1926, Cairo, Egipto.
Olivia despertó tras sentir como los cálidos rayos de sol se filtraban a través de su cortina, gruñó en desagrado y rodó sobre si para poder dormir unos minutos más ya que el sueño que estaba teniendo le estaba gustando. Justo cuando estaba apunto de caer dormida otra vez su reloj comezó a sonar indicándole que ya era momento de comenzar su día.
—¡MALDITA SEA!— gritó tomando su almohada y apretándola llena de frustración mientras apagaba la alarma de su reloj— ¡justo cuando estaba apunto de besarme!— se quejo la pelirroja aventando la almohada al otro lado de la habitación.
Olivia gruñó incorporándose y brinco un poco del susto al ver qué la almohada estaba a lado de Anubis y este había chillado.
— oh.. pequeño lo siento— rápidamente se disculpo arrepentida, se arrastró por la cama haciendo aún lado sus libros y notas que leía la noche anterior y que estaban dispersas en su cama hasta alcanzar a su mascota en el suelo y comenzó a acariciarlo— no quería pegarte es solo... Que tuve el sueño otra vez— confesó.
El gran labrador de pelaje blanco dejó de chillar y se incorporó manteniéndose sentado con la miraba llena de atención puesta en su ama. Olivia pese a lo que su hermano y las demas personas le decían ella sentía que en verdad su perro la escuchaba, la entendía. Por eso es que ella encontraba en su fiel amigo esa complicidad y confianza cuando sentía que no podía contarle algo a Rick.
Olivia suspiró.
— Era el otra vez Anubis, soñe con el chico de ojos oscuros— suspiró sintiendo sus mejillas arder y su pulso acelerarse.— nuevamente estábamos en algún lugar del desierto, caminando, charlando, su toque era....— chillo emocionada levantándose del suelo para arreglar su cama— tan cálido — soltó un suspiro mirando sus manos como si aún sintiera aquel roce para después tomar sus cobijas y comenzar a hacer su cama— miramos las estrellas , bailamos y....— termino de extender la cobija en su cama, volteo hacia su perro y lo miro acostado en su almohada aún prestando atención, Olivia sonrió— trató de besarme— le dijo casi en un susurro.
Anubis se incorporó y ladro en aprobación, dejando la lengua de fuera mostrando sus dientes dedicando lo que Olivia sintió fue una sonrisa.
—¿podra ser real?— preguntó la chica a la nada en un susurro mirando pérdida en los recuerdos tan borrosos de aquel hermoso sueño.
Anubis solo ladro y coloco su cabeza al pie de su dueña.
Cierta tristeza inundó a la pelirroja pero trato de apartarla, solo acaricio la cabeza de su perro con ternura y tomo la almohada del piso para terminar de hacer su cama.
La pelirroja limpio su pequeña y modesta casa, se aseo, cambio y preparó comida para Rick. Cuando preparaba la canasta con todo lo que necesitaría para hacer sus entregas y la visita a su hermano, hecho un ojo a la mesa principal en busca de unos cubiertos pero se encontró los bocetos de aquel rostro que la atormentaba de vez en cuando y que la hacía suspirar sin siquiera haberlo visto antes.
Nuevamente aquel anhelo y sensación de inquietud la inundó.
Desde que tenía 15 años había estado soñando con aquel chico del desierto de vez en cuando, tan esporádico que no le tomo importancia; no fue hasta que tenía 18 que le prestó la debida atención. Siempre había sido un sueño borroso pero había notado más detalles y claridad de aquel sueño cuando estuvo de enfermera para la legión extrangera francesa, aquellos días en el medio del desierto le habían proporcionado una visión más clara de aquel misterioso hombre.
Llena de curiosidad e intriga un día tomó su lápiz y papel e intento hacer un retrato. Nunca ha tenido una imagen tan vivida y clara de aquel hombre ya que siempre olvidaba lo que soñaba pero Solo sus ojos eran lo claro y aquellos geroglificos en su frente y mejillas que aún no entendía del todo.
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Desert Love | A.B
FanfictionLos hermanos O'Connell junto con los hermanos Carnahan se adentraran en una aventura rumbo a las ruinas de Hamunaptra, la ciudad de los muertos. Sin darse cuenta han comenzado una cuenta regresiva que acabara provocando la resurrección de "la momia...