La luna en el universo flotaba en medio del silencio, permanecía en un estado de desconsuelo y el ambiente deprimido le llenaba de complejos.
Aveces susurraba en busca de un nuevo aliento, que la llevase a encontrar el amor que alguna vez soñó, pero como nunca sucedió la luna se rindió.
Miraba con deseo su alrededor, no encontraba aquella virtud de la cual en aquel sueño ella se enamoró, pero mientras miraba al sol se dejaba llevar por su intuición.
El sol, tan sonriente como nunca, brillando en la oscuridad, siempre transmitiendo vida y mucha felicidad, un calor característico de la tranquilidad, que se hace más grande cuando más cariño hay.
La luna decidida, daba amor al señor sol y con el más dichoso beso consumaron el amor.
Yo seré la luna, ¿pero quien será mi sol?
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Cartas Para Las Estrellas.
PoetryEn las noches podemos pensar que estamos solos pero además de eso tenemos la compañia de las pequeñas luces que adornan la oscuridad, Las Estrellas.