Hate (미움)

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❝Solo dos extraños, el pasado me atormenta y entonces me doy cuenta que tu huella sigue aquí.❞

La parte interesante de crecer, radica en el proceso. Tu conducta define tu futuro, tus estudios escriben tu futuro, tu relación con la gente define tu futuro.

Tus acciones son tu futuro.

¿Porqué? ¿Porqué nada puede solo ir bien?
¿Porqué YoonGi tiene que pagar por acciones que no son parte de su vida?

— Por fin, un hijo da frutos al hogar.

Un 22 de agosto, su padre entró por la puerta presumiendo que su hija había logrado un concurso de belleza y que se había quedado en alguna parte del mundo explorando y haciendo contratos con gente importante; Yoon ya no se preocupaba demasiado (en exceso como antes) por su hermana, pues mantenía constante comunicación con ella, a escondidas obviamente.

— ¿A que no es lindo? Mi nena tiene la sangre de emprendedora.

— ¿No se trataba de presumir de tu hija hasta el cansancio?... No lo dudo, hombre, ella es bella.

Ese 22 de agosto, su padre había invitado a un hombre de apellido Kim, que sólo tenía un hijo.
Aparentemente.

— YoonGi, él es Kim JaeWhoon y este es su hijo...

— Venga, hombre, ¿me haces recordarte el nombre de uno de mis hijos? Eres de lo peor, amigo— le había dicho a su padre, antes de mirarlo a él— un placer, YoonGi, este es NamJoon.

Cuando conoció al chico, de nombre NamJoon, un poco más alto que él y con la piel un poco más morena, vio cierta oscuridad en él, que no sabía si lo había imaginado, pero veía la competitividad en como miraba a su alrededor.

— Un gusto, YoonGi.

Pensaba que con esa sonrisita de suficiencia y sus amables gestos le devoraba el deseo de que le prestaran atención, pues siempre trataba de impresionar a los demás. Eso llevó a que YoonGi odiara a Kim NamJoon, sin razón alguna más que su falta de confianza.

— Si, un gusto, NamJoon.

Incluso el nombre entre sus labios, era estremecedor.
Y no le gustaba.

Una mirada rápida a su HoSeok bastó. Parecía gritar un sola cosa.

"Es peligroso."

YoonGi jamás dudo de su palabra.
Menos ahora que cuidaba de él.

Sin embargo, pasaban mucho tiempo juntos, pues sus padres parecían llevarse bien, y eso le llevó a descubrir cosas nuevas sobre NamJoon. Comparaba lo que hacía con Min y valoraba diferentes resultados, era un chico inteligente y de eso no tenía duda YoonGi.

"Es astuto...", pensó un día.

"Eso lo hace más peligroso todavía", le dijo su adorada voz.

Asintió, estaba de acuerdo, un hombre como NamJoon, incluso tan joven, era peligroso. Pero él podía contra eso, él podía lidiar con eso.

"Es interesante, puedo explotar al máximo esa inteligencia en un futuro. Los negocios de papá serán los míos, un hombre como NamJoon es lo que necesito cerca cuando el infierno se abalance contra mi."

NamJoon era increíble, pero incluso con un plan, no pudo no evitar llegar a tener una cierta admiración por Nam.

YoonGi ya no estaba tan sólo como antes. Ahora tenía a un amigo, NamJoon, quién pasaba más tiempo en su casa que en la propia, pero eso no le molestaba a Yoon realmente.

Las cosas empezaron a salirse entre sus manos, tan lentamente que nunca se dio cuenta de cuando sucedió.

Llegó a desarrollar un gusto por tener compañía en su aburrida casa-mansión-cuchitril de adictos.

NamJoon era otra voz de la razón.

Logró hacer que su madre también se alegrara de tener a alguien más en casa, la señora Kim era increíblemente agradable y habían establecido un lazo único y fuerte, se adoraban y mantenían secretos sobre la horrible persona que era el marido de la señora Min. También estaba agradecida de que su hijo tuviese compañía y lo alejara más de una vez de las malas amistades que había hecho a lo largo del tiempo y de las adicciones que se había hecho.
La señora Min adoraba a NamJoon y en más ocasiones de las que podía pensar, le agradecía en silencio, su existencia.

Sin embargo, la tristeza vendría después, porque... era inaceptable.
¿Donde quedó aquel chico del pasado?