Capítulo XXI

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La noche más oscura acechaba las calles de aquel lugar poco conocido en el que los árboles predominaban. El único sonido eran los grillos entonando su típica melodía, irritable para la mayoría, tanto silencio que solo gritarían para interrumpirlo.

Faltaban poco tiempo para que el cielo cambiara su azul a un celeste, y nuestro protagonista no había dormido en todo ese período de tiempo. Seguía frente al espejo, pero esta vez, hablando con su reflejo. Intentaba convencerse de que todo estaría bien, que Alemania tenía razón, su pueblo lo resolvería.

Respiró profundo recostándose sobre una manta que arrancó de la cama, su único fin era dejarlo recostarse en el piso sin sentir el frío de este. Arrugó su rostro.

Basta.

No podía hacer nada, tenía que dejar de afligirse por una situación que no podía controlar, todo país tenía sus bajas y esta era la suya. Si volvía a mirarse en ese rectángulo lo rompería de un puñetazo.

Siempre que miraba en uno pensaba en lo que dirían los demás, jamás se miró para apreciar nada de su ser. Puso sus brazos detrás de su cabeza formando una almohada; en cuestión de segundos dormía sobre la tela.

(...)

Tres golpes en la puerta despertaron E.E.U.U., pensando que se trataba de Nueva Zelanda, le permitió el paso a la persona.

Cuando escuchó un "¿Por qué estás echado en el suelo?" Reconoció la verdadera identidad de la persona que estaba detrás de él.

_Rusia._ se levantó un poco desesperado y se lanzó a sus brazos. Hablando de brazos, los de él dolían por acostarse se esa forma.
_Hola USA, perdón por no llamarte, escuche tu mensaje tarde._
_¿Quién te abrió?_ se separó del cuerpo ajeno.
_Tu padre, creo que está preparando el almuerzo ahora._
_Que tonto que soy, debí despertarme antes._
_Tranquilo._

Estados Unidos lo invitó a tomar asiento.
_¿Quieres hablar de lo de tu territorio?_
_En realidad._ Jugó con sus dedos. _Creo que no lo necesito, Alemania me ayudó bastante._ Al oír eso el ruso se cruzó de brazos. _¿Estás celoso?_
_¿Por qué tendría que estarlo? Conseguiste otro psicólogo._ Unas segundos de silencio se presentaron y luego ambos rieron.
_Me alegro, ¿Qué dijo ONU de todo eso?_
_En verdad me está llamando desde ayer, pero aún no le he contestado, no quiero hablarle._
_Sabes que eso no está bien, él es el encargado de mantener la paz._
_Entre los países._ le recordó. _Lo que pasa en mi territorio no le incumbe a menos que sea de influencia mundial._
_Sabía que eras tonto, pero no tanto._ el mayor en cuanto a edad lo miro enojado. _Él quiere ayudarte, no enterarse del problema para convertirlo en rumores, yo... pienso que nos quiere de alguna manera rara._
_¿Cómo pedófilo quiere a los niños?_
_No juegues con esos temas._  ...  _Más bien como gordo quiere chocolates._
Ambos rieron, si, podía ser ofensivo pero era su humor; no se estaban burlando en verdad.

Después de que el soviético pudiera convencer a su amigo de que debía contestar las llamadas fueron a comer. La comida no duró mucho sobre el plato, levantaron la porcelana y caminaron a la sala, UK se encontraba descansando así que no podían hacer mucho alboroto.

_Siempre me pregunte ¿por qué no te sacas ese gorro?_ Señalo la prenda.
_Por la misma razón que no te sacas tus lentes._
_Corrección, dos razones. ¿También tiras láseres con tus ojos? ...bueno, cabello... O no te lo sacas porque te queda asombrosamente bien._
_En verdad creo que me acostumbré a usarlo._
_¿Puedo verte sin él?_
_Claro, no es como que esconda algo debajo._ se lo quitó sin ningún tipo de suspenso.

El de cincuenta estrellas entró en "shock", por decirlo de alguna manera. No estaba acostumbrado a ver a su amigo sin su característico vestuario, jamás se lo imaginó así.

_Te ves... guapo._
_Eso es muy gay._ río el de habla rusa, creando así una vista magnifica para muchos.
El country calzaba en la mayoría de los estándares de belleza actual, algunos creen que es por su reducida edad mientras otros afirman que lo heredó de su padre.

_Oye, no me mires así, me das miedo._ con esa frase basto para sacar al de menor estatura de sus pensamientos.
_Deberías dejar de usar eso._ sonrío un poco.
_Nah, ya es parte de mí._ vio como su contrario se colocaba su gorro. _Me gustaría decir que te queda bien pero con los lentes se te ve ridículo._
_Tu honestidad duele._ golpeó su mano contra su pecho. _Tal vez si me los saco me quedaría mejor._ dicho esto retiro sus lentes de sol.
_Definitivamente está mejor así, con los lentes parecidas una niña que no sabe vestirse bien._ le dio un codazo leve.

USA se levantó para mirarse en el televisor, hizo una pose que otra y agrego que no le quedaba tan mal.
_Hey._ lo llamó su acompañante para que volteara.
La cámara del aparato cautivó la cara del que estaba de pie.
_¡NOO!_ exclamó al entender lo que hacía.
_Esta será mi fondo de pantalla._ le mostró la imagen donde salía mal.

Entre risas y peleas no notaron el ruido que provocaron, el ruido suficiente como para molestar al propietario de la casa.
_USA, come here._ gritó desde el otro lado de la propiedad furioso.
_Oh-oh._ musicó Rusia.
_Si no vuelvo dile a ONU que fue su culpa._ le daría un sermón.

En ese momento el más alto quedó solo en la sala, miró a la ventana y recordó su pendiente. Tenía que revisar las cosas de su amigo.

Ese era el momento de hacerlo o arrepentirse, seguro su socio se enteraría sea cual sea su decisión; podía defraudarlo o obedecerlo. No quería, pero la idea de lo que pueda pasarle lo atormentaba.

¿Qué clase de persona era al ponerse antes de su amigo? Un egoísta, sin lugar a duda. No quería ser uno, así que se quedó sentado, aguardando a que el de estrellas regresase. En ese instante noto que se llevó su "sombrero" con él, su padre creería cosas que no son; supondría que se estuvieron besuqueando en la sala, aprovechando su distracción.

_¿Qué te dijo?_ pregunto exaltado al ver a Estados Unidos.
_Que dejemos de levantar la voz, lo que acabas de hacer._
_¿Nada más?_
_No... ¿Por qué? ¿Pensaste que nos diría algo más?_

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Hola ¿Como están? Espero que bien.

¡800 votos!
Gracias.
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_Pronto_ sonrió acomodándose en su silla.

¡Basta de cliches! ---- Rusame ---- CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora