Capítulo 3

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Hola, hola, hermosas. Primero que nada quiero aclarar que esta actualizacion no estaba planeada pero bueno, ya estamos aqui y yo en serio queria darcelas. Espero lo disfruten tanto como yo.

Lean las notas de abajo.





Pocos son los que ven con sus propios ojos y sienten con sus propios corazones.

Taehyung nunca había sido una persona muy sociable. No era del tipo que le gustaba ser parlanchín o intentar ser popular, ni mucho menos conocer gente, ni siquiera le importaba si tenía amigos o no.

Y no es que fuera un total amargado o un chico grosero. Taehyung era muy reservado y llevaba una doble vida. Personas como él, que se dedicaban a trabajar en clubs siempre tenían su otra vida. Lejos de la gente del bar, del jefe, de los compañeros bailarines, de los hombres que pagaban por él y lanzaban cada palabra al verlo bailar.

Cuando estaba en las calles, comprando comida, en el cine o en algún parque tomando el aire, era Taehyung. Su verdadero nombre, su verdadera persona. Su Yo verdadero. Y cuando estaba en el club era Peter. El chico más caro, el que enamoraba a todos pero no cualquiera era digno de él. No es que los demás no fueran únicos pero Taehyung era el mejor en lo que hacía.

Odiaba bailar, eso era un hecho, pero no lo hacía tan mal y cuando ponía un pie en la pista de baile, los hombres morían por él pero no por ser el más vulgar, sino por ser erótico, sensual y perfecto con solo mirarlos a los ojos.

Y cuando pisaba su habitación, la más grande de todo el club, era un Dios en el sexo. Un maestro. Hacía lo que le pedían pero también jugaba sus propias cartas, le gustaba complacer al hombre que pagaba por él. Le gustaba que lo alabaran y adoraran.

Y no es que odie por completo esa vida y no hay que mal entenderlo, claro que no es el mejor trabajo del mundo pero si el más antiguo y el mejor pagado. Al principio a Taehyung le costó un poco el soltarse con hombres que no conocía pero poco a poco fue logrando establecer sus límites, ideas y reglas. Sus reglas eran muy importantes y no le costó nada convencer a su jefe para que le diera los privilegios que ahora tenía.

Su jefe, era buen hombre con todos, claro que se acostaba con un par pero no los obligaba hacer cosas que pudieran dañar su salud, ni mucho menos a poner al club en mal prestigio. Taehyung se lo agradeció. Por eso era el más caro. Porque era el mejor haciendo lo que hacía y logrando lo que quería.

Y quería tener a Jimin para él. Lo deseaba y tenía que lograr tenerlo. Iba a hacerlo costara lo que costara.

No es que quisiera jugar con él o sacarle todo lo que tuviera en la billetera, eso ya lo hacía con los demás hombres, sino que era algo diferente que quería con Jimin. Desde que lo vio no pudo apartar los ojos de él.

Jimin era diferente, un hombre joven, con un hermoso cabello, buen rostro y lindas manos. Y cuando pudo notarle el cuerpo supo que quería verlo sin ninguna prenda. Nadie, en mucho tiempo le había llamado la atención tanto como Jimin.

Y todo eso lo supo desde que lo vio por primera vez. Porque para ser sincero con él mismo, sabía que esa noche en el bar, no era la primera vez que había visto a Jimin.

—Insisto, ¿Por qué te llama tanto la atención ese tipo?

—¿Qué no lo ves? ¡Míralo, Baekhyun, el hombre es caliente, demasiado caliente! ¡Y quiero tirármelo!

Taehyung detestaba cuando Baekhyun no lo comprendía, llevaban bastante tiempo dentro de ese club y Baekhyun siempre era pesimista en cuanto a los hombres de Taehyung, no es que tuviera muchos pero siempre era una discusión ese tema.

Déjame verte - MinVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora