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Maple había enviado a Clark a su casa primero, observando mientras caminaba por la calle hacia su automóvil. Se había reído de ella por ser parecer una madre, pero ella lo ahuyentó con un trapo. Según lo prometido, Venom la recogió del trabajo alrededor de las nueve y media. Acababa de terminar de limpiar las mesas. Se quitó el delantal y lo dejó en la cocina antes de cerrar.
Ahora afuera, en el aire fresco, dejó que Venom la levantara, acunada en un brazo. Luego, se dirigió hacia el edificio de apartamentos. Le daba miedo que pudiera morir en cualquier momento en el aire, pero confiaba en Venom y Eddie.
Aterrizó en la escalera de incendios junto a la ventana de su apartamento. Abrió la ventana y subió. Venom la siguió, cerrando la ventana detrás de él. El simbionte se escabulló, dejando que Eddie volviera. Él se estiró, gimiendo cuando aterrizó boca abajo en su sofá.
Maple alzó una ceja. "¿Cansado?"
Su "uh-huh" salió amortiguado.
"¿Cena?"
Eddie levantó momentáneamente la cara. "Ya comimos." Luego, volvió a colocar la cara hacia abajo.
Maple caminó hacia su habitación, desnudándose y agarrando una toalla. Se la envolvió antes de caminar hacia su baño. Abrió la ducha y enjuagó toda la harina que le había caído. Una vez que terminó, se vistió y regresó a su sala de estar para ver a Eddie en la misma posición.
"¿Eddie está dormido?"
Venom se envolvió alrededor de Eddie antes de ponerse de pie y enrollar sus zarcillos alrededor de su cintura. "Si."
"Venom, no me puedo mover", informó Maple.
"Queremos abrazarte", dijo.
Maple suspiró. La primera vez que Venom había mostrado interés en abrazarla la había sorprendido por completo, pero no le importó.
"Está bien, podemos ir a mi habitación", le dijo Maple.
Él sonrió. "No estábamos preguntando".
Ella puso los ojos en blanco cuando él la llevó a su habitación antes de dejarla y acostarse a su lado. Tenía la cabeza sobre su pecho, la lengua extendida sobre su pecho y estómago. Zarcillos envolvieron sus piernas mientras sus manos descansaban sobre su cabeza y brazo.
Él comenzó a ronronear como un gato. A decir verdad, encendió ligeramente a Maple, pero ella no lo admitiría nunca. Era el hecho de que él era un gran alienígena que fácilmente podría romperla por la mitad, pero en cambio, encontró consuelo en ella y le gustó abrazar su cuerpo cerca del suyo.
Maple movió la mano que descansaba sobre su brazo a un punto entre sus omóplatos. El se tensó por un momento antes de relajarse y ronronear más fuerte. Podía sentir el retumbar en su cuerpo y estaba segura de que pronto se quedaría dormida, lo cual hizo con mucho gusto.
