—...El miércoles siempre ha sido el día de lavandería y charla de madre a hijo.
—¿Y entonces?
—El miércoles pasado mi mamá tuvo mucho trabajo que hacer, y no hubo día de lavandería ni tampoco charla de madre a hijo.
—¿Eso justifica algo?
—No tenía ropa interior que ponerme-
—Y cogiste la de tu mamá- ¿Tu mamá utiliza de estas? —jaló levemente la tela de la pantie.
El rubio soltó una risita avergonzada mientras negaba con la cabeza y sus mejillas se volvían de a poco rojas.
—Es una larga historia.
—Créeme que tengo mucho tiempo, primor.
—El novio de Ashton-
—¿Quién es Ashton?
—Es como mi hermano.
—Está bien, puedes continuar.
—Calum-
—¿Quién es Calum?
El rubio soltó una carcajada, por las constantes interrupciones del asesino antes su relato y volvió a esconder su cabeza en la almohada.
El asesino se permitió reír y disfrutar la ternura que derramaba el rubio, a pesar de lo que habían hecho.
—... Él me regalo eso en mi cumpleaños pasado.
—¿Ya la habías utilizado antes?
El rubio negó con su cabeza y tapo su cara con ambas manos.
—No pensé nunca utilizarlas.
Toda la mañana la habían desgastado hablando acerca del rubio, el asesino ya había hecho mucho revelando su nombre. Así que no había mencionado nada acerca de él o de su familia,
—Pensé que no te volvería a ver...
Dijo el rubio después de un no tan incómodo silencio.
El asesino frunció el ceño recordando por qué motivo había venido.
—Será mejor que me digas la verdad. ¿Le has dicho a alguien lo que viste aquella noche?
—No he dicho nada. Se lo juro.
Los ojos del rubio estaban muy abiertos y asustados. Y el asesino no podía descifrar si estaba mintiendo o estaba diciendo la verdad.
Frunció el ceño lanzándole una mirada que hizo al rubio temblar de miedo.
—Te estoy hablando enserio. Eres el único que ha visto eso, y te vuelvo a repetir ¿Has dicho algo acerca de lo que viste? —murmuro realmente enojado.
—Se lo juro que no he dicho nada.
El asesino lo siguió mirando con su mayor mirada intimidante, y no iba a parar hasta que lo confesara.
—Le conté a Ashton acerca de ti...
Su respiración cargada de enojo llegó hasta lo oídos del rubio, pero no iba a decir nada, tenía que tener una respuesta coherente para todo lo que estaba diciendo.
—¿Qué mierda le dijiste? -murmuro entre dientes.
—Yo s-so-lo le dije que conocí a alguien. —se estaba poniendo extremadamente nervioso con la furia de enojo que se traía el asesino dentro.
—¿Qué más?
—Nada más, se lo juro.
El asesino se paró de la cama y empezó a vestirse rápidamente debía salir.
ESTÁS LEYENDO
The Killer [Muke Clemmings]
RomanceEra un asesino que unos ojos azules terminaron matándolo.