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¿Sabes sobre el rumor de Aika-san?
Se dice que al estar viva, estaba profundamente enamorada de un chico, pero al enterarse de su muerte, acabó con su propia vida. Ahora vaga por la escuela, ayudando a...
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- ¿Entonces irán juntos al festival? - Habló la castaña.
Nene asintió sonriente al lado de Kou, los cuatro se encontraban en el baño del viejo edificio.
- Me alegro por ustedes. - La chica sonrió achinando sus ojos, miró a Hanako murmurando un "Gracias" pues se había quedado con ella hasta que se le ocurrió aquella idea. - Me gustaría ir a uno también. - Murmuró más para si misma.
- Entonces, vayamos a uno aquí. - Dijo el azabache, los demás lo miraron con curiosidad. - El siete de julio en la noche. ¡Vamos a encontrarnos en las escaleras Misaki! -
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- ¿Trajiste el del año pasado? - Preguntó la kitsune al lado de la de pecas, ambas estaban sentadas en un escalón esperando a los chicos.
Pronto llegaron el resto de jóvenes que se reunieron con las espectros.
- Bueno, las chicas todavía tenemos que prepararnos. - Dijo Yako al lado de Kohana y Yashiro. - Vayan adelante y esperen. - Empujó al rubio.
Kou observó asombrado el panorama, habían varios puestos de diferentes cosas, juegos o comidas además de estar repleto de fantasmas.
- Wow, increíble... pero pensaba que aquí solo estaban los dominios de los Siete Misterios. -
- Hay muchas áreas que no están bajo nuestro dominio. Aunque sea un poco desordenado. - Explicó el de ojos ámbar.
- Así que esta área es de festivales... - Asumió.
- Es el festibal de las estrellas, Tanabata. - Aclaró el Séptimo. - Oh niño, ven un momenoto. - Sacó de uno de sus bolsillos algo blanco. - ¡Ta-da! Una corona del cielo. - Al ver la cara del de ojos azules suspiró. - Sí, es la corona que llevan los muertos. La verdad es que todos los participantes y organizadores son espectros, si encuentran humanos aquí podrían causar problemas. - Informó colocándole dicha corona. - Cuando Yashiro vuelva le diremos que se ponga uno, se están tomando su tiempo... -
- ¡Chicos! - Gritaron dos voces femeninas. - Cambiarnos tomó más tiempo del que esperábamos. - Habló Nene.
- ¡Perdón por hacerlos esperar! - Concluyó Aika. - ¿Qué tal se ven las yukatas? -
Los chicos se quedaron mirando en silencio con la boca abierta. Hanako fijó su vista en la castaña, vestía una yukata de color negro y fucsia con estampado de flores rosa pastel, llevaba su pelo suelto cayendo en cascada por su espalda, con un clavel colocado sobre su oreja.
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Sintió su cara caliente y su corazón latir con un poco más de rapidez.
- ¡Digan algo! - Regañó Yako dándole un golpe al de orbes azules.
- ¡E-es increible! ¡En verdad les queda bien! - Exclamó Kou con un sonrojo. Empujó a Amane con el codo. - ¿Verdad?
El azabache; que seguía hipnotizado con la castaña, reaccionó mirando hacia otro lado con un pequeño rubor, murmurando un pequeño "Sí"
Se encaminaron a la multitud de gente. Yashiro y Kou miraban con curiosidad los diferentes puestos.
- ¡Asombroso! ¡Esto es divertido! - Dijo la peli-plateada mirando el lugar. Divisó a lo lejos una tienda con dulces expuestos, por lo que se acercó. - ¡Una manzana de caramelo, por favor! - El tendero extendió su mano pidiendo algo. - Um...¿cuanto cuesta? -
- No te preocupes, Yashiro-san, yo pago. - La castaña extendió una bolsita con algo escrito. El espectro la observó y rápidamente les dio un par de dulces.