiera decir algo, San ya estaba sobre él, chocando su puño contra su mejilla con tanta fuerza que ambos cayeron al suelo.

En el pasillo se formó un silencio abrumador, Wooyoung miraba a San tanto golpear, como recibir golpes.

— Déjenlo — dijo Wooyoung deteniendo a sus amigos, Mingi intentaba acercarse, pero el seguía deteniendolo.

— ¿¡Por qué me golpeas!? — gritó el chico levantándose del suelo, tocando su labio sangrante con dolor.

San también de puso de pie.

— Lo sabes, sabes lo que hiciste, todo esto es tu culpa — San veía a Jong bum sin apartar la mirada, solo quería matarlo con está.

— ¿Saber que imbécil? — Jong bum se acercó rápidamente a San, tomadolo por la camisa para asotarlo contra la pared con fuerza, San jadeo — ¿Hablas de Mia?, ¿Que hay con eso? — susurró, sus dedos se desplazaron al rededor del cuello de San.

— Eres un maldito hijo de puta, sabes lo que hiciste, espero te pudras en el infierno — dijo antes de escupirle en el rostro. Tomo el brazo del chico, quitandolo con fuerza — Eres un maldito violador — el cuerpo de Jong bum se encontraba rígido, apretó sus puños rojizos con fuerza.

— Hablaré con Mia, todo es un mal entendido — habló con la mandíbula tensa. San miró al chico furioso, seco sus lágrimas rápidamente.

— Ella se suicidó, todo esto es tu maldita culpa —

— ¡Jovenes, a mi oficina de inmediato! — gritó el director, caminando entre el tumulto de alumnos. Todos volvían a sus salones, huyendo.

Wooyoung seguía mirando en silencio, mientras Yunho intentaba llevarlo al salón. Su mirada no podía apartarse de San.

noOOO qué mal, después de todo este tiempo...próximo capítulo.. tristisimo