Sábado

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Se despertó con una pesadez en el cuerpo, viendo la luz de la luna entrar por su ventana. Tomó su celular y suspiró audiblemente cuando pudo observar la hora. Debía moverse, sentía todo su cuerpo entumecido. Como pudo salió de la habitación. Las luces de la primera planta seguían encendida y cual polilla voló hacia ella. Jungkook bebía vodka en la sala. Su rostro no estaba mejor que el suyo y se acercó para recargarse en su hombro.

-¿Estas mejor?
-Siento que no dormí nada.
-Quisiera que no fuera así.- Jungkook sirvió un poco del líquido en un vaso y se lo dio a su primo.- Lamento todo esto.
-No fue tu culpa primo. Por lo que veo estamos en la mierda los dos ¿Qué sucedió cuando salí?
-Mi abuela empezó a ofender a mi madre… Yoongi le gritó de regreso y comenzó un altercado verbal nuevamente.
-¿En serio?
-Ella la golpeó en el rostro y casi se tira a golpear a su abuela si no es porque madre lo logró detener.
-¿Cómo supo de Jimin?
-Nos vigila, con la excusa de cuidarnos pero lo hace para tirárselo en la cara a mi madre cuando viene de visita.
-¿A que vino?
-Quiere que mi madre conozca a uno de sus socios, que se casen para cerrar algún tipo de trato pero ella se negó.

No era la primera vez que escuchaba de los pretendientes de su tía, pero jamás pensó que su propia madre la usara de ficha de cambio. Tomaron sus tragos en silencio, repasando el día anterior como si pudieran cambiar algo de lo que había pasado. No podía borrar de sus oídos el llanto de Jimin y el enojo de Hoseok, habían tocado una fibra sensible. Se quedaron viendo la televisión para matar las horas de oscuridad que aún quedaba. El piar de las aves y Yoongi siendo ruidoso les dio la bienvenida. El olor de la cocina los hizo irse a sentar para esperar comer.

-Buenos días cariños.- Yoongi sonreía ampliamente.
-¿Qué tienen de buenos?- Jungkook tomaba un vaso con agua.
-Oh vamos, sé que ayer fue mal día pero Tae se va a ir pronto.
-¿Qué planeaste?- Tae sabía que él tenía razón, no podía seguir tirado en su tristeza cuando pronto se iría a su pueblo.
-Esa es la actitud, aprende algo de él Kookie.

Luego de desayunar se dispuso a alistarse para un día de aventuras son sus primos. Agarró toda su reserva de entusiasmo y se vistió de forma casual. Se detuvo unos segundos frente a su móvil, no había recibido respuesta en todo ese tiempo, se rindió y lo arrojó a la cama antes de salir. Sus primos lo esperaban en el automóvil, entró en la parte de atrás y emprendieron el viaje hacia quien sabe dónde. Luego de una larga hora llegaron a donde su primo quería ir. Le sorprendió enormemente encontrarse en un boliche. Jungkook reía ante la idea de su hermano y él se estaba emocionando. Pidieron un espacio, alquilaron zapatos y un par de bolas para comenzar a jugar.

La estaban pasando genial a pesar de que Jungkook se lo estaba tomando demasiado en serio. Yoongi estaba a punto de pedir que subieran las líneas de defensa para evitar que la bola se desviara. Taehyung lograba buenos tiros pero los demás le bajaban la puntuación. Luego de que su tiempo acabara y que Kookie ganara con diferencia abismal caminaron al área de comida. Dudaron un momento que debían almorzar y por mayoría se pidieron una orden grande de alitas de pollo con barbacoa.  La tarde se les acabó entre juegos de arcade y recuerdos de cuando iban a esos lugares y los sacaban por revoltosos.

*****
Taehyung preguntó si se podían ir de fiesta lo cual sorprendió a sus primos enormemente. No esperaban que quisiera salir a esos ambientes luego de todo el drama. Pero el quería disfrutar la última noche que tendría en la ciudad. Yoongi y Jungkook debatían sobre a donde debían ir. Llegaron a un enorme lugar de luces blancas y paredes negras. Parecía más un club improvisado que un bar regular.

Agradecía estar  en un bar totalmente diferente al de Hoseok, no había lugar VIP, la gente bailaba entre si y los tragos no se detenían. De vez en cuando se acercaban las chicas en grupo para preguntar por él y sus primos. Nadie estaba a la altura de su chico cabello de fuego. Esa era noche de familia y fue como se quedaron. Bailaron entre ellos, riendo y jugando para tratar de alejar todo lo malo que pudiera imaginar. Su primo le pidió que fuera por bebida, se acercó a la barra y se detuvo, no podía creer que de todos los días y lugares tuviera que encontrarlo. Estaba en ese lugar, su pelirrojo hablaba animadamente con un chico de cabello castaño que estaba tocándolo de más. La sangre se le estaba subiendo a la cabeza, estuvo a punto de abalanzarse sobre él, pero un brazo lo detuvo. El chico de cabello purpura lo observaba con una mirada de súplica. Ignoró el claro enojo que se mantenía en su pecho y lo siguió hasta la salida.

Golden Week [vhope] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora