Sin Medidas ›› Lee Jooheon

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Sujetó el cabello de Jooheon, pidiendo que el beso durara un poco más, era simple, estaba calientita y cómoda en los brazos del hombre que quería, así que, ¿qué mas importaba?

Cierto, técnicamente él nunca le había pedido salir, y a pesar de que le encantaban sus besos, ella solo estaba buscando algo para alargar el momento.

Él se separó a regañadientes y puso dos dedos contra su boca.

— Deja de hacer trampa listilla, ¿quién es Kihyun?

La pregunta del millón.

Se giró para quedar recargada contra su pecho, mientras Jooheon la abrazaba con su cabeza recargada contra su hombro

— Éramos vecinos, crecimos juntos y todo eso — dijo y él se rió bajito

— ¿Y todo eso?

— Tuve una buena niñez y él estuvo en varios momentos divertidos, pero como en cualquier drama romántico predecible, fue el primer nombre que dibujé con corazoncitos y florecitas. No importaba, para él solo era su amiga, además Kihyun siempre tuvo a Seulgi

— Es un feo nombre, ¿no crees? — murmuró Joohoney a su oído y ella sonrió girando su rostro para darle un beso en los labios

— ¿Intentando ganar puntos? — preguntó y él negó con la cabeza

— Continúa, por favor

— Desde que ellos comenzaron a salir, a los quince, fui la confidente de Kihyun, no fueron mis días favoritos, lo escuchaba mientras él me decía cómo se sentía, cuánto le encantaba ella, cómo se sentía cuando se besaban, cuando... tú sabes... en fin, nunca fue muy discreto

— Que idiota

— Sigues queriendo ganar puntos — anunció y Jooheon la abrazó más fuerte, aquello la hizo sentir segura y continuar, aunque ya no dolía no le gustaba recordar, porque recordar era volver a vivir, y no había sido su época favorita.

— Te juro que no es así — sonrió

— Cuando inició el último año en la preparatoria, Seulgi terminó con él, había conocido a alguien en las vacaciones y según ella estaba confundida, Kihyun se derrumbó y yo fui su tabla salvavidas. Comenzó a pasar más y más tiempo conmigo, y después de dos meses, estaba casi convencida de que él me quería, solo un poco, pero lo hacía, así que cuando él me besó la primera vez, no dije nada y le correspondí con todas mis fuerzas. Estuvimos un mes besándonos y acariciándonos a escondidas, solo eso había cambiado, en todo lo demás seguimos como si nada hubiera pasado, ni siquiera hablábamos de eso. Fui estúpida.

— Lo querías — murmuró Jooheon y ella pudo detectar un toque de incertidumbre en su voz, lo volvió a besar

— Sí, lo quería en ese momento, ya no — explicó y él medio sonrió

— ¿Qué pasó después? — preguntó

— Lo diría si dejaras de estar celoso e interrumpirme, Joohoney. —replicó en broma aligerando la conversación por un instante— Perdí mi virginidad con él y al día siguiente supe que algo había cambiado, Kihyun estaba extraño, pero siguió viniendo a mí, no me di cuenta que lo que le incomodaba era que le dijera que lo quería, que él comenzaba a temer el día en que alguien se diera cuenta que andaba conmigo

— Sunhee...

— No era como las otras chicas, flacas como palos, no era como Seulgi... no importa, al final, tres semanas después de que nos acostáramos por primera vez, ellos volvieron.

— ¿¡Qué!? — exclamó Jooheon con un tono de voz molesto

— Fue lo mismo que yo dije cuando me enteré, eso y después me eché a llorar — sonrió, pero él simplemente buscó sus labios de nuevo en un beso intenso

— Lo siento Sunhee — dijo contra su boca. Ella negó con la cabeza y lo miró

— Yo no, el rechazo y el engaño de Kihyun hicieron que me valorara más a mí misma, además se suponía que él iba a decírmelo, pero Seulgi se había enterado de lo de nosotros y se había vengado. Cuando él me encontró desecha pidió perdón de mil formas, me dijo que me quería pero solo como amiga, que había confundido las cosas, que jamás había querido hacerme daño, sus palabras no importaron, pero la fuerza que me inspiró a salir adelante después de eso sí que importó.

— No sé cómo puedes simplemente soportarlo al tenerlo en frente

— A pesar de que ya no estoy enamorada de él, quiero al amigo que fue cuando éramos niños, nunca podría simplemente estamparle la puerta en la cara, pero no somos cercanos y creo que nunca lo podremos ser de nuevo — dijo encogiéndose de hombros y Jooheon se movió haciendo que se girara para quedar sentada a horcajadas sobre él.

Trató de sentarse a un lado, sabía que no lo aplastaría pero, ¿qué necesidad había de que estuvieran incómodos?

— Te quiero justo aquí — sentenció él.

Sunhee estaba completamente idiotizada por Joohoney y no le daba miedo admitirlo, ya no.