Habían pasado unos meses desde que acabó la guerra. Rey empezó a vivir de forma tranquila junto a sus amigos Finn, Poe y Rose en Yavin 4. Sin embargo, el recuerdo de Ben seguía presente.
Un día comenzó a escuchar la voz extraña de una mujer que la l...
Rey se sorprendió y su rostro tenso se alivió. Pero aún no se fiaba, así que le preguntó ansiosa:
-¿Quién?
-Poe Dameron -susurró sonrojada.
Las dos la miraron atónitas. Por eso le gustaba tanto pasar tiempo con él. Aunque Rey no se fió del todo, hasta que Aledis se colocó las manos en las mejillas y comenzó a hablar de él con emoción:
-¿No os parece el hombre más increíble del mundo? Es piloto, líder da la resistencia, todo un aventurero. Y ahora hace sus pinitos en política. Y es tan encantador, tan carismático, ¡que puede llegar a ser el emperador de la galaxia! Me vuelve loca. -Suspiró hondo-. Pero le veo cara de enamorado. Tiene una relación, ¿cierto? -dijo decepcionada.
-Bueno, algo tuvo, pero se acabó. Que yo sepa está libre -le confesó Rey.
-Ay no sé si podré llegar a gustarle. Y con una persona que me gusta de verdad me cuesta lanzarme.
-Hazlo -la animó Rose-, hay que luchar por lo que queremos.
Aledis le sonrió.
-Que sepáis que hoy tendremos noche de hombres en la ciudad -dijo de repente Poe que se acercaba con los otros tres-. Si Solo se anima a venir. Solamente quiere retozar a gusto con su chica -miró a Rey con media sonrisa cargada de ironía y ella se ruborizó al instante, odiaba los atrevimientos de Poe.
-Yo no he dicho eso. -Ben también estaba sonrojado-. Estaré cansado, tengo que seguir entrenando y prefiero pasar tiempo con Rey, es lo que me apetece. Otro día iré.
"Aguafiestas", -le gruñó Chewie.
-Que sepas que iremos sin ti -amenazó Finn.
Ben encogió un hombro, le era totalmente indiferente.
-Y supongo que no me puedo unir -propuso Aledis apenada.
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-Te prometo que otro día daré un paseo contigo por la ciudad.
-¡Me encantaría! -le respondió acercándosele-. Aunque hoy también podríamos salir las chicas por nuestra cuenta -propuso Aledis.
-Lo siento, pero yo también prefiero quedarme. Con Ben -lo miró de reojo.
-Tal para cual -dijeron Poe y Aledis al unísono, lo que les provocó una sonrisa en la que la chica se ruborizó por completo.
*****
Aquella misma tarde Ben y Rey volvieron al mismo lugar del lago, debían entrenar la díada. Mientras Aledis y Finn se quedaron meditando en la mansión, tal como les ordenó Ben. Aunque no estaba seguro de si le harían caso.
En vez de ejercitar su vínculo se dedicaron a descansar sobre la hierba agarrados de la mano. Estaban tan bien allí que les costaba demasiado moverse.
