Tu voz era intensa, tanto que hacía que mi cerebro explotará con tan sólo una pronunciación.
Cada palabra, cada frase, verso u oración, todo era perfecto cuando era entonado por ti.
Y cada que algo salía de tu boca para mí, mis oídos agradecían el escuchar aquella melodía, que aunque no fuese canción, tu voz la hacía la mejor música nunca antes escuchada.
Contreras, I.
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¿Desahogarme debería llevar un título?
SpiritualRecordar es reflexionar y reflexionar es aprender.