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Pov. Marti

Había llegado el día, eran las 6:08 a.m y estaba en la entrada del colegio esperando a que llegaran todas mis amigas y, para que no decirlo, a ella. El colectivo salía a las 7:00 a.m, pero nos habían pedido que vayamos más temprano para no tener ningún tipo de retrasos, y yo media loca, llegué primera. La verdad, estaba muy emocionada. Era el primer partido del año y hace poco se habían sumado unas chcias más a nuestro equipo, entre ellas estaba Lucila. Me caía muy bien y la verdad era muy buena de arquera, pero se me hacia medio raro tenerla ahí después de lo que pasó en la fiesta, que aunque no fue nada grave, seguía pensando que capaz le gustaba o se sentía atraída por mi. Solo no podía, tenía muchas otras cosas en mi cabeza, entre ellas a la Profesora de Arte y no entraba en mi planes otra persona.

- Hola. - Una muy dormida Pili llegaba vestida con un pantalón de chándal, una remera Nike, y Crocs con medias.

- Buenos días, amiga. - Yo estaba vestida con un short deportivo negro UnderArmur y una remera de la misma marca y color. En los pies, a diferencia de Pili, traía unas zapatillas deportivas, también UnderArmour, que era de color gris. Si me gustaba la marca.

- ¿Qué haces vestida así? - Me miró de arriba a abajo, y la verdad era raro. Teníamos un viaje de 3 horas por delante y lo normal no era ponerse unas zapatillas y ropa deportiva. - No me digas. ¿¡Saliste a correr!?  - Lo gritó con toda su voz.

Puse cara de inocente, porque había descubierto que había ido a correr durante media hora, porque estaba nerviosa. Sin agregar el tiempo que estuve jugando al Basketball en una cancha de una plaza.

- Puede ser... - Lo dije muy bajito, pero me escuchó.

- ¡Yo no me lo creo! - Me señaló y nuestras compañeras que se iban acercando nos veía raro. - ¿¡Saben que hizo!? - Nadie le respondió. - ¡Salió a correr antes de venir acá! ¿Vos me estás hablando en serio? - Mis compañeras solo se reían y a lo lejos vi llegar un auto.

- Mmm...- miré mis zapatillas. - Si.

- ¿Tanto te gusta el deporte?

Afirmé su pregunta sin pensarlo ni dos segundos.

- Es que solo estaba nerviosa y traje el bolso al colegio. Jugué un rato al Basket y después corrí, no se... ¿30 minutos capaz?

Me miró incrédula, como si le estuviera hablando en ruso y después soltó una carcajada.

- Con razón estás tan bien. Y ahora si podes cambiarte de ropa, tenes un olor a mierda. - Oli mi axila derecha. - ¡Que asco! ¿Qué haces animal? Si te digo que tenés olor a mierda no te huelas a vos misma. - Se rió y me acercó mi bolso para que me cambiara.

No pensé y me saqué las zapatillas. Toqué el cemento frío y después me saqué mi short y mi remera, que a decir verdad, tenía bastante olor. Mi amiga me miró con los ojos abiertos y no entendía porque. Tenía un corpiño deportivo (obviamente UnderArmour), negro, si me gusta el negro, puesto y unas bragas negras también.

- Si tuviese ese cuerpo tambien lo exhibiria así.

- Deja de verme.

- Te está viendo todo el mundo. No entiendo porque no fuiste al baño.

- No tengo ganas de ir hasta allá, además están llegando todos.

- Por eso mismo...

Vi que un grupo de chicas me estaba viendo a lo lejos y me puse incómoda, nunca me habían visto así. ¿Se habrán dado cuenta de que me gustan las mujeres? No se, pero creo que si. Antes nadie me miraba así.

The hurting, the healing, the lovingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora